jueves, 25 de mayo de 2017

Bamidbar (Bamidbar 1:1 - 4:20)


Durante el segundo año del éxodo de Egipto, Moshé y Aharón recibieron orden de Hashem de contar a todos los israelitas varones cuyas edades oscilaban entre los veinte y los sesenta años. Estos varones quedaron sujetos a cumplir el servicio militar. El censo reveló que seiscientos tres mil quinientos cincuenta hombres estaban disponibles para cumplir sus deberes en el ejército. La tribu de Leví fue excluída del censo general a causa de su misión especial en el Mishcán (Santuario).
Debía mantenerse el orden y la disciplina en todo momento, ya fuera que los israelitas estuvieran acampados o en marcha. El campamento fue dispuesto en forma de cuadrilátero, con el Mishcán en el centro, protegido en sus cuatro lados por las tiendas de los leviím. Las doce tribus fueron divididas en cuatro grupos, cada uno de los cuales tenía el nombre de su tribu principal, y todas éstas formaban el cordón exterior. Iehudá, junto con Isajar y Zevulún, estaban ubicados en el lado oriental del campamento; Reuven, Shimón y Gad acamparon en el lado sur, Efraím, Menashé y Biniamín se ubicaron en el extremo occidental, y Dan, Asher y Naftalí en el área norte. Durante los viajes de la nación, el grupo liderado por Iehudá marchaba al frente, seguido por Reuvén, Efraim y, en la retaguardia, Dan. Algunos comentaristas sostienen que todo el conjunto se movilizaba como un cuadrilátero, conservando la misma forma que tenía cuando estaba acampado.
Originalmente, los primogénitos habían sido elegidos por D-s para cumplir los servicios sagrados. Después de cometido el pecado de éiguel hazahav (becerro de oro), esta codiciada tarea fue asignada a los leviím, quienes se habían mantenido fieles al Señor en todo momento. En consecuencia, Moshé recibió orden de encomendar a los levitas el servicio del Mishcán bajo la supervisión de Aharón y sus hijos. El censo efectuado reveló que había un total de veintidós mil trescientos leviím.
A cada una de las familias levíticas - Guershón, Kehat y Merari - le fue asignada una tarea aparte en el servicio del Mishcán. Los guershonim, en el lado occidental, eran responsables del transporte de las cubiertas del Mishcán. Los kehatim, acampados en el lado sur, transportaban el Arca, el Shulján, la Menorá y los mizbeijot (altares). Los miembros de Merari, situados en el lado norte, tenían la responsabilidad de transportar las tablas, los pilares, las clavijas y los cubos del Mishcán. Los miembros de Kehat fueron advertidos de que no debían tocar y ni siquiera mirar los objetos sagrados, que eran cubiertos por Aharón y sus hijos antes de ser trasladados. Elazar, hijo de Aharón, era el supervisor general del Mishcán, cuidando en particular la provisión de aceite para las lámparas, el incienso, la minjá continua y el aceite de unción. Esto es parcialmente analizado en la parashá siguiente.
Lilmod ULelamed

G  A  L  E  G  O

Durante o segundo ano do éxodo de Egipto, Moshé e Aharón recibiron orde de Hashem de contar a todos os israelitas varóns cuxas idades oscilaban entre os vinte e os sesenta anos. Estes varóns quedaron suxeitos a cumprir o servizo militar. O censo revelou que seiscentos tres mil cincocentos cincuenta homes estaban dispoñibles para cumprir os seus deberes no exército. A tribo de Leví foi excluída do censo xeral por mor da súa misión especial no Mishcán (Santuario).
Debía manterse a orde e a disciplina en todo momento, xa fose que os israelitas estivesen acampados ou en marcha. O campamento foi disposto en forma de cuadrilátero, co Mishcán no centro, protexido nos seus catro lados polas tendas dos leviím. As doce tribos foron divididas en catro grupos, cada un dos cales tiña o nome da súa tribo principal, e todas estas formaban o cordón exterior. Iehudá, xunto con Isajar e Zevulún, estaban situados no lado oriental do campamento; Reuven, Shimón e Gad acamparon no lado sur, Efraím, Menashé e Biniamín situáronse no extremo occidental, e Dan, Asher e Naftalí no área norte. Durante as viaxes da nación, o grupo liderado por Iehudá marchaba á fronte, seguido por Reuvén, Efraim e, na retaguardia, Dan. Algúns comentaristas sosteñen que todo o conxunto mobilizábase como un cuadrilátero, conservando a mesma forma que tiña cando estaba acampado.
Originalmente, os primogénitos foran elixidos por D-s para cumprir os servizos sagrados. Logo de cometido o pecado de éiguel hazahav (becerro de ouro), esta cobizada tarefa foi asignada aos leviím, quen se mantiveron fieis ao Señor en todo momento. En consecuencia, Moshé recibiu orde de encomendar aos levitas o servizo do Mishcán baixo a supervisión de Aharón e os seus fillos. O censo efectuado revelou que había un total de vinte e dous mil trescentos leviím.
A cada unha das familias levíticas - Guershón, Kehat e Merari - foille asignada unha tarefa separadamente no servizo do Mishcán. Os guershonim, no lado occidental, eran responsables do transporte das cubertas do Mishcán. Os kehatim, acampados no lado sur, transportaban a arca, o Shulján, a Menorá e os mizbeijot (altares). Os membros de Merari, situados no lado norte, tiñan a responsabilidade de transportar as táboas, os alicerces, as clavijas e os cubos do Mishcán. Os membros de Kehat foron advertidos de que non debían tocar e nin sequera mirar os obxectos sagrados, que eran cubertos por Aharón e os seus fillos antes de ser trasladados. Elazar, fillo de Aharón, era o supervisor xeral do Mishcán, coidando en particular a provisión de aceite para as lámpadas, o incienso, a minjá continua e o aceite de unción. Isto é parcialmente analizado na parashá seguinte.
Lilmod ULelamed

viernes, 19 de mayo de 2017

Behar-Bejukotai (Vaikra 25:1 - 27:34)


Después que hubieron tomado posesión de Canaán, los judíos debieron observar cada séptimo día como uno de shemitá (sabático) para la tierra. Durante su transcurso no debían sembrar los campos ni podar los viñedos, como así tampoco levantar la cosecha que hubiere crecido espontáneamente.
Cada cincuenta años debían observar el iovel (jubileo), que sería proclamado en Iom Kipur. Durante ese año los campos no podían ser sembrados. Además, los esclavos hebreos debían ser liberados y todas las tierras devueltas a los dueños originales. Por consiguiente, el precio de la tierra que se vendía debía estar basado en la cantidad de años que restaban hasta el iovel. La tierra vendida a causa de la pobreza del propietario podía ser redimida por un pariente del dueño original o por éste mismo. Si alguien debía vender una casa en una ciudad amurallada, tenía un año de tiempo para redimirla. Debía hacerlo durante ese lapso después del cual ya era demasiado tarde.Las casas en aldeas y ciudades apartadas para los leviím volverían a sus dueños originales durante el iovel.
Se debía prestar dinero a un judío pobre sin cobrarle intereses. Si el indigente se veía obligado a venderse como siervo, el amo judío debía tratarlo como un sirviente contratado y con respecto; el sirviente sería puesto en libertad durante el iovel. Un pariente rico podía redimir a un sirviente judío pagando a su amo una suma basada en la cantidad de años que restaban hasta el iovel.
Parashá Bejukotai
El séfer Vaikrá concluye con el fragmento en que Moshé contrapone las diferentes actitudes que seguirán a la obediencia o la contravención de los judíos a los mandamientos de Hashem. la adhesión a las leyes se traducía en prosperidad y paz para el pueblo. La tierra producirá en abundancia y los granjeros estarán ocupados todo el año en la siembra de semillas y el levantamiento de las cosechas. Con la protección del Señor, ningún enemigo atacará a los judíos y éstos disfrutarán la paz y felicidad.
Por otro lado, la contravención a las leyes de Hashem conducirá a la catástrofe. Si los judíos se rebelan contra D-s, serán castigados con enfermedades, hambre y los horrores del asedio de los enemigos, a los cuales seguirá el exilio nacional. Pero si los judíos se arrepienten de sus malas acciones, el Señor recordará de nuevo Su pacto con los patriarcas y los aceptará una vez más como Su pueblo.
Se analizan previsiones para aquellos que han hecho la promesa de contribuir al mantenimiento del Santuario. Si alguien consagra su propio capital o el de un miembro de su familia al Santuario, el monto que debe pagar varía según la edad y el sexo. Quien ofrece un animal casher que podría ser usado para un sacrificio en el Santuario, no puede sustituirlo por otro. Sin embargo, puede redimir un animal defectuoso pagando al cohén su valor monetario más un quinto.
La redención de una fracción de tierra entregada debía estar basada en la cantidad de años que restaban hasta el próximo iovel. Un primogénito (bejor) no puede ser destinado como ofrenda voluntaria porque ya es propiedad de Hashem. El maaser (diezmo) de producción agrícola podía ser redimido pagando su valor más un quinto, en tanto que el diezmo de animales recién nacidos (que fueron apartados para el sacrificio) no podía ser redimido.
La Torá concluye enfatizando que "éstos fueron los mandamientos dados por Hashem a Moshé en el monte Sinaí". 
Lilmod ULelamed

EN GALEGO
Despois que houberon tomado posesión de Canaán, os xudeus deberon observar cada sétimo día como un de shemitá (sabático) para a terra. Durante o seu transcurso non debían sementar os campos nin podar os viñedos, como así tampouco levantar a colleita que houber crecido espontáneamente.
Cada cincuenta anos debían observar o iovel (jubileo), que sería proclamado en Iom Kipur. Durante ese ano os campos non podían ser sementados. Ademais, os escravos hebreos debían ser liberados e todas as terras devoltas aos donos orixinais. Por conseguinte, o prezo da terra que se vendía debía estar baseado na cantidade de anos que restaban ata o iovel. A terra vendida por mor da pobreza do propietario podía ser redimida por un parente do dono orixinal ou por este mesmo. Si alguén debía vender unha casa nunha cidade amurallada, tiña un ano de tempo para redimirla. Debía facelo durante ese lapso despois do cal xa era demasiado tarde.Llas casas en aldeas e cidades apartadas para os leviím volverían aos seus donos orixinais durante o iovel.
Debíase prestar diñeiro a un xudeu pobre sen cobrarlle intereses. Si o indigente víase obrigado a venderse como servo, o amo xudeu debía tratalo como un sirviente contratado e con respecto; o sirviente sería posto en liberdade durante o iovel. Un parente rico podía redimir a un sirviente xudeu pagando ao seu amo unha suma baseada na cantidade de anos que restaban ata o iovel.
Parashá Bejukotai
O séfer Vaikrá conclúe co fragmento en que Moshé contrapone as diferentes actitudes que seguirán á obediencia ou a contravención dos xudeus aos mandamientos de Hashem. a adhesión ás leis traducíase en prosperidad e paz para o pobo. A terra producirá en abundancia e os granjeros estarán ocupados todo o ano en seméntaa de sementes e o levantamiento das colleitas. Coa protección do Señor, ningún inimigo atacará aos xudeus e estes gozarán a paz e felicidade.
Doutra banda, a contravención ás leis de Hashem conducirá á catástrofe. Si os xudeus se rebelan contra D-s, serán castigados con enfermidades, fame e os horrores do asedio dos inimigos, aos cales seguirá o exilio nacional. Pero si os xudeus arrepíntense das súas malas accións, o Señor recordará de novo O seu pacto cos patriarcas e aceptaraos unha vez máis como O seu pobo.
Analízanse previsións para aqueles que fixeron a promesa de contribuír ao mantemento do Santuario. Si alguén consagra o seu propio capital ou o dun membro da súa familia ao Santuario, o monto que debe pagar varía segundo a idade e o sexo. Quen ofrece un animal casher que podería ser usado para un sacrificio no Santuario, non pode substituílo por outro. Con todo, pode redimir un animal defectuoso pagando ao cohén o seu valor monetario máis un quinto.
A redención dunha fracción de terra entregada debía estar baseada na cantidade de anos que restaban ata o próximo iovel. Un primogénito (bejor) non pode ser destinado como ofrenda voluntaria porque xa é propiedade de Hashem. O maaser (diezmo) de produción agrícola podía ser redimido pagando o seu valor máis un quinto, en tanto que o diezmo de animais recentemente nados (que foron apartados para o sacrificio) non podía ser redimido.
A Torá conclúe enfatizando que "estes foron os mandamientos dados por Hashem a Moshé no monte Sinaí". 
Lilmod ULelamed

viernes, 12 de mayo de 2017

Emor (Vaikra 21:1 - 24:23)


A causa de su posición privilegiada, el cohén debía ser modelo de pureza y perfección especialmente elevado. Tenía prohibido asistir a funerales, salvo los de sus familiares más cercanos, pues el contacto con la muerte lo contaminaba y le impedía cumplir con sus sagrados deberes. Además, no podía casarse con una mujer que no fuera casta, ni con una divorciada. Reglas aún más rígidas se aplicaban al Cohén Gadol (Sumo sacerdote), que no debía asistir a funerales, incluso al de su pariente más cercano, y sólo podía casarse con una mujer virgen. Cualquier defecto físico descalificaba al cohén para oficiar en el Mishcán (Santuario), aunque conservaba el derecho a su parte de las ofrendas.
También éstas debían estar libres de mácula. Sólo podía ofrecerse un animal de ocho días de vida. Una hembra y su cría no podían ser sacrificadas el mismo día.
Durante el año, cierta cantidad de días eran proclamados como de asambleas sagradas, en las cuales se reunía todo el pueblo para rendir culto en el Mishcán. Estos días sagrados, en los cuales estaba prohibido trabajar, eran proclamados en el siguiente orden:
a) El shabat, séptimo día de la semana
b) El primero y el último día de Pésaj, la fiesta del pan ázimo. Esta festividad debía ser observada desde el 15 al 21 del mes de Nisán. Una vez que los israelitas hubieran tomado posesión de la tierra de Canaán, debían presentar una gavilla de los primeros frutos de la cosecha de cebada el 16 de dicho mes. Esta ofrenda debía agitarse en el altar como expresión de gratitud a Hashem, y era llamada Omer
c) Shavuot, la fiesta de las semanas. Debía ser observada el 16 de Siván, el quincuagésimo día desde el comienzo del Omer. Se contaban siete semanas desde el segundo día de Pesaj y luego se llevaba al altar una ofrenda de comida consistente de dos hogazas hechas de la nueva cosecha de trigo. Se recordó a los israelitas su deber de dejar para los pobres las espigas caídas de la cosecha.
d) Rosh Hashaná, fiesta del año nuevo, tiene lugar el primer día del año, Rosh Jodesh Tishrei. Este día es especial: en él se hace sonar el shofar.
e) Iom Kipur, Día de la expiación, se celebra el décimo día de Tishrei. Es una fecha en la cual el pueblo debe ayunar y rezar por la expiación de sus pecados.
f) Sucot, fiesta de las cabañas. Debía ser observada entre el 15 y el 21 de Tishrei, con gran regocijo. El pueblo debía llevar cuatro especies (Etrog, Lulav, Hadasim, Aravot) como símbolo de acción de gracias, y vivir en cabañas durante ese período para recordar su deambular por el desierto. Sheminí Atzéret, el 22 de Tishrei, debía ser observado también como día de descanso solemne.

Después de esto se le recordó al pueblo su debe de proveer aceite de oliva puro para las lámparas del Bet Hamikdash (Templo sagrado de Jerusalén), que los cohanim debían mantener encendidas continuamente. El pan de proposición debía ser hecho con doce medidas de harina fina, dispuestas en dos filas.

Lilmod ULelamed 

EN GALEGO

Por mor da súa posición privilexiada, o cohén debía ser modelo de pureza e perfección especialmente elevado. Tiña prohibido asistir a funerales, salvo os dos seus familiares máis próximos, pois o contacto coa morte contaminábao e impedíalle cumprir cos seus sagrados deberes. Ademais, non podía casarse cunha muller que non fose casta, nin cunha divorciada. Regras aínda máis ríxidas aplicábanse ao Cohén Gadol (Sumo sacerdote), que non debía asistir a funerales, ata ao do seu parente máis próximo, e só podía casarse cunha muller virxe. Calquera defecto físico descualificaba ao cohén para oficiar no Mishcán (Santuario), aínda que conservaba o dereito ao seu parte das ofrendas.
Tamén estas debían estar libres de mácula. Só podía ofrecerse un animal de oito días de vida. Unha femia e a súa cativa non podían ser sacrificadas o mesmo día.
Durante o ano, certa cantidade de días eran proclamados como de asembleas sagradas, nas cales reuníase todo o pobo para render culto no Mishcán. Estes días sagrados, nos cales estaba prohibido traballar, eran proclamados na seguinte orde:
a) O shabat, sétimo día da semana
b) O primeiro e o último día de Pésaj, a festa do pan ázimo. Esta festividad debía ser observada desde o 15 ao 21 do mes de Nisán. Unha vez que os israelitas tomasen posesión da terra de Canaán, debían presentar unha gavilla dos primeiros froitos da colleita de cebada o 16 de devandito mes. Esta ofrenda debía axitarse no altar como expresión de gratitud a Hashem, e era chamada Omer
c) Shavuot, a festa das semanas. Debía ser observada o 16 de Siván, o quincuaxésimo día desde o comezo do Omer. Contábanse sete semanas desde o segundo día de Pesaj e logo levábase ao altar unha ofrenda de comida consistente de dúas hogazas feitas da nova colleita de trigo. Recordouse aos israelitas o seu deber de deixar para os pobres as espigas caídas da colleita.
d) Rosh Hashaná, festa do ano novo, ten lugar o primeiro día do ano, Rosh Jodesh Tishrei. Este día é especial: nel faise soar o shofar.
e) Iom Kipur, Día da expiación, celébrase o décimo día de Tishrei. É unha data na cal o pobo debe ayunar e rezar pola expiación dos seus pecados.
f) Sucot, festa das cabanas. Debía ser observada entre o 15 e o 21 de Tishrei, con gran regocijo. O pobo debía levar catro especies (Etrog, Lulav, Hadasim, Aravot) como símbolo de acción de grazas, e vivir en cabanas durante ese período para recordar o seu deambular polo deserto. Sheminí Atzéret, o 22 de Tishrei, debía ser observado tamén como día de descanso solemne.
Logo disto recordóuselle ao pobo o seu debe de prover aceite de oliva puro para as lámpadas do Bet Hamikdash (Templo sagrado de Jerusalén), que os cohanim debían manter acesas continuamente. O pan de proposición debía ser feito con doce medidas de harina fina, dispostas en dúas filas.

Lilmod ULelamed

viernes, 5 de mayo de 2017

Ajarei Mot - Kedoshim (Levitico 16:1 - 20:27)


Después de que sus hijos Nadav y Avihú hubieron muerto como castigo por su servicio incorrecto, se le dijo a Aharón que entrara en el Kodesh Kodashim (Sanctasanctorum) una vez por año, en Iom Kipur. Ese día se expiaban los pecados cometidos por la comunidad, incluyendo los del sacerdocio, y el Santuario era purificado por si hubieran entrado en él judíos ritualmente impuros.
Ese mismo día el propio Cohén Gadol, atado la mayor parte del tiempo con ropas blancas antes que con doradas, ofrecía todos los sacrificios. Estos consistían en sus personales ofrendas quemadas de pecado, que él ofrecía por sí mismo, y ofrendas comunitarias similares llevadas en nombre del pueblo. Como parte del ritual, Aharón tomó un puñado de incienso y entró en el Kodesh Kodashim. Luego arrojó el incienso sobre carbón tomado del altar y la cubierta del Arca quedó envuelta en una nube de humo.
Dos machos cabríos fueron provistos por el pueblo como ofrenda y el Cohén Gadol echó a suertes para determinar cuál de los dos sería sacrificado. A continuación, apoyó su mano sobre la cabeza del otro animal, llamado Azazel, sobre el cual confesó los pecados del pueblo, y luego lo arrojó desde un acantilado, simbolizando así la remoción del pecado del pueblo. Se dio orden a los judíos de observar permanentemente ese día como el shabat más solemne, en el cual todo miembro de la Casa de Israel debía aflijirse por medio del ayuno y arrepentirse de sus malas acciones.
Nuevamente se advirtió al pueblo que los sacrificios podían ser ofrecidos solamente en el altar del Santuario. Ofrecer sacrificios en el lugar elegido por uno mismo era considerado un acto de idolatría. Además, si alguien deseaba sacrificar un animal para comer durante el período del desierto, debía ser traído como ofrenda de paz. Fueron promulgadas las leyes que prohiben comer carne de un animal que ha muerto sin haber sido sacrificado según el ritual, y también la ingesta de sangre.
Al pueblo se le recordó que se esperaba de él un alto nivel de conducta moral si quería continuar siendo el elegido de D-s. Por consiguiente, el adulterio y los matrimonios ilícitos están fuera de la ley. Otras naciones habían sido destruídas porque sus miembros habían observado una conducta inmoral y el mismo destino tendrían los benei Israel si actuaban del mismo modo.
Parashá Kedoshim
Se exhorta a los benei Israel a ser kedoshim, de una elevada naturaleza de santidad. Este nivel espiritual puede ser alcanzado si uno respeta a los padres, observa el shabat y rechaza la adoración de ídolos. La repulsiva costumbre pagana de sacrificar niños a Moloj, el dios de los emoritas, y de practicar la brujería, son punibles con la muerte, pues contravienen esa santidad. También están prohibidos los ritos paganos de duelo consistentes en tatuar o mutilar partes del cuerpo. Están vedadas las mezclas irregulares, tales como la cruza de animales, o el entretejido de lana y lino (shaatnez), pues ofenden las leyes divinas de la naturaleza. No se deben comer los frutos de un árbol durante los primeros tres años después de haber sido plantados.
El judío se ha de distinguir por su compasión. Debe mostrar especial consideración por el pobre y el extranjero, pues nuestros antepasados también fueron extranjeros en la tierra de Egipto. Por otra parte, debe dejar para los pobres la producción de las esquinas de su campo, así como las espigas caídas. Además debe hacer tratos con sus semejantes sobre bases totalmente honestas. En consecuencia, actos tales como robar, mentir y calumniar, deben ser estrictamente evitados. El empleador debe pagar a los obreros sin demora. El comerciante debe observar completa honestidad asegurándose de que sus balanzas y pesas sean absolutamente correctas. El juez no debe mostrar parcialidad en favor del pobre ni del influyente. Aquel que difama a una persona o desorienta a un ciego o a una persona ingenua, es severamente censurado. Un judío debe hacer todo lo posible por salvar la vida de otro que está en peligro. Debe también amonestar a un semejante que comete un ereror. Por otro lado, no debe odiar a nadie, sino amar a sus semejantes como a sí mismo.
Finalmente, debe reprimir los aberrantes pecados de adulterio, incesto y bestialidad. Las naciones paganas fueron destruídas porque practicaban esos actos abominables e Israel sufrirá ese mismo destino a menos que sus miembros observen fielmente todas las leyes de Hashem. Se espera de los benei Israel que observen una forma de vida superior y permanezcan moralmente puros.
Lilmod ULelamed

GALEGO

Despois de que os seus fillos Nadav e Avihú houberon morto como castigo polo seu servizo incorrecto, díxoselle a Aharón que entrase no Kodesh Kodashim (Sanctasanctorum) unha vez por ano, en Iom Kipur. Ese día se expiaban os pecados cometidos pola comunidade, incluíndo os do sacerdocio, e o Santuario era purificado por si entrasen nel xudeus ritualmente impuros.
Ese mesmo día o propio Cohén Gadol, atado a maior parte do tempo con roupas brancas antes que con douradas, ofrecía todos os sacrificios. Estes consistían nos seus persoais ofrendas queimadas de pecado, que el ofrecía por si mesmo, e ofrendas comunitarias similares levadas en nome do pobo. Como parte do ritual, Aharón tomou un puñado de incienso e entrou no Kodesh Kodashim. Logo arroxou o incienso sobre carbón tomado do altar e a cuberta do Arca quedou envolvida nunha nube de fume.
Dous machos cabríos foron provistos polo pobo como ofrenda e o Cohén Gadol botou a sortes para determinar cal dos dous sería sacrificado. A continuación, apoiou a súa man sobre a cabeza do outro animal, chamado Azazel, sobre o cal confesou os pecados do pobo, e logo arroxouno desde un acantilado, simbolizando así a remoción do pecado do pobo. Deuse orde aos xudeus de observar permanentemente ese día como o shabat máis solemne, no cal todo membro da Casa de Israel debía aflijirse por medio do ayuno e arrepentirse das súas malas accións.
Nuevamente advertiuse ao pobo que os sacrificios podían ser ofrecidos soamente no altar do Santuario. Ofrecer sacrificios no lugar elixido por un mesmo era considerado un acto de idolatría. Ademais, si alguén desexaba sacrificar un animal para comer durante o período do deserto, debía ser traído como ofrenda de paz. Foron promulgadas as leis que prohiben comer carne dun animal que morreu sen ser sacrificado segundo o ritual, e tamén a ingesta de sangue.
Ao pobo recordóuselle que se esperaba del un alto nivel de conduta moral si quería continuar sendo o elixido de D-s. Por conseguinte, o adulterio e os matrimonios ilícitos están fóra da lei. Outras nacións foran destruídas porque os seus membros observaran unha conduta inmoral e o mesmo destino terían os benei Israel si actuaban do mesmo xeito.
Parashá Kedoshim
Exhótase aos benei Israel a ser kedoshim, dunha elevada natureza de santidade. Este nivel espiritual pode ser alcanzado si uno respecta aos pais, observa o shabat e rexeita a adoración de ídolos. A repulsiva costume pagana de sacrificar nenos a Moloj, o deus dos emoritas, e de practicar a brujería, son punibles coa morte, pois contravienen esa santidade. Tamén están prohibidos os ritos paganos de duelo consistentes en tatuar ou mutilar partes do corpo. Están vedadas as mesturas irregulares, tales como a cruza de animais, ou o entretejido de la e lino (shaatnez), pois ofenden as leis divinas da natureza. Non se deben comer os froitos dunha árbore durante os primeiros tres anos logo de ser plantados.
O xudeu hase de distinguir pola súa compaixón. Debe mostrar especial consideración polo pobre e o estranxeiro, pois os nosos antepasados tamén foron estranxeiros na terra de Egipto. Por outra banda, debe deixar para os pobres a produción das esquinas do seu campo, así como as espigas caídas. Ademais debe facer tratos cos seus semellantes sobre bases totalmente honestas. En consecuencia, actos tales como roubar, mentir e calumniar, deben ser estrictamente evitados. O empleador debe pagar aos obreiros sen demora. O comerciante debe observar completa honestidade asegurándose de que as súas balanzas e pesas sexan absolutamente correctas. O xuíz non debe mostrar parcialidad en favor do pobre nin do influyente. Aquel que difama a unha persoa ou desorienta a un cego ou a unha persoa inxenua, é severamente censurado. Un xudeu debe facer todo o posible por salvar a vida doutro que está en perigo. Debe tamén amonestar a un semellante que comete un ereror. Doutra banda, non debe odiar a ninguén, senón amar aos seus semellantes como a si mesmo.
Finalmente, debe reprimir os aberrantes pecados de adulterio, incesto e bestialidade. As nacións paganas foron destruídas porque practicaban eses actos abominables e Israel sufrirá ese mesmo destino a menos que os seus membros observen fielmente todas as leis de Hashem. Espérase dos benei Israel que observen unha forma de vida superior e permanezan moralmente puros.
Lilmod ULelamed