jueves, 30 de marzo de 2017

Vaikra (Vaikra 1:1- 5:26)


Los cinco principales korbanot (sacrificios) que podían ser ofrecidos por una persona eran:
1) Olá: ofrenda enteramente consumida por el fuego en el mizbeaj (altar)
2) Minjá: lealtad-obsequio. A diferencia de los otros korbanot que consisten de animales, ésta era una ofrenda de harina usualmente llevada por un hombre de medios modestos
3) Shlamim: ofrenda de paz. Un medio de expresar agradecimiento a D-s en ocasiones de regocijo. También incluye el korbán todá (en "acción de gracias", analizado en la parashá Tzav).
4) Jatat: ofrenda por pecado. Una expiación por ciertos pecados cometidos sin intención por un individuo, incluso el Cohén Gadol (Sumo Sacerdote), el rey el Sanhedrín (suprema corte) en su totalidad. Comprende también las prohibiciones punibles con caret cuando son transgredidas intencionalmente, por ejemplo, comer jametz en Pésaj o realizar una melajá (trabajo) en shabat.
4A) Korbán olé veiored: un tipo especial de ofrenda por pecado que varía de acuerdo con la riqueza del pecador. Es requerido para las siguientes transgresiones:
a) Jurar en falso que uno no ha visto ni oído evidencia necesaria para un testimonio
b) Entrar en el Bet Hamikdash o comer kodashim mientras se está en estado de tumá (impureza)
c) Dejar sin cumplir una promesa
Conmovido en su conciencia, el pecador confesaba su mala acción y estaba obligado a llevar este sacrificio.

5) Asham: ofrenda por una culpa. Ofrecida como parte de la penitencia requerida por ciertos actos impropios, tales como:
a) uso no intencional de propiedad apartada para Hashem (Kodashim)
b) retención de propiedad ajena por un falso juramento
En cada caso el pecador, luego de confesar su culpa, debía restaurar primero la propiedad, más un adicional de un quinto de su valor, al verdadero dueño, antes de que pudiera ofrecer el sacrificio y recibir el perdón divino por su pecado.

Lilmod ULelamed


EN GALEGO

Os cinco principais korbanot (sacrificios) que podían ser ofrecidos por unha persoa eran:
1) Olá: ofrenda enteramente consumida polo lume no mizbeaj (altar)
2) Minjá: lealtad-obsequio. A diferenza dos outros korbanot que consisten de animais, esta era unha ofrenda de harina usualmente levada por un home de medios modestos
3) Shlamim: ofrenda de paz. Un medio de expresar agradecimiento a D-s en ocasións de regocijo. Tamén inclúe o korbán todá (en "acción de grazas", analizado na parashá Tzav).
4) Jatat: ofrenda por pecado. Unha expiación por certos pecados cometidos sen intención por un individuo, incluso o Cohén Gadol (Sumo Sacerdote), o rei o Sanhedrín (suprema corte) na súa totalidade. Comprende tamén as prohibicións punibles con caret cando son transgredidas intencionalmente, por exemplo, comer jametz en Pésaj ou realizar unha melajá (traballo) en shabat.
4A) Korbán olé veiored: un tipo especial de ofrenda por pecado que varía de acordo coa riqueza do pecador. É requirido para as seguintes transgresiones:
a) Xurar en falso que uno non viu nin oído evidencia necesaria para un testemuño
b) Entrar no Bet Hamikdash ou comer kodashim mentres se está en estado de tumá (impureza)
c) Deixar sen cumprir unha promesa
Conmovido na súa conciencia, o pecador confesaba a súa mala acción e estaba obrigado a levar este sacrificio.
5) Asham: ofrenda por unha culpa. Ofrecida como parte da penitencia requirida por certos actos impropios, tales como:
a) uso non intencional de propiedade apartada para Hashem (Kodashim)
b) retención de propiedade allea por un falso xuramento
En cada caso o pecador, logo de confesar a súa culpa, debía restaurar primeiro a propiedade, máis un adicional dun quinto do seu valor, ao verdadeiro dono, antes de que puidese ofrecer o sacrificio e recibir o perdón divino polo seu pecado.
Lilmod ULelamed

viernes, 24 de marzo de 2017

Vaiakhel-Pikudei (Shemot 35:1- 40:38)




Moshé transmitió a los bnei Israel los detalles de las órdenes del Señor relativas al Santuario y sus contenidos, pero primero enfatizó la santidad del Shabat, durante cuyo transcurso está prohibido efectuar cualquier trabajo. Cuando se les pidió que contribuyeran al fondo de construcción del Santuario, los benei Israel respondieron muy generosamente y cada individuo donó todo lo que pudo. Las mujeres capacitadas tejieron el material de lino. Los príncipes de cada tribu ofrecieron piedras preciosas para el pectoral, así como también aceite y especias para el incienso. Algunas mujeres donaron incluso sus espejos de cobre bruñido para la jofaina y su jarra.
Moshé hizo especial mención del hecho de que Hashem había elegido a Betzalel, de la tribu de Iehudá, un hombre sabio, comprensivo y de experiencia, para supervisar los detalles de la construcción. Fue ayudado por Oholiav, de la tribu de Dan, que eran un grabador y tejedor talentoso.
Las contribuciones para la construcción del Santuario fueron tan abundantes, que los trabajadores llegaron a informar que tenían más material del que necesitaban. Pronto, sección por sección, el Santuario y su contenido comenzaron a tomar forma. Se pidió entonces al pueblo que interrumpiera las donaciones.
Parashá Pekudei
Por orden de Moshé fueron calculados los gastos totales de la construcción del Santuario. La obra fue inspeccionada y aprobada por él mismo, que luego bendijo al pueblo por su aporte a ese magnífico logro.
El primer día del mes de Nisán, casi un año después de la partida de los judíos de Egipto, fue erigido el Mishkán bajo la supervisión personal de Moshé, y los elementos fueron dispuestos en su interior en el orden prescripto.
Una nube cubría el Mishcán, que estaba rodeado por la gloria de Hashem. Cada elevación de la nube indicaba el deseo de D-s de que los israelitas continuarán su viaje. 
Lilmod ULelamed

EN GALEGO

Moshé transmitiu aos bnei Israel os detalles das ordes do Señor relativas ao Santuario e os seus contidos, pero primeiro enfatizó a santidade do Shabat, durante cuxo transcurso está prohibido efectuar calquera traballo. Cando se lles pediu que contribuísen ao fondo de construción do Santuario, os benei Israel responderon moi generosamente e cada individuo doou todo o que puido. As mulleres capacitadas teceron o material de lino. Os príncipes de cada tribo ofreceron pedras preciosas para o pectoral, así como tamén aceite e especias para o incienso. Algunhas mulleres doaron ata os seus espellos de cobre bruñido para a jofaina e a súa jarra.
Moshé fixo especial mención do feito de que Hashem elixira a Betzalel, da tribo de Iehudá, un home sabio, comprensivo e de experiencia, para supervisar os detalles da construción. Foi axudado por Oholiav, da tribo de Dan, que eran un grabador e tejedor talentoso.
As contribucións para a construción do Santuario foron tan abundantes, que os traballadores chegaron a informar que tiñan máis material do que necesitaban. Pronto, sección por sección, o Santuario e o seu contido comezaron a tomar forma. Pediuse entón ao pobo que interrompese as donaciones.
Parashá Pekudei
Por orde de Moshé foron calculados os gastos totais da construción do Santuario. A obra foi inspeccionada e aprobada por el mesmo, que logo bendixo ao pobo polo seu aporte a ese magnífico logro.
O primeiro día do mes de Nisán, case un ano logo da partida dos xudeus de Egipto, foi erigido o Mishkán baixo a supervisión persoal de Moshé, e os elementos foron dispostos no seu interior na orde prescripto.
Unha nube cubría o Mishcán, que estaba rodeado pola gloria de Hashem. Cada elevación da nube indicaba o desexo de D-s de que os israelitas continuarán a súa viaxe. 
Lilmod ULelamed

martes, 14 de marzo de 2017

KI TISA(Shemot 30:11-34:35)



Cuando se hizo el censo de los israelitas varones mayores de veinte años (sujetos, por ende, a servir en el ejercito), cada uno de ellos debió pagar medio shekel de plata. Este metal era usado para la construcción del Santuario. Debía hacerse también una jofaina de bronce para ser utilizada por Aharón y sus hijos para el lavado de manos. Estaba ubicada en el atrio, entre el altar de ofrendas quemadas y la entrada al Santuario. Para ungir a sacerdotes y vasijas era utilizada una mezcla de aceite de cuatro hierbas aromáticas prescriptas, mezclada con aceite de oliva, y se preparaba incienso para uso sagrado, hecho con especies dulces seleccionadas.
Betzalel, de la tribu de Iehuda, y Oholiav, de la tribu de Dan, fueron elegidos por la Divinidad para aplicar su habilidad como artesanos a la supervisión del trabajo de construcción del Santuario. Aunque la construcción del Mishcán era de la mayor importancia, no debía anular la observancia del shabat y el pueblo recibió ordenes de cesar todo trabajo durante el día de descanso.
Moshé había permanecido en el monte Sinaí durante cuarenta días y cuarenta noches y el pueblo, temiendo que no regresara, reclamaba un objeto visible que pudiera adorar. Persuadió a Aharón para que diera forma a la imagen de un becerro, fundiendo el oro de sus joyas. Los judíos llevaron ofrendas quemadas y de paz a ese ídolo, alrededor del cual cantaron y danzaron. Ese despliegue de herejía provocó la ira de D-s, y ordenó a Moshé que descendiera. Le informó del pecado de Israel y declaró que destruiría a esa nación traidora. Moshé suplicó al Señor que tuviera piedad y no diera a los egipcios la oportunidad de regocijarse con la desgracia de los israelitas, sino que recordara Su pacto eterno con los patriarcas. Al oír este ruego, Hashem concedió al pueblo judío una nueva oportunidad. 
Mientras descendía de la montaña el diecisiete de Tamuz, con las dos Tablas de la Ley grabadas por D-s, Moshé oyó los gritos de la orgía y al observar la oprobiosa conducta del pueblo, las arrojó al suelo. Luego, destruyó el becerro de oro y lo echó al fuego, después de lo cual lo molió hasta convertirlo en polvo, que echó en una corriente de agua de la cual hizo beber al pueblo. Reprochó a Aharón por lo ocurrido y éste se justificó diciendo que se vio forzado a cumplir las demandas del pueblo. Moshé convocó a todos sus partidarios a reunirse alrededor de él y la tribu de Levi respondió inmediatamente. A su orden, los miembros de Leví recorrieron el campamento y mataron alrededor de trescientos jefes de la revuelta. El amor y la compasión de Moshé por el pueblo lo impulsó a rogar al Señor que lo perdonara, pues si fuera destruido él perdería el deseo de vivir. La respuesta que recibió fue que sólo serían castigados aquellos que habían pecado intencionalmente, y que en vista de la intercesión de Moshé el pueblo sería conducido a la Tierra prometida por un enviado de Hashem, no por El mismo. Al enterarse de la reprobación del Señor por sus acciones, los israelitas se lamentaron y se quitaron los ornamentos en señal de pesar.
Moshé levantó su tienda fuera del campamento que había sido profanado por el becerro de oro. En íntima comunión con D-s pidió una revelación de los atributos divinos para ayudarlo en la conducción del pueblo. El Señor volvió a asegurarle que El sería piadoso y guiaría a los judíos hacia Eretz Israel, pues Moshé personalmente había hallado gracia en Sus ojos. En respuesta a un pedido de que se le permitiera contemplar la Gloria Divina, se le dijo a Moshé que ningún mortal podía ver a Hashem y continuar viviendo. No obstante, se le permitió una mirada fugaz al resplandor divino a través de una grieta en la roca montañosa.
Una vez más Moshé ascendió solo a la montaña, llevando consigo las dos nuevas tablas de piedra que se le había ordenado preparar. D-s descendió en una nube, se reveló como el Señor de la Piedad, la Bondad y la Verdad, y renovó Su pacto con Israel repitiendo los principales mandamientos que había dado previamente. Estos incluían la prohibición de la idolatría, la observancia de las festividades y la santificación del Shabat.
Hashem inscribió los Diez Mandamientos en las dos tablas de piedra, mientras Moshé registraba el contenido del pacto renovado. Después de pasar otros cuarenta días y cuarenta noches en la montaña, lapso durante el cual se abstuvo de comer y beber, Moshé descendió de la montaña y regresó al campamento. Su rostro refulgía con el resplandor Divino. A continuación comunicó las palabras del Altísimo, oídas por él en el monte Sinaí, a Aharón, los ancianos y toda la asamblea. Luego que hubo terminado de hablar se cubrió el rostro radiante con un velo. De allí en más sólo se lo quitaba cuando se encontraba ante la presencia del Señor, o cuando transmitía Su mensaje al pueblo.
Lilmod ULelamed


EN GALEGO

Cando se fixo o censo dos israelitas varóns maiores de vinte anos (suxeitos, polo tanto, a servir no ejercito), cada un deles debeu pagar medio shekel de prata. Este metal era usado para a construción do Santuario. Debía facerse tamén unha jofaina de bronce para ser utilizada por Aharón e os seus fillos para o lavado de mans. Estaba situada no atrio, entre o altar de ofrendas queimadas e a entrada ao Santuario. Para ungir a sacerdotes e vasijas era utilizada unha mestura de aceite de catro herbas aromáticas prescriptas, mesturada con aceite de oliva, e preparábase incienso para uso sagrado, feito con especies doces seleccionadas.
Betzalel, da tribo de Iehuda, e Oholiav, da tribo de Dan, foron elixidos pola Divinidad para aplicar a súa habilidade como artesanos á supervisión do traballo de construción do Santuario. Aínda que a construción do Mishcán era da maior importancia, non debía anular a observancia do shabat e o pobo recibiu ordenes de cesar todo traballo durante o día de descanso.
Moshé permanecera no monte Sinaí durante corenta días e corenta noites e o pobo, temendo que non regresase, reclamaba un obxecto visible que puidese adorar. Persuadiu a Aharón para que dese forma á imaxe dun becerro, fundindo o ouro das súas xoias. Os xudeus levaron ofrendas queimadas e de paz a ese ídolo, ao redor do cal cantaron e danzaron. Ese despregue de herejía provocou a ira de D-s, e ordenou a Moshé que descendese. Informoulle do pecado de Israel e declarou que destruiría a esa nación traidora. Moshé suplicou ao Señor que tivese piedade e non dese aos egipcios a oportunidade de regocijarse coa desgraza dos israelitas, senón que recordase O seu pacto eterno cos patriarcas. Ao oír leste rogo, Hashem concedeu ao pobo xudeu unha nova oportunidade. 
Mentres descendía da montaña o dezasete de Tamuz, coas dúas Táboas da Lei gravadas por D-s, Moshé oíu os gritos da orxía e ao observar a oprobiosa conduta do pobo, arroxounas ao chan. Logo, destruíu o becerro de ouro e botouno ao lume, logo do cal o molió ata convertelo en po, que botou nunha corrente de auga da cal fixo beber ao pobo. Reprochou a Aharón polo ocorrido e este xustificouse dicindo que se viu forzado a cumprir as demandas do pobo. Moshé convocou a todos os seus partidarios a reunirse ao redor del e a tribo de Levi respondeu inmediatamente. Á súa orde, os membros de Leví percorreron o campamento e mataron ao redor de trescentos xefes da revolta. O amor e a compaixón de Moshé polo pobo impulsouno a rogar ao Señor que o perdoase, pois si fose destruído el perdería o desexo de vivir. A resposta que recibiu foi que só serían castigados aqueles que pecaran intencionalmente, e que en vista da intercesión de Moshé o pobo sería conducido á Terra prometida por un enviado de Hashem, non polo mesmo. Ao decatarse da reprobación do Señor polas súas accións, os israelitas lamentáronse e quitáronse os ornamentos en sinal de pesar.
Moshé levantou a súa tenda fose do campamento que fora profanado polo becerro de ouro. En íntima comuñón con D-s pediu unha revelación dos atributos divinos para axudalo na condución do pobo. O Señor volveu asegurarlle que O sería piadoso e guiaría aos xudeus cara a Eretz Israel, pois Moshé personalmente achara graza nos seus ollos. En resposta a un pedido de que se lle permitise contemplar a Gloria Divina, díxoselle a Moshé que ningún mortal podía ver a Hashem e continuar vivindo. No entanto, permitíuselle unha mirada fugaz ao resplandor divino a través dunha grieta na roca montañosa.
Unha vez máis Moshé ascendeu só á montaña, levando consigo as dúas novas táboas de pedra que se lle ordenou preparar. D-s descendeu nunha nube, revelouse como o Señor da Piedade, a Bondade e a Verdade, e renovou O seu pacto con Israel repetindo os principais mandamientos que dera previamente. Estes incluían a prohibición da idolatría, a observancia das festividades e a santificación do Shabat.
Hashem inscribiu os Dez Mandamientos nas dúas táboas de pedra, mentres Moshé rexistraba o contido do pacto renovado. Logo de pasar outros corenta días e corenta noites na montaña, lapso durante o cal abstívose para comer e beber, Moshé descendeu da montaña e regresou ao campamento. O seu rostro refulgía co resplandor Divino. A continuación comunicou as palabras do Altísimo, oídas por el no monte Sinaí, a Aharón, os anciáns e toda a asemblea. Logo que houbo terminado de falar cubriuse o rostro radiante cun veo. De alí en máis só llo quitaba cando se atopaba ante a presenza do Señor, ou cando transmitía A súa mensaxe ao pobo.
Lilmod ULelamed


jueves, 2 de marzo de 2017

Teruma (Shemot 25:1 - 27:19)




Hashem ordenó a Moshé que construyera un Mishcán (Santuario) que simbolizara Su presencia entre el pueblo y que fuera conforme al modelo Divino. Para erigirlo, se pidió a los benei Israel que aportaran voluntariamente metales preciosos, telas, pieles, lana, aceite, especias, incienso y piedras preciosas. El santuario consistía de un Jatzer (patio exterior) que contenía el altar para quemar ofrendas, la jofaina usada por los cohanim (sacerdotes) y el Tabernáculo, que estaba dividido en dos cámaras por una cortina. La cámara exterior fue denominada Kodesh (lugar sagrado), la menorá (candelabro) y el mizbeaj haktóret (altar del incienso). La cámara interior fue llamada Kodesh Hakodashim (Sanctasanctórum). A ella entraba únicamente el Cohén Gadol (Sumo Sacerdote), y sólo en Iom Kipur. Allí estaba el Arón (Arca), el más sagrado de los objetos del santuario. El Arón contenía las dos tablas de piedra en las que estaban grabados los Diez Mandamientos. Fue desde el Arón que D-s reveló, por medio de Moshe, Sus mandamientos a los benei Israel. Las instrucciones para fabricar todos los utensilios y construir el edificio para el Mishcán son detalladas minuciosamente.
Lilmod ULelamed


GALEGO


Hashem ordenou a Moshé que construíse un Mishcán (Santuario) que simbolizase A súa presenza entre o pobo e que fose conforme ao modelo Divino. Para erigirlo, pediuse aos benei Israel que aportasen voluntariamente metais preciosos, teas, peles, la, aceite, especias, incienso e pedras preciosas. O santuario consistía dun Jatzer (patio exterior) que contiña o altar para queimar ofrendas, a jofaina usada polos cohanim (sacerdotes) e o Tabernáculo, que estaba dividido en dous cámaras por unha cortina. A cámara exterior foi denominada Kodesh (lugar sagrado), a menorá (candelabro) e o mizbeaj haktóret (altar do incienso). A cámara interior foi chamada Kodesh Hakodashim (Sanctasanctórum). A ela entraba únicamente o Cohén Gadol (Sumo Sacerdote), e só en Iom Kipur. Alí estaba o Arón (Arca), o máis sagrado dos obxectos do santuario. O Arón contiña as dúas táboas de pedra nas que estaban gravados os Dez Mandamientos. Foi desde o Arón que D-s revelou, por medio de Moshe, Os seus mandamientos aos benei Israel. As instrucións para fabricar todos os utensilios e construír o edificio para o Mishcán son detalladas minuciosamente.
Lilmod ULelamed