viernes, 16 de mayo de 2014

Bejukotai (levítico 26:3 - 27:34)



El séfer Vaikrá concluye con el fragmento en que Moshé contrapone las diferentes actitudes que seguirán a la obediencia o la contravención de los judíos a los mandamientos de Hashem. la adhesión a las leyes se traducía en prosperidad y paz para el pueblo. La tierra producirá en abundancia y los granjeros estarán ocupados todo el año en la siembra de semillas y el levantamiento de las cosechas. Con la protección del Señor, ningún enemigo atacará a los judíos y éstos disfrutarán la paz y felicidad.
Por otro lado, la contravención a las leyes de Hashem conducirá a la catástrofe. Si los judíos se rebelan contra D-s, serán castigados con enfermedades, hambre y los horrores del asedio de los enemigos, a los cuales seguirá el exilio nacional. Pero si los judíos se arrepienten de sus malas acciones, el Señor recordará de nuevo Su pacto con los patriarcas y los aceptará una vez más como Su pueblo.
Se analizan previsiones para aquellos que han hecho la promesa de contribuir al mantenimiento del Santuario. Si alguien consagra su propio capital o el de un miembro de us familia al Santuario, el monto que debe pagar varía según la edad y el sexo. Quien ofrece un animal casher que podría ser usado para un sacrificio en el Santuario, no puede sustituirlo por otro. Sin embargo, puede redimir un animal defectuoso pagando al cohén su valor monetario más un quinto.
La redención de una fracción de tierra entregada debía estar basada en la cantidad de años que restaban hasta el próximo iovel. Un primogénito (bejor) no puede ser destinado como ofrenda voluntaria porque ya es propiedad de Hashem. El maaser (diezmo) de producción agrícola podía ser redimido pagando su valor más un quinto, en tanto que el diezmo de animales recién nacidos (que fueron apartados para el sacrificio) no podía ser redimido.
La Torá concluye enfatizando que "éstos fueron los mandamientos dados por Hashem a Moshé en el monte Sinaí".
Lilmod ULelamed