miércoles, 25 de julio de 2012

Debarim (Bamidbar 1:1 -3:22)




A medida que los judíos se iban acercando a la Tierra Prometida, Moshé les reseñaba los acontecimientos y vivencias que experimentaron durante sus años de trajinar por el desierto. El rememoraba cómo ante el monte Jorev (Sinaí) D´s les había ordenado levantar el campamento y avanzar hacia su meta, la tierra de Canaán. Moshé había clamado que sin ayuda sería incapaz de soportar la carga del liderato, de modo que fueron designados jueces y administradores para auxiliarlo en el desempeño de su pesada misión. El pueblo estaba a punto de entrar en la Tierra prometida, pero fue desanimado por el informe pesimista de los meraglim (espías) y querelló contra D´s. Esta pérdida de la fe provocó el alargamiento del peregrinaje por el desierto, tiempo durante el cual murió casi toda la vieja generación.
Los israelitas habían acampado ante el monte Seír durante un tiempo prolongado. Allí se les dijo que continuaran su recorrido a través de la tierra de Edom. Sin embargo, no debían enredarse en ningún tipo de hostilidades, pues ese territorio había sido prometido a los descendientes de Eisav. Tampoco debían agredir a los habitantes de Moav, puesto que esa tierra había sido reservada para los hijos de Lot. No obstante, habían derrotado a Sión, rey de Jeshbón, quien se había rehusado a permitirles pasar a través de su territorio. La misma suerte le tocó a Og, rey de Bashán. El temor a los israelitas comenzó, entonces, a difundirse entre las naciones vecinas.
El territorio de Guilad había sido otorgado a las tribus de Reuven, Gad y parte de Menashé, con la estipulación de que se uniesen a los demás israelitas a la conquista de Canaán. Moshé animó a Iehoshúa a fin de que no temiese a las naciones que vivían en Eretz Israel.
Lilmod ULelamed


GALEGO

A medida que os xudeus íanse achegando á Terra Prometida, Moshé apuntáballes os acontecementos e vivencias que experimentaron durante os seus anos de trajinar polo deserto. O rememoraba como ante o monte Jorev (Sinaí) D´s ordenoulles levantar o campamento e avanzar cara á súa meta, a terra de Canaán. Moshé clamara que sen axuda sería incapaz de soportar a carga do liderado, de modo que foron designados xuíces e administradores para auxilialo no desempeño da súa pesada misión. O pobo estaba a piques de entrar na Terra prometida, pero foi desanimado polo informe pesimista dos meraglim (espías) e querelló contra D´s. Esta perda da fe provocou o alongamento da peregrinaxe polo deserto, tempo durante o cal morreu case toda a vella xeración.
Os israelitas acamparan ante o monte Seír durante un tempo prolongado. Alí díxoselles que continuasen o seu percorrido a través da terra de Edom. Con todo, non debían enredarse en ningún tipo de hostilidades, pois ese territorio fora prometido aos descendentes de Eisav. Tampouco debían agredir aos habitantes de Moav, posto que esa terra fora reservada para os fillos de Lot. No entanto, derrotaran a Sión, rei de Jeshbón, quen se había rehusado a permitirlles pasar a través do seu territorio. A mesma sorte tocoulle a Og, rei de Bashán. O temor aos israelitas comezou, entón, a difundirse entre as nacións veciñas.
O territorio de Guilad fora outorgado ás tribos de Reuven, Gad e parte de Menashé, coa estipulación de que se unisen aos demais israelitas á conquista de Canaán. Moshé animou a Iehoshúa a fin de que non temese ás nacións que vivían en Eretz Israel.
Lilmod ULelamed