jueves, 29 de diciembre de 2011

Vaigash (Bereshit 44:18 - 47:27)





Luego que Biniamin fuera acusado de robar la copa de plata de Iosef, Iehudá se aproximó a éste y le formuló una elocuente apelación. Señaló el amor y el afecto especial que su padre Iaacov sentía por el único hijo que le quedaba de su esposa Rajel. El amor era tan intenso que el alma de Biniamin era tan cara a Iaacov como la suya propia. De hecho, continuó Iehudá, cuando Iaacov viera que Biniamin no había regresado con ellos, la decepción le causaría, seguramente, la muerte. Iehudá explicó también que él había garantizado personalmente el retorno seguro de Biniamin, y que el fracaso de este cometido provocaría su pérdida de este mundo y el venidero. En consecuencia, imploró que se le permitiera permanecer en Egipto como esclavo en lugar de Biniamin, y que éste pudiera regresar con los hermanos junto a su padre.
Iosef no pudo continuar conteniendo su fuerte emoción y ordenó que salieran todos los que estaban en la habitación, con excepción de sus hermanos. Una vez que estuvieron solos, comenzó a llorar mientras exclamaba: "Soy Iosef" y enseguida preguntó: "¿Está mi padre realmente vivo, aún?". Sus hermanos no pudieron responderle, pues estaban avergonzados por lo que le habían hecho. Iosef se dio cuenta de esto y les indicó que se acercaran a él, cosa que hicieron. Los consoló y les pidió que no estuvieran tristes por haberlo vendido, pues Hashem lo había enviado allí, efectivamente, para mantenerlos vivos durante los años de hambre. Les indicó que regresaran enseguida a Canáan y le dijeran a su padre que viniera a Egipto con sus hijos y nietos, y todos sus bienes. Ellos vivirían en la tierra de Goshen (la tierra de más fina pastura de Egipto) y Iosef les proveería de suficiente alimento para los años de hambruna que aún restaban.
La noticia del arribo de los hermanos de Iosef llegó al Faraón, quien indicó a Iosef que les dijera que trajeran a Egipto a Iaacov y a toda su familia y pertenencias. Además le ordenó que les encargara llevar carros para transportar a sus esposas e hijos. Iosef le regaló a cada uno de sus hermanos juegos de ropa y a Biniamin cinco de tales juegos y trescientos Selaím (monedas de plata de aquel entonces). También les dio provisiones para el camino.
A su padre le envió diez asnos cargados con lo mejor de la tierra de Egipto y otros diez con todo tipo de alimentos para el viaje.
Los hermanos salieron de Egipto y llegaron a Canaán. Allí le informaron a su padre que Iosef estaba vivo y que gobernaba sobre todo Egipto. El corazón de Iaacov dio un brinco, no les creía. Entonces los hermanos contaron lo que Iosef les había dicho. Iaacov oyó todo esto, vio los carros que Iosef había enviado para él y comprendió que se había convertido realmente en un soberano de Egipto. Exclamó entonces: "Hay aún mucha alegría en mi vida, pues Iosef está vivo. Iré a verlo antes de morir". Iaacov inició su viaje y llegó a Beer Sheva, donde ofrendó sacrificios a Di-s.

Hashem se le apareció en una visión y le dijo que no temiera viajar a Egipto, pues sus descendientes constituirían allí una gran nación. También le prometió que lo acompañaría a Egipto y luego lo llevaría de regreso a Eretz Israel (lo cual significaba que a su muerte sería sepultado en su tierra).
Iaacov fue a Egipto con todos sus hijos y nietos. Eran setenta las personas de la casa de Iaacov que llegaron a aquel país.

Iosef preparó personalmente su carroza y fue al encuentro de su padre. En una escena plena de emoción tuvo lugar, finalmente, la reunión. Iosef se aferró al cuello del padre, llorando continuamente.
Iaacov exclamó: "Si yo muriese inmediatamente después de haberte visto, me sentiría confortado, pues aún estás vivo".
Iosef dijo a sus hermanos y demás familiares que iba a informarle a Faraón de su llegada. Les aconsejó que cuando el rey los llamara y les preguntara cuál era su ocupación, respondieran que eran pastores. De este modo se asegurarían de vivir en Goshen, una buena tierra de pasturas, lejos de los egipcios, porque para éstos todo pastor era una abominación, ya que adoraban a la oveja como a un dios.
Iosef presentó a cinco de sus hermanos a Faraón y ellos siguieron su consejo en su conversación con el soberano, quien finalmente dijo a Iosef que instalara al padre y a los hermanos en la tierra de Goshen. Iosef llevó a su padre ante Faraón y Iaacov le confirió a éste su bendición.
La hambruna había alcanzado una etapa crítica. Iosef recaudó mucho dinero en las tierras de Egipto y Canaán gracias a la venta de alimentos, y lo llevó al tesoro real. En pago por los alimentos Iosef exigía a los egipcios, en primer lugar, su ganado, y luego su tierra. Los israelitas vivieron en Goshen, donde adquirieron propiedades y crecieron en número.

Lilmod ULelamed

jueves, 22 de diciembre de 2011

Miketz (Bereshit 41:1 - 44:17)




Dos años después de que el mayordomo principal fuera liberado de prisión, el faraón tuvo dos sueños extraños. En uno vio siete vacas flacas que devoraban siete vacas bien alimentadas y que, no obstante, permanecian débiles. En el otro vio siete espigas vacías tragándose otras siete llenas de granos, las que, sin embargo, permanecían delgadas. El faraón estaba perturbado por estos sueños y no se tranquilizó con ninguna de las interpretaciones ofrecidas por sus consejeros. Fue entonces que el copero recordó la capacidad de Iosef para interpretar sueños y le habló de ese talento al faraón.
Iosef fue llamado inmediatamente a presencia del monarca de Egipto, quien le informó que había tenido unos sueños que nadie había podido interpretar satisfactoriamente, y que había oído que él era capaz de explicarlos. Después de declarar que no era con su propia sabiduría que interpreta los sueños, sino que era D-s quien lo hacía a través de él, Iosef se dispuso a escuchar al faraón para satisfacer su pedido. Explicó que ambos sueños portaban el mismo mensaje de Hashem sobre lo que El estaba a punto de hacer. Las siete vacas bien alimentadas y las siete espigas rebosantes de granos representaban siete años de properidad económica para Egipto. Las siete vacas flacas y las siete espigas vacias de granos simbolizaban siete años de grave depresión económica, con una rigurosa hambruna, que seguirían a los años de prosperidad. Los siete años de hambre serían tan asoladores que los buenos anteriores serían olvidados. Más aún, la duplicación de este mensaje a través de dos sueños significaba que el comienzo de la materialización de ambos sueños era inminente.
Iosef aconsejó al faraón que nombrara a una persona sabia para administrar la tierra de Egipto. Los alimentos debían ser almacenados bajo el contgrol del faraón durante los siete años de abundancia para servir de sustento durante los años de escasez. La interpretación y el consejo de Iosef fueron aceptados por el soberado y todos sus servidores. En consecuencia, el faraón eligió inmediatamente al propio Iosef para el cargo mencionado y a la edad de treinta años lo convirtió en virrey de Egipto.
El faraón instaló oficialmente a Iosef en su cargo. Colocó en su dedo el anillo con el sello real, lo vistió con finas ropas de lino, le puso un collar de oro en el cuello, y lo ubicó en la carroza del virrey. le dio como esposa a Osnat bat Potifera, que tuvo más tarde dos hijos: Menashé y Efraim. Iosef comenzó a almacenar alimentos en las ciudades durante los años de abundancia y reunió tal cantidad que los registros perdieron significación y ya no fueron mantenidos.
Los años de abundancia habían concluído; ahora vendrían los de hambre, tal como lo había vaticinado Iosef. Este ordenó abrir todos los depósitos y vendió a los egipcios las provisiones almacenadas. Los países vecinos también sufrían hambre y sus habitantes recurrieron a Iosef para comprar alimentos.
La terrible escasez de Canaán impulsó a Iaakov a enviar a sus hijos a Egipto para comprar provisiones, pero hizo que el menor, Biniamin, se quedara en su hogar,por temor a que sufriera algun daño durante el viaje. Cuando los hijos de Iaakov llegaron, Iosef los reconoció de inmediato. Actuó con ellos como un extraño y no les reveló su identidad. Les habló rudamente ylos acusó de ser espías. Ellos negaron la acusación con vehemencia y le dijeron que eran todos hermanos y habían ido sólo a comprar alimentos. Le explicaron a Iosef que pertenecían a una familia de doce hermanos, que uno de ellos había desaparecido y que elmás joven se había quedado con su padre. "No, yo tengo razón", dijo Iosef. "Vosotros sois espías. Esta será vuestra prueba: Enviad a uno de vosotros y que traiga, de regreso, a vuestro hermano menor. Solo entonces sabré que estáis diciendo la verdad".
Iosef puso en prisión a todos los hermanos durante tres días. Después los liberó. Les informó, empero, que Shimon permanecería como rehén hasta que ellos retornaran con su hermano menor. Los hermanos se lamentaban ahora del trato que le habían dado a Iosef y atribuían esta terrible angustia al castigo Divino por el pecado que habían cometido. Ellos no sabían que Iosef comprendía su idioma, el hebreo, pues cuando habían conversado con él sus palabras habían sido traducidas al egipcio para que Iosef las "comprendiera". Cuando éste observó las expresiones de lamentación de sus hermanos, se alejó de ellos y lloró.
Luego regresó e hzio encarcelar a Shimón en presencia de ellos. Más tarde ordenó secretamente a sus sirvientes que llenaran con alimentos las vasijas de sus hermanos y que les devolvieran su dinero, poniéndolo dentro de las bolsas de cereales.
Cuando regresaban a su hogar, uno de los hermanos abrió la bolsa y encontró el dinero que había pagado por el alimento. Al no saber que Iosef había ordenado secretamente que se les devolviera el dinero, los hermanos termieron ser acusados de robo. Cuando regresaron a su hogar le relataron a Iaacov todo lo que habia ocurrido y a medida que iban vaciando sus bolsas, cada uno de ellos encontraba su dinero entre los granos. Sin embargo, Iaakov se rehusó a permitir que Biniamin los acompañara a Egipto por temor a que le ocurriera una desgracia durante el viaje.
El habre en Canaán era terrible. El alimento que habían traído de Egipto fue consumido en poco tiempo. Iehudá procuró calmar los termores de su padre ofreciéndole asumir la responsabilidad por la seguridad de Biniamin. Aunque a regañadientes, Iaakov aceptó permitir que su hijo menor fuera con ellos a Egipto.
Cuando los hermanos llegaron a aquel país, fueron escoltados hasta la casa de Iosef. Allí encontraron a Shimón y luego cenaron con Iosef. Este ordenó a su mayordomo que abasteciera a los hermanos de provisiones y que les devolviera nuevamente su dinero. También ordenó que su copa de plata fuera colocada en la bolsa de Biniamin. Los hermanos partieron en viaje de regreso, pero pronto fueron detenidos por el mayordomo de Iosef (enviado por él) , quien los acusó de ingratitud por haber robado la copa de plata de su amo. Ellos protestaron su inocencia y aceptaron que se los revisara. Cuando se encontró la copa en la bolsa de Biniamin, rasgaron sus vestimentas en señal de pesar y regresaron la ciudad. Iehuda ofreció que él y sus hermanos fueran rehenes, pero Iosef rehusó detener a ninguno, salvo al ladron. Biniamin, djio , sería encarcelado, y el resto de los hermanos quedaba en libertad de regresar junto a su padre.
Lilmod ULelamed

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Vaieshev (Bereshit 37:1 - 40:23)




El hijo favorito de Iaakov era Iosef, su ben z´kunim ("hijo de la vejez"). Le hizo confeccionar una túnica de seda de muchos oclores como signo de distinción y señorio. Esto despertó los celos de los hermanos de Iosef, al punto que llegaron a odiarlo y a no poder siquiera hablarle en tono amable.
Iosef tuvo dos sueños con el mismo mensaje obvio. El odio de sus hermanos se intensificó cuando conocieron el contenido de esos sueños. En el primero, los manojos de espigas de sus hermanos se inclinaban ante el suyo propio, que estaba en medio de ellos. En el segundo, el sol, la luna y once estrellas (representando el resto de la familia de Iosef) se inclinaban ante él. La deducción era que todos los miembros dela familia de Iosef se subordinarían a él. Iaakov le reprochó haber despertado la enemistad de sus hermanos, aunque él personalmente confiaba en que los sueños se harían realidad.
Cuando los hermanos de Iosef estaban vigilando los rebaños de su padre en Shjem, Iaakov lo envió a observar cómo iban las cosas. Al verlo acercarse, los hermanos decidieron que ésa era su oportunidad de complotar para matarlo, arrojar su cuerpo a un pozo y luego encubrir su acto diciendo que había sido devorado por una bestia salvaje.
Reuven sabía que eso era un crimen. Quería salvar a Iosef pero comprendió que los demás hermanos no entenderían sus palabras. No obstante, logró convencerlos de que no mataran a Iosef sino que lo arrojaran vivo en un pozo cercano. "Que no sean vuestras manos las que lo hieran directamente", arguyó Reuven. El se proponía regresar secretamente, más tarde, después de que sus hermanos lo despojaron de su túnica de seda y lo arrojaron vivo al foso, como había sugerido Reuven.
En ese momento adviertieron que se acercaba una caravana de ismaelitas que transportaban especias a Egipto, y a Iehudá se le ocurrió la idea de vender a Iosef como esclavo en lugar de causar directamente su muerte. Los demás hermanos aceptaron este nuevo plan y vendieron al joven a los viajeros ismaelitas por veinte piezas de plata. Reuven, que estaba lejos cuando esto ocurría, regresó al lugar y para su gran pesar no hallo rastro alguno de Iosef. Los hermanos empaparon su prenda de seda en sangre de cabra (que es parecida a la del ser humano) y la llevaron a Iaakov, quien se convenció de que Iosef había sido devorado por una bestia salvaje y lloró su pérdida por mucho tiempo.
Entretanto, Iosef había sido vendido y vuelto a vender muchas veces. Los ismaelitas lo vendieron a comerciantes midianitas, y éstos a Potifar, un funcionario del faraón, en Egipto.
Iehuda, se había casado con la hija Shua, un comerciante, y tuvieron tres hijos. el primero se casó con una mujer llamada Tamar, pero murió poco después del casamiento. El segundo hijo se casó entonces con ella, pero este segundo esposo también murió poco después. Iehuda temía que su tercer hijo muriera también si desposaba a Tamar, de modo que le pidió a ésta que aguardara en la casa de su padre hasta que su hijo menor tuviera edad para casarse con ella. Iehuda estaba sólo postergando el asunto, pues no tenía intención de hacer que el matrimonio tuviera lugar alguna vez. Enterada a traves de una profecía de que los reyes de Israel descenderían de Iehuda, Tamar se disfrazó y lo engaño para poder concebir un hijo suyo. Cuando su gravidez fue descubiera, Iehuda -sin saber que era su propio hijo el que Tamar llevaba en su vientre- la condenó a ser quemada. Pero su nuera pudo probar que el padre del niño que iba a nacer era el propio Iehudá. Cuando ella era llevada a la hoguera, le envió a Iehuda bienes personales, diciendo: "Estoy encinta por el poseedor de estos objetos. Iehuda comprendió enseguida y reconoció que era su hijo. Admitió que ella tenía razón, pues él no le había permitido que se casara con su hijo menor, y le perdonó la vida.
Hashem protegía a Iosef y éste tuvo éxito en todo lo que emprendió. Al darse cuenta de esto, Potifar lo designó intendente de su casa. La esposa de Potifar trató de seducir a Iosef, pero él rechazaba sus diarios asedios. Finalmente, ella se sintió ofendida y reaccionó maliciosamente, acusándolo de molestarla, y logró que Iosef fuera enviado a prisión.
Incluso en la cárcel el Señor estuvo con Iosef, y éste encontró gracia en los ojos del guardián, quien lo puso a cargo de todos los prisioneros. Todo lo que ocurría en laprisión era controlado por Iosef. Mientras permaneció allí se puso en contacto con dos funcionarios reales, el copero y el panadero. Ambos habían ofendido a Paró y estaban en prisión aguardando la sentencia. Una noche, cada uno de ellos tuvo un sueño, que reveló a Iosef, y la interpretación que hizo éste fue que el copero sería perdonado por el faraón, pero que el panadero sería ejecutado. Todo ocurrió tal como Iosef había predicho. Pidió, entonces, al copero que intercediera ante el faraón en su favor, pero el funcionadrio olvidó el pedido tan pronto como fue liberado de la prisión.
Lilmod ULelamed

jueves, 1 de diciembre de 2011

Vayetze (Bereshit 28:10 - 32:3)




En su viaje desde Beer Sheva hasta Jarán, Iaakov llegó hasta el monte de Moriá y durmió allí toda la noche. En una visión entre sueños observó ángeles que ascendían y descendían por na escalera apoyada sobre la tierra, cuya parte superior llegaba hasta el cielo. Hashem apareció entonces ante Iaakov y le prometió quela tierra sobre la que estaba descansando le sería entregada a él y a sus descendientes, y que él retornaría a su hogar bajo Su protección. Al despertar, Iaakov ungió y consagró la piedra que había colocado bajo su cabeza como un altar a D-s. Prometió que cuando regresara al hogar de su padre ofrecería al Señor un décimo de todas las posesiones que El le otorgara y que regresaría a rezarLe en el altar recientemente consagrado.
Iaakov llegó a un pozo de agua en un campo situado en los umbrales de Jarán. Observó que tres rebaños de ovejas y sus pastores se habían concentrado alrededor del pozo y estaban sentados, ociosos. Iaakov se acercó a ellos y les preguntó: "¿De dónde son uds.?"
"Somos de Jarán", fue la respuesta
"¿Conocen a Lavan, el hojo de Najor?", continuó Iaakov.
"Lo conocemos. Y allí esta Rajel, su hija, viviendo con las ovejas", señalo uno de los pastores.
"El día es largo aún; no es momento de reunir a las ovejas. ¿Por qué no les dan uds. agua y las llevan a pastorear al campo?", preguntó Iaakov.
"No podemos, hasta que no se reúnan los rebaños y todos los pastores juntos hagamos rodar la piedra de encima del pozo. Recíen entonces podremos darles agua a las ovejas", explicaron los pastores.

Mientras estaban conversando, Rajel se acercó con las ovejas de su padre. Cuando Iaakov la vio se acercó al pozo, hizo rodar la pesada piedra con una sola mano y le dio de beber a las ovejas de Laván.
Entonces dio a conocer a Rajel su relacion familiar. Ella fue presurosa a avisarle al padre la llegada del visitante. Lavan dio la bienvenida a Iaakov, quien estuvo de acuerdo en trabajar para él como pastor durante siete años, para poder casarse con Rajel, de quien se había enamorado. Lavan consintió, pero después que los siete años hubieron transcurrido, engaño a Iaakov sustituyendo a Rajel por Lea bajo el palio nupcial. Su excusa por esta engañosa maniobra fue que Lea era mayor y, en consecuencia, debía casarse primero. Iaakov no tuvo alternativa y aceptó la situación. Poco después se casó también con Rajel, pero bajo la condición de que trabajara otros siete años para Laván.

Hashem vio que Lea no era tan bien queria como Rajel. Por lo tanto, hizo que aquella tuviera hijos, en tanto que Rajel permanecía estéril. Aquella dio a luz a los primeros cuatro hijos de Iaakov: Reuvén, Shimón, Leví y Iehudá. Rajel, al no tener hijos, siguió el ejemplo de la abuela de Iaakov, Sará, y le ofreció a Iaakov su sirvienta Bilha como esposa. Bilha le dio a Iaakov sus dos hijos siguientes, Dan y Naftalí.
Lea observó que había dejado de tener hijos y tambíen le dio a Iaakov su sirvienta Zilpa como esposa. Zilpa concibió a Gad y Asher. La propia Lea dio a luz a dos hijos, Isajar y Zevulún. Tambíen fue madre de una hija llamda Dina. Luego Hashem recordó a Rajel, escuchó sus plegarias y dispuso que engendrara a otro hijo, al que llamó Iosef.
Con la ayuda de Hashem, Iaakov se convirtió en un hombre muy rico. Al advertir los celos de los hijos de Laván y la actitud fría de éste, decidió que era tiempo de abandonar el lugar. En ausencia de Laván, Iaakov tomó a a sus esposas, sus hijos y sus rebaños y emprendió viaje rumbo a su hogar. Antes de que salieran, Rajel, sin que Iaakov lo supiera, robó los ídolos del padre. Ella suponía que de esta forma evitaría que practicara la idolatría. Tres días más tarde, Lavan fue informado de la partida de Iaakov, salió a perseguirlo y lo alcanzó en la montañas de guilad. Hashem se apareció ante Laván en la noche durante un sueño, y le advirtió que no tratara de influir sobre Iaakov pra que regresara a Jarán. Laván echó en cara a su yerno el haber partido tan precipitadamente y lo acusó de robar los ídolos. Iaakov negó el robo pues ignoraba que Rajel era culpable, y declaró que cualquiera que hubiera robado los ídolos moriría. Lavan conmenzo una busqueda metódica entre todas las pertenencias de Iaakov, pero Rajel los habían escondido bien yla busqueda de Lavan resultó infructuosa. Entonces Iaakov y Lavan se separaron despues de cerrar un acuerdo de paz.
Iaakov y su comitiva continuaron su camino. En su viaje el patriarca encontró angeles del Señor en un lugar al que denomió Majanaim (grupos).
En esta parasha se menciona el nacimiento de los shvatim (tribus). Ellos son : Reuven, Shimon, Leví, Iehuda, Isajar, Zevulun, Dan, Naftalí, Gad, Asher, y Iosef. El nacimiento de Biniamin es mencioando en la parashat Vaishlaj.
Lilmod ULelamed

jueves, 24 de noviembre de 2011

Toldot (Bereshit 25:19 - 28:9)





Durante sus primeros veinte años de casados, Itzjak y Rivká no tuvieron hijos. Rezaron a D-s y El atendió sus oraciones y los bendijo dándoles mellizos. Eisav, el mayor, era un hombre de campo, un cazador. Iaakov, el menor, era un erudito que se pasaba todo el tiempo estudiando la Torá. Cada progenitor tenía su hijo favorito. Itzjak, mostraba afecto por Eisav, en tanto que Rivká, prefería a Iaakov.
Cierto día Eisav volvió a su hogar desde el campo, muy cansado, y advirtió que Iaakov estaba cocinando lentejas rojas. Eisav le dijo a Iaakov: "Dame rápido un poco de ese guiso para comer, pues estoy cansado".
Iaakov respondió: "Véndeme a cambio tus privilegios de primogénito". Iaakov sabía que hasta que Hashem eligiera a Aaron y sus descendientes para servir como la familia sacerdotal, serían los primogénitos quienes oficiarían como sacerdotes ante el Señor. Eisav no era digno de esa tarea de santidad. "¿De qué me sirven los derechos de primogenitura?", razonó Eisav. "Júramelo", djo el precavido Iaakov, Y así fue. Iaakov le dio a Eisav pan y lentejas a cambio de los derehcos de primogenitura, por los cuales éste había mostrado tan poco interés.
Para escapar de las garras del hambre Itzjak se trasladó temporariamente a Guerar. D-s se le apareció y le dijo que mantendría la promesa que le había hecho a su padre Abraham. le aseguró entonces a Izjak que tendría hijos tan numerosos como las estrellas del cielo y que sus descendientes heredarían la tierra de Canaan.
Tomando las mismas precausiones que su padre Abraham, Itzjak le dijo a la gente de Guerar que su esposa Rivka era su hermana. Avimélej, rey de Guerar, descubrió la verdad y ordenó que cualquiera que dañara a Itzjak o su esposa fuera ejecutado. Con la ayuda del Señor, Itzjak pronto se tornó muy próspero. Esto despertó la envidia de la población local y Avimelej le pidio que abandonara la región. Mientras estaba en el valle de Guerrar, Izjak cavó los viejos pozos de agua de su padre. Eventualmente se trasladó a Beer Sheva. Al poco tiempo, fue visitado por Avimelej, quien reconoció que Izjak era una persona santa favorecida por D-s, y ambos acordaron firmar un tratado de paz. Entretanto, Eisav provocó la pena de sus padres al casarse con dos mujeres hititas.
Itzjak había envejecido y perdido la vista, y sintió que había llegado el momento de bendecir a su hijo mayor. En consecuencia, pidió a Eisav que fuera al campo a cazar y que convirtiera la presa en un plato sabroso para él. Luego lo bendeciría. al oir esta conversación, Rivká vistió a Iaakov con ropas de Eisav, cubrió sus manos y su cuello con piel de cabra para que para que pareciera al tacto tan velludo como Eisav, y lo envió a ver a Itzjak y llevarle una sabrosa comida hecha con carne de cabra y pan, que ella había preparado. La voz de Iaakov despertó las sospechas de Itzjak, pero luego se tranquilizó al sentir las manos "velludas" como las de Eisav.
Itzjak, preparado para bendecir a su hijo, le pidió que se acercara. Iaakov así lo hizo y besó a su padre. Itzjak bendijo a su hijo diciendo: "D-s te dé del rocío del cielo y de las grosuras de la tierra, y abundante trigo y vino. Sírvanse pueblos y porsternense delante de ti naciones....Los que te maldijeren serán malditos, y benditos los que te bendijeren".
Tan pronto como Iaakvo hubo salido, regresó Eisav y la verdad fue descubiera. Sin embargo, Itzjak no revocó su bendición a Iaakov. Enlugar de ello aceptó bendecir también a Eisav y predijo que sus descendientes vivirán por la espada y serivirían a los descendientes de Iaakov en la media en que éstos se comportarán correctamente. Pero si los descendientes de Iaakov se desviaran del sendero de la Torá, los de Eisav se liberarían de esta obligación.
Eisav estaba muy perturbado por la artimaña de Iaakov y planeó matarlo ni bien muriera su padre. Para evitar esto, Rivká instruyó a Iaakov a fin de que abandonara su hogar y viviera en la casa de su hermano Lavan, en Jarán. Itzjak le dio un consejo similar y expresó el deseo que de Iaakov eligiera una esposa de estre la familia de su tío. Luego lo bendijo nuevamente para quelas bendiciones de Abraham se cumpliesen en él y sus descendientes, y heredasen la tierra de Canaan.
Después que Iaakov hubo abandonado Beer Sheva, Eisav trató de complacer a sus padres casandose con una hija de Ishmael.
Lilmod ULelamed

jueves, 17 de noviembre de 2011

Parashá Jaye Sara (Bereshit 23:1 - 25:18)




Sara murió en Jevrón a la edad de ciento veintisiete años. Abraham, al conocer la mala noticia, volvió rápidamente desde Beer Sheva para guardar duelo y rendirle homenaje. Adquirió el campo y la cueva cercanos de Majpelá a Efrón el hitita, como sepulcro permanente de Sara, y la inhumó allí.
Abraham, ahora ya de edad avanzada, estaba ansioso por casar a su hijo Itzjak. Llamó a su leal sirviente Eliezer y le encargó la importante tarea de hallar una compañera adecuada para su hijo. Abraham insistió en que Eliezer jurara que no elegiría una esposa para Itzjak de entre las hijas de los canaanitas. En lugar de ello, debía regresar a la tierra nativa de Abraham y traer de allí una esposa conveniente para su hijo.
Eliezer tomó diez camellos, los cargó con los mejores presentes de su amo y emprendió viaje a la residencia de los parientes de éste en Aram Naharaim. Llegó hacia la noche y se detuvo junto a un pozo en las afueras de la ciudad. rogó a Hashem que le permitiera hallar a la muchacha apropiada para Itzjak y continuó con su plegaria al Señor par aque coronara con éxito el método que iba a aplicar. Pediría agua a una joven que estuviera junto al pozo. Aquella que respondiera: "Bebe, que yo también sacaré agua para tus camellos", sería la elegida por D-s para Itzjak.
Antes de que Eliezer concluyera su plegaria, llegó Rivká al pozo y llenó su cántaro. Eliezer corrío hacia ella y le pidió un sorbo de agua. Rivka le dio de beber y luego sacó rápidamente agua pra todos los camellos de Eliezer. Al observar esto, el servidor de Abraham, esperando que sus plegarias hubieran sido escuchadas, le regaló ra Rivká un aro de nariz y dos brazaletes, todos de oro. Eliezer se sintió regocijado al descubrir que Rivká era, realmente, la nieta de Najor, hermano de Abraham. Se inclinó y bendijo a Hashem por este acto de bondad para con su amo.
Rivka llevó a Eliezer a su hogar y él contó toda la historia de su viaje. Los familiares estuvieron de acuerdo con esta unión y permitieron a Rivka que viajara a la tierra de Canaan para casarse con Itzjak. Eliezer inundó de regalos a Rivka y su familia. Luego partió llevando a la prometida a Canaan, donde conoció a Itzjak y se casó con él.
Abraham tomó otra esposa, K´tura, que dio a luz más hijos. Les dio hermosos regalos como herencia, pero dejó todo lo que poseía a su hijo favorito, Itzjak. Abraham murió a la edad de ciento setenta y cinco años y fue inhumado por sus hijos Itzjak e Ishmael en la cueva de Majpelá.
Lilmod ULelamed

jueves, 10 de noviembre de 2011

Parashá Vaiera



Mientras Abraham estaba sentado a la entrada de su tienda esperando recibir visitantes y poder cumplir así la mitzvá de guemilat jesed, aparecieron tres individuos. Abraham corrió a darles la bienvenida y a agasajarlos en la forma más hospitalaria. Estos "visitantes" eran, en realidad, malajim (ángeles) enviados por Hashem para cumplir misiones especiales en este mundo. Uno de ellos le informó a Abraham que detro de un año su esposa Sara daría a luz a un niño. Sara, que ya tenía casi noventa años de edad en ese momento, rió para sí al escuchar esta increíble noticia. Fue, entonces, reprendida por D-s por esta leve señal de duda. Ella debía haber creído de todo corazón en la promesa de Hashem. ¿Por qué era tan difícil de creer? ¿Hay acaso, algo que El no pueda hacer? Antes de irse, un segundo malaj cumplió su misión, curando a Abraham el dolor el malestar que le había porducido la circunsición).
Había llegado el momento de que el tercer ángel cumpliera su parte: la destrucción de Sedom y Amorá. Hashem decidió que sería impropio no informar a a Abraham de Su intención de destruir las dos ciudades. Cuando Abraham se enteró de esto, se despertó su rajmanut (misericordia) y se dirigió a D-s con una plegaria en favor de los habitantes de ambas ciudades, argumentando que los hombres justos no deberían ser destruidos junto con los malvados. Obtuvo, entonces, la promesa de Hashem de perdonar a la comunidad entera se si hallaran entre ellos por lo menos diez hombres rectos.
Dos malajim llegaron a Sdom. El primero, el mismo que había curado a Abraham, ya estaba allí para cumplir el resto de su mmisión y salvar a Lot y su familia. El segundo malaj estaba dispuesto a destruir la ciudad. Los dos malajim, que aún conservaban el aspecto de seres humanos, fueron saludados por Lot e invitados a alojarse en su casa. Cuando se difundió la noticia en la malvada ciudad de Sedom, todos los habitantes se reunieron alrededor de la casa de Lot. Los perversos hombres de la ciudad trataron de molestar a los visitantes y fueron castigados con ceguera por Hashem. Los malajim informaron entonces a Lot que D-s tenía la intención de destruir la ciudad. Lot titubeó ante la necesidad de abandonar Sdom; quería salvar su dinero. Sin perder un instante, los malajim lo tomaron a él, a su esposa y sus dos hijas, y los ubicaron fuera de la ciudad. Les adviertieron que no se dieran vuelta para mirar la destrucción de esa urbe. Ellos serían salvados sólo por el zejut (mérito) de Abraham y en consecuencia, no tenían derecho a observar el castigo de los demás. Se les advirtió, también, que no permanecieran en la planicie que rodeaba las ciudades. Lot rogó que se le permitiera quedarse en una pequeña ciudad, conocida más tarde como Tzóar. Hashem accedió al pedido y Lot y su familia hallaron refugio en ella. Luego Hashem derramó azufre y fuego sobre las ciudades de Sedom, Amorá y la planicie que las rodeaba. Toda el área fue destruida. La esposa de Lot desobedeció la advertencia de los malajaim: se dio vuelta para contemplar la destrucción y, como castigo, fue convertida en una estatua de sal.
Lot temía vivir en Tzóar debido a su proximidad a la detruida ciudad de Sdom. Se trasladó, entonces, a una cueva en el área montañosa cercana. Fue allí que sus hijas dieron a luz a los fundadores de las naciones de Amón y Moav.
Después de esta terribe catástrofe, Abraham viajó al Neguev (el sur de Eretz Israel), a la población de Guerar. Nuevamente tomó la precaución que había adoptado en Egipto, declarando que Sara era su hermana. Ella fue llevada al palacio de Avimélej, rey de Guerar, y toda la familia de éste fue castigada con una enfermedad. D-s se apareció a Avimilej en un sueño, le dijo que había cometido un pecado grave al llevar a Sara a su palacio y le advirtió que moriría si no la devolvía a su esposo. A la mañana siguiente, Avimelej la devolvió a Abraham, junto con valiosos presentes. Abraham oró por Avimelej y D-s curó a éste y a los miembros de su familia de la enfermedad que habían contraído.
Transcurrió un año y Hashem recordó a Sara, tal como había prometido. Ella dio a luz a un niño, al que Abraham llamó Itzjak, y lo hicieron circuncidar a los ocho días, tal como D-s le había ordenado. A medida que su hijo crecía, Sara sentía que Ishmael podía ejercer una influencia perniciosa sobre él, razón por la cual pidió a Abraham que alejara a Hagar e Ishmael. Abraham se sintió apenado por este pedido, pero Hashem se le apareció y le dijo que debía seguir el consejo de Sará. También le prometió que Ishmael sería padre de una gran nación. Abraham le dio a Hagar pan y agua y la alejó de su casa junto con Ishamel. La mujer y su hijo deambularon durante días por el desierto. Cuando parecía que se iban a morir de sed, apareció un malaj de Hashem y mostró milagrosamente a Hagar dnde había agua, dándole seguridades acercxa del futuro de su hijo. Ishamel creció en el desierto de Parán, donde se casó con una mujer egipcia.
Abraham fue un verdadero sercidor de Hashem. En el curso de su vida, d-s lo había sometido a nueve pruebas defíciles para comprobar su lealtad. Abraham siempre había pasado con éxito esas pruebas; su sincera fidelidad y devoción a D-s le había permitido sortear todas las trampas puestas en su camino. Empero, la prueba número diez había sido la más difícil de todas. hashem ordenó a Abraham que tomara su único hijo, al que amaba tanto, el hijo de su vejez, Itzjak y lo ofrendara en sacrificio en una de las montañas de Moriá.
Abraham no titubeó ni por un instante. A la mañana siguiente se levantó temprano, hizo los arreglos necesarios, tomó a su hijo y partió hacia el lugar que le sería revelado por D-s. Al tercer día llegó a la montaña señalada. Abraham construyó el mizbeaj (altar), dispuso la madera y ató las manos y los pies de Itzjak. Luego lo ubicó en el mizbéaj, sobre la madera, y alzó el cuchillo dispuesto a sacrificar a su hijo, cuando repentinamente se oyó la voz celestial de un malaj exclamar "¡Abraham, Abraham!", e indicarle que no tocara ni hiciera daño a Itzjak. Ahora era evidente , a todas luces, que Abraham era verdaderamente temeroso de D-s y no había necesidad de sacrificar a Itzjak. Abraham encontró un carnero cuyo cuernos se habían enredado entre los arbustos, y lo sacrificó en lugar de Itzjak Hashem le prometió que por zejut (mérito) de us gran acción El lo bendeciría, sus hijos serían numerosos y sus descendientes heredarían las ciudades de sus enemigos
Lilmod ULelamed

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Lej Leja (Bereshit 12:1 - 17:27)



A Abram le llegó el llamado divino para que abandonara Jarán y se encaminara a otra tierra que Hashem le indicaría. El patriarca se dirigió a Canaán (Eretz Israel), llevando consigo a su esposa Sarai, su sobrino Lot, y todas sus posesiones. También llevó a los muchos seguidores a quienes él y Sarai habían logrado acercar a los caminos de Hashem y de Su Torá. Los viajeros llegaron a la tierra de Canaan y continuaron hasta la ciudad de Shjem, donde D-s se le apareció a Abram en una visión y afirmó Su promesa de que algún día la tierra de Canaan pertenecería a sus descendientes. Abram construyó un mizbéaj (altar) en acción de gracias a Hashem por esas noticias felices.

Una terrible hambruna desatada en Canaan, impulsó a Abram a permanecer temporariamente en Egipto. Temiendo que los egipcios se sintieran atraídos por su esposa Sarai y lo asesinaran para apoderarse de ella , al acercarse a la tierra de Egipto le pidió que les dijera que era su hermana. Cuando arribaron a ese pais la belleza de Sarai despertó gran admiración y fue llevada al palacio de Paró (faraón). De inmediato, Abram fue colmado de regalos de rebaños y sirvientes. Sin embargo, cuando Paró y su familia fueron castigados con misteriosas enfermedades, éste sintió que algo andaba mal. Supo que Sarai era, en realidad, esposa de Abram, y que su secuestro había causado este castigo. Paró pidió a Abram que abandonara Egipto junto con su familia y sus bienes, y Abram así lo hizo.

Con su esposa y las nuevas posesiones que había obtenido regresó a la ciudad de Bet-El, en Canaan. Puesto que Abram y Lot se habían hecho muy ricos y dueños de grandes rebaños, no había suficientes pastos para los ganados de ambos y surgieron disputas entre los pastores. Para evitar el conflicto, Abram sugirió que él y Lot se separaran y ofreció a su sobrino que eligiera primero la tierra en la cual quería asentarse. Lot eligió la planicie del Jordán, fértil y bien regada, y levantó sus tiendas hasta la ciudad de Sdom, de mala fama por la perversidad de sus habitantes. Abram se estableció en la llanuras de Mamre, cerca de Jevrón y nuevamente recibió la promesa de D-s de que algún día sus descendientes poseerían esa tierra.

En esa época, cinco gobernantes del sur de Canaán, incluyendo los reyes de Sedom y Amorá, se hallaban comprometidos en una revuelta contra Kedarlaomer, rey de Elam, a quien le habían pagado tributos durante doce años. Kedarlaomer buscó la ayuda de tres de los gobernantes vecinos. La revuelta se conviertió en una batalla en la que triunfaron Kedarlaomer y sus aliados. Estos obtuvieron un botín consistente en todas las posesiones de Sedom y Amorá. Además sometieron a cautiverio a gran parte del pueblo. Entre los cautivos se encontraba Lot. Al conocer la situación de su sobrino, Abram condujó a sus familiares y servidores, y presentó batalla contra las fuerzas victoriosas, las derrotó y rescató a Lot y sus posesiones, como así también al resto de los habitantes de Sedom y todos sus bienes. El rey de esta ciudad salió a saludar a Abram luego de su victoria y le ofreció todas las posesiones que había rescatado de Kedarlaomer, como recompensa pro haber liberado a los cautivos. Abram, empero, rehusó cualquier tipo de retribución por sus esfuerzos.

A pesar de toda su buena fortuna, Abram se sentía triste por el hecho de no tener, aún, un hijo y heredero. Entonces, Hashem, le indicó que mirara el cielo y contara las estrellas. "Ciertamente , no puedes contarlas", dijo D-s, "pues así de numerosos serán tus hijos". Luego le hizo saber quelo había sacado de la tierra de Ur Casdim para entregarle esta tierra como posesión que heredarían sus descendientes. Abram preguntó: "¿Cómo sabré que poseo esta tierra?" Y Hashem selló, entonces, un pacto con él, cnocido como Brit bein habetarim (pacto en las mitades). D-s le informó luego que sus descendientes serían escalvizados temporariamente en tiera extraña, pero que saldrían de ella con gran riqueza.

Como no tenía hijos, Sarai sugirió a Abram que tomara a su sierva hagar como segunda esposa. Cuando Hagar advirtió que estaba encinta le perdió el respeto a Sarai. Esta se sintió muy ofendida y se quejó a Abram. el patriarca devolvió a Sarai su autoridad sobre hagar. Después, Sarai tuvo que lidiar duramente con la sierva, que terminó huyendo. Un angel de Hashem apareció ante Hagar y le dijo que regresara, prometiéndole que el hijo que tendría , Ishmael, sería el fundador de una gran Nación. Cuando Abram llegó a la edad de noventa y nueve años Hashem renovó Su pacto con él y cambió Su nombre por el de Abraham, que significa "padre de una multitud de naciones". Luego le ordenóque se circuncidara, junto con todos los demás varones de su casa. Desde entonces, todo niño varón judío que nace debe ser circuncidado a los ocho días de edad. Este ha sido el signo del pacto entre D-s y Abraham y sus descendientes. Hashem dijo tambíen a Abraham que a partir de entonces Sarai sería conocida como Sará, que significa "princesa". Abraham cumplió prestamente la gran mitzvá del Brit milá (circunsición) en Ishmael y todos los varones de su casa, y luego se circuncidó él mismo. Todo esto fue realizado por Abraham a la luz del día, sin importarle lo que los demás podrían decir o hacer.

Lilmod ULelamed
                       

miércoles, 19 de octubre de 2011

Bereshit (Bereshit 1:1 - 6:8)





La Torá comienza declarando que en el principio Hashem creó el cielo y la tierra de la nada. Sin embargo, el mundo era un vacio, sin forma ni orden. durante los primeros seis días D-s creó y ubicó cada cosa en el universo en su posición adecuada de funcionamiento. El orden de esta tarea divina fue el siguiente:
Primer día: Creación de la luz y la oscuridad
Segundo día: Arreglo del rakía (firmamento) pra separar las aguas del cielo y de la tierra.
Tercer día: Acumulación de las aguas en un lugar, permitiendo que la tierra fuera visible
Cuarto día: Creación y ubicación del sol y de la luna en el cielo
Quinto día: Creación de la vida en elmar, y de las aves
Sexto día: Cración de los reptiles, demás animales y, finalmente el hombre
El Séptimo día de la creación, Hashem "descansó" y lo santificó como shabat.
D-s decidió que no era bueno que el hombre estuviera solo. Trajo a todos los animales y aves ante Adam, y éste les dio nombre, pero no pudo encontrar compañera para é entre ellos. En consecuencia, Hashem sumió a Adam en un profundo sueño, sacó una de sus costillas y luego cerró la herida con carne. Dio forma, desarrolló y completó la costilla, haciendo con ella una mujer, a la cual llevó ante Adam. Luego ubicó a ambos en el Jardín del Eden, donde podrían comer de todo, excepto del fruto prohibido del árbol del conocimiento. Sin embargo, Javá se dejó influir por la astutua serpiente (najash), comió del fruto prohibido y le dio a probar a Adam. como resultado de esta transgresión recibieron el castigo divino: fueron obligados a abandonar el Gan Eden y comenzaron su vida humana, tal como la conocemos, experimentando las dificulatades del trabajo para su sustento y el sufrimiento de la parición. También la serpiente recibió su castigo y a a partir de entonces se arrastra sobre la tierra y come polvo.

Adam y Javá tuvieron dos hijos: Caín, que se convirtió en agricultor, y Hevel, que fue un pastor. Ambos llevaron ofrendas de su producción a Hashem. Hevel era sincero y llevaba lo mejor de su rebaño. Por otro lado, Cain no lo era y llevaba lo peor de su producción. Hashem aceptó la ofrenda de Hevel e hizo descender un fuego del cielo, que lo asó. pero no ocurrió lo mismo con la de Cain, quien se sintió avergonzado y se encolerizo. Mientras estaban en el campo, Caín mató a Hével.
Cuando Hashem le preguntó donde estaba su hermano, Cain respondió: "Soy acaso el gurdián de mi hermano?" D-s lo castigó, entonces, severamente, maldiciéndolo y forzándolo a deambular continuamente sobre la faz de la Tierra.
Adam y Javá tuvieron un tercer hijo, Shet, y otros más. Como cada generación se reproducía, a su vez, el número de seres humanos creció considerablemente.
Hubo diez generaciones desde ADam hasta Nóaj, incluyendo dos tzadikim: Janoj y Metushelaj. Sin embargo, la mayoría se inclinó hacia el mal y practicó la inmoralidad y la violencia. Hashem comenzó a reconsiderar Su acto de poblar el mundo con la raza humana. Noaj, empero, encontró gracia en Sus ojos.
Lilmod ULelamed

viernes, 14 de octubre de 2011

Sucot. Las cuatro especies.



Otra observancia particular relacionada con Sucot es el precepto de juntar las cuatro especies -una cidra (etrog), una rama de palmera (lulav), una rama de mirto (hadás) y una rama de sauce (aravá)- y con ellas regocijarse frente al Señor.
En tanto que el lulav, el hadás y la aravá se atan juntos como una unidad, el etrog está separado. Cada persona debe adquirir un conjunto de las cuatro especies para sí mismo, en cumplimiento del precepto bíblico.El lulav (al que están unidas también las ramas del mirto y del sauce) se sostiene en la mano derecha, y el etrog en la mano izquierda, con el tallo (con el cual ha sido cortado del árbol), hacia arriba. Sosteniendo los dos juntos, se pronuncia durante todos los días de Sucot la siguiente bendición:

Barúj atá, Adonai, Eloheinu, mélej haolam, asher kidshanu bemitzvotav vetzivanu al netilat lulav.
Bendito eres Tú, Señor, nuestro Dios, Rey del Mundo, que nos has santificado con Tus preceptos y nos has ordenado lo que concierne a tomar el lulav.
(Debido a que el Lulav es la más grande de las cuatro especies, el conjunto en su totalidad se denomina con ese nombre.)
 

El primer día de Sucot se agrega la bendición de Sheheieyanu.
Una vez recitada la bendición, se da vuelta el etrog de manera que el tallo quede hacia abajo y el pitóm (pezón) hacia arriba. Sosteniendo el etrog al lado del lulav, este último se agita en las cuatro direcciones este, sur, oeste, norte; y después hacia arriba y hacia abajo.
(Muchas interpretaciones simbólicas fueron asignadas a las cuatro especies y al significado de ser agitadas en todas las direcciones. La más simple es que "al regocijarse frente al Señor" con las cuatro especies, éstas se agitan en todas las direcciones para indicar la presencia de Dios por doquier.)



El lulav y el etrog se sostienen también durante la recitación del Halel, los salmos en alabanza a Dios, que se recitan durante todos los días de la festividad en los servicios matinales y se agitan de la misma manera en varias ocasiones durante el recitado de los versículos "Dad gracias al Señor, porque El es bueno; por que Su misericordia es eterna" y "Te suplicamos, oh Señor, sálvanos".
Durante la parte especial del servicio de la festividad, conocida como Hoshánot, todas las personas en la sinagoga participan en una procesión alrededor de la bimá con un lulav y un etrog. Cada día de
Sucot se lleva a cabo una procesión semejante, en tanto que en el séptimo día (conocido también como Hoshaná Rabá), la procesión se lleva a cabo siete veces. Estas procesiones alrededor de la bimá conmemoran las procesiones similares alrededor del altar en el antiguo Templo de Jerusalén durante la festividad de Sucot.
El lulav y el etrog no se toman ni se bendicen el día de Sucot que coincide con Shabat, ya sea en el primero o en cualquier otro día de la festividad.


miércoles, 5 de octubre de 2011

LAS CINCO PARTES DE LA TEFILA DE KIPUR




Kol nidré y Arbit.
Se acostumbra a vestir ropa blanca (llamada kitel), el color blanco es un símbolo de pureza, como está escrito aunque vuestros pecados sean como la grana, tornarse tan blanco como la nieve. (Isaias 1:18).
De día debemos ir a la sinagoga si tenemos esa oportunidad, y vestimos el Talit todo el tiempo. (Mishná Berurá 619/4).
Se dice Kol Nidré cuando aun es de día, debido a que es una declaración de anulación de votos religiosos (Neder), y tal anulación no se debe hacer en Yom Tov, o en Shabat, y Kipur tiene el carácter de Shabat. Es por consiguiente decir los Piyutim de Lejá Elí y shemá Kolí, después de Kol Nidré.
Esta oración es transmitir un mensaje en el cual en el interior del corazón del judío siempre seguirá apegado a la Toráh.
Se dice que fue compuesta por judíos Anusim de España que se congregaban en sótanos en Yom Kipur y declaraban que en su corazón guardaban fidelidad al judaísmo.
Para Kol Nidré se sacan todos los Sefré Toráh del Jejal.
El Kol Nidré se dice tres veces por tres personas diferentes, con emoción la declaración preliminar: Bishiva shel Maala… autorizando a los transgresores “en nombre del tribunal celestial y del tribunal terrestre”… de unirse a la oración.
Después se diría la Berajá de “Shehejeyanu”.
Se devuelven los Sifré Toráh y se continúa con Arbit.
En Keriat Shemá la parte Beruj Shem Kevod. Se diría en voz alta al igual que los ángeles a los cuales Israel se asemeja en este día.
La Amidá precedida del versículo Ki Bayom Jazé proclamando el carácter expiatorio y purificador de Kipur.
En Shabat, se dice primero como de costumbre Veshamerú. También después de la Amidá de Arbit se dice Vayjulú seguido de la Berajá de Meen Sheva.
Después de cada Amidá de Kipur, se dirían las Selijot en las cuales intercalaremos los versículos de Vayaavor, donde invocaremos los Trece Atributos de clemencia del Eterno.
Se acostumbra decir en total veintiséis veces Vayaavor durante Kipur, equivalente al valor numérico de las cuatros letras del nombre del Eterno..
Tendríamos que esforzarnos en Kipur en decir la oración de la Amidá y Selijot con el corazón sometido, con fevor y concentración, conscientes de la oportunidad que este gran día nos ofrece para salir de él purificados y renovados.
Incluso se debe exteriorizar nuestros sentimientos o por lo menos de forma implorante.
Shajarit
Durante Kipur, se madruga en ir a la sinagoga. Hasta la Amidá, la oración es similar a cualquier Yom Tov.
Durante la Jazará de la Amidá contiene el gran Viduy, que se pronuncia con especial emoción.
Después de los selijot seguidas de Piyutim, se sacan dos Sifré Toráh.
En el Primero se lee la Parashá Ajaré Mot (Levítico 11).
Se lee entre 6 personas y, si cae en shabat serían 7 personas (La avocación con emoción en esta Parashá de la muerte de los dos justos Nadav y Abijú tiene un poder expiatorio en si), (Zohar Ajaré Mot 56).
En el Segundo Sefer Toráh se llama al Maftir para leer la Parashá Uveasor (Números Pinjás 29 1-12).
La Haftará es Solu Solu (Isaías cap 57-58).
Si hubiera un Brit Milá en Kipur, se efectuaría la ceremonia después de la lectura de la Toráh y antes de Ashré.
Se diría la Berajá sobre la Milá sin la copa de vino habitual.
Musaf
Antes de la Oración de Musaf se diría la plegaria Izkor, en la que se eleva el recuerdo por los familiares fallecidos, se reza por ellos y se hace ofrecimiento de Tzedaká.
Pero en las comunidades Sefarditas no se acostumbra recitar esta plegaria.
Durante la Jazará de Musaf, se intercala el Seder Haavodá, relato completo del servicio especial que el cohen Gadol efectuaba en el Templo, el día de Yom Kipur.
El Cohen Gadol, era el delegado del todo Israel para atraer el gran perdón por medio de este servicio.
Hoy en día, como el templo no existe, el relato del Seder Haavodá tiene un poder expiatorio en si.
La Kehilá escucha con fervor e imita la antigua costumbre del pueblo que se prosternaba cada vez que el cohen Gadol, al enunciar el Viduy, pronunciaba el Nombre inefable de D-s – Todos respondían entonces Baruj Shem…..
Minjá
En Minjá, después de Ashré y Uva Letsión, se sacaría un Sefer toráh, en el cual se diría, con tres personas, la lectura que trata de las Arayot (Levítico Ajaré Mot, cap 18).
El tercero que es el Maftir (sin Kadish) que lee como Haftará todo el libro del Profetas Jonás/Yoná, completado con tres versículos del Profeta Miqueas/Mijá, Mi El Kamoja…
Neilá
En Yom Kipur, después de Minjá, se añade una oración especial llamada Neilá, que comienza poco antes de la puesta del sol, y termina con la aparición de las estrellas.
Es el punto culminante de Kipur con el cierre del Juicio Divino, y es evidentemente el momento en que los fieles se concentran más en la oración y sienten un brío sincero de Teshuvá. (Mishná Berura 10).
Nielá comienza con el conmovedor Pizmón: El Nora Alilá, implorando el perdón en el momento del cierre; Luego Ashré seguido de una Amidá en la cual, en vez de Kotbenu (Inscribenos), se dice Jotmenu (Séllanos).
En la Jazará se diría Birkat Cohanin antes de la puesta de sol. (Mishná Berurá 623/8).
Al final de las Selijot, se toca el shofar, Tekiá que se completa después del Kadish por una Teruá Guedolá marcando el final de Kipur.
Hay que prolongar un poco el Yom Kipur tanto de entrada como de salida.
La oración a la salida de Kipur es la misma que la de salida de Shabat.
Se intercala en la amidá Atá Jonantanu.
Después de Arbit, se dice Havdalá sobre el vino; no se dice la Berajá Besamim.
Para la Berajá de Boré Meoré Haesh, se utiliza una vela que quedó encendida desde la entrada de Kipur.
Después de Arbit se suele decir Birkat Halevaná.
De vuelta a casa, terminado el ayuno, se come en una atmósfera de alegría y sentirse personado y purificado.
Después de comer, se efectuaría el primer trabajo de construcción de la Sucá a fin de unir la Mitzvá de la Sucá con la de Kipur.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Haazinu (Devarim 32:1 -32:52)



Moshé tenía 120 años de edad cuando anunció que su liderazgo llegaba a su fin. Reveló, además, que Iehoshúa había sido elegido por Hashem como su sucesor, que asumiría el mando y conduciría exitosamente a Israel a la Tierra Prometida. En presencia de todo el pueblo, Moshé exhortó a Iehoshúa a ser fuerte y valiente, y a depositar toda su confianza en D-s.
Luego puso por escrito la Ley y la entregó a los cohanim y a los ancianos. Cuando hubiera un rey que gobernara a Israel, debería leerla públicamente, en Sucot del año siguiente al de la shemitá, a los judíos reunidos en el Santuario. De esta forma, cada hombre, mujer y niño de Israel tendría presente su obligacion de obedecer a D-s.
El libro de la Ley escrito por Moshé debía ser colocado por los leviim al lado del Arón Hadkodesh, para atestiguar contra Israel si alguna vez se desviaba de sus enseñanzas.
Luego Hashem ordenó a Moshé que reuniera al pueblo para enseñarle los pasajes de la parashat Haazinu, que le recordaría nuevamente las consecuencias de volverse contra el Señor.
Lilmod ULelamed

jueves, 22 de septiembre de 2011

Nitzavim-Vaielej-Devarim 29:9 -31:30

  


Moshé tenía 120 años de edad cuando anunció que su liderazgo llegaba a su fin. Reveló, además, que Iehoshúa había sido elegido por Hashem como su sucesor, que asumiría el mando y conduciría exitosamente a Israel a la Tierra Prometida. En presencia de todo el pueblo, Moshé exhortó a Iehoshúa a ser fuerte y valiente, y a depositar toda su confianza en D-s.
Luego puso por escrito la Ley y la entregó a los cohanim y a los ancianos. Cuando hubiera un rey que gobernara a Israel, debería leerla públicamente, en Sucot del año siguiente al de la shemitá, a los judíos reunidos en el Santuario. De esta forma, cada hombre, mujer y niño de Israel tendría presente su obligacion de obedecer a D-s.
El libro de la Ley escrito por Moshé debía ser colocado por los leviim al lado del Arón Hadkodesh, para atestiguar contra Israel si alguna vez se desviaba de sus enseñanzas.
Luego Hashem ordenó a Moshé que reuniera al pueblo para enseñarle los pasajes de la parashat Haazinu, que le recordaría nuevamente las consecuencias de volverse contra el Señor.
Lilmod ULelamed