martes, 25 de diciembre de 2012

Vaieji (Genesis 47:28 - 50:26)






Iaacov había llegado a la edad de ciento cuarenta y siete años. Se aproximaba el fin de sus días. Llamó pues, a Iosef y le hizo prometer que lo sepultara en Canaán, el lugar del eterno descanso de sus padres, y no en Egipto. Tiempo después se le informó a Iosef que Iaacov estaba enfermo y fue a visitarlo con sus dos hijos, Efraim y Menashé. Iaacov le dijo a Iosef que Efraim y Menashé serían contados entre sus propios hijos. Cada uno de ellos sería cabeza de un shévet (tribu), al igual que los hijos de Iaacov. Iosef acercó a sus hijos a Iaacov y éste los besó y abrazó.
Iaacov extendió la mano derecha y la colocó sobre la cabeza de Efraim (el más joven), y la izquierda sobre la cabeza de Menashé. Iosef pensó que era incorrecto que la mano derecha de su padre estuviera sobre la cabeza de Efraim; entonces le levantó la mano, le explicó que Menashé era el mayor y que en consecuencia, su mano derecha debía estar sobre su cabeza. Iaacov rehusó cambiar la posición, profetizando que Menashé se convertiría en una gran nación, pero que el shévet Efraim seria aún mayor
Iaacov llamó a todos sus hijos junto a su lecho, habló a cada uno de ellos y los bendijo. Estas famosas bendiciones, conocidas como "Birkat Iaacov" (bendiciones de Iaacov), están llenas de profecías sobre el futuro de cada shévet, y de descripciones de los atributos y características de cada uno de ellos.
Iaacov ordenó a todos sus hijos que lo sepultaran en la Mearat Hamajpelá, que Abraham le había comprado a Efrón.
Iaacov terminó de dar las instrucciones a los hijos, juntó los pies en la cama y "retornó a su pueblo".
Iosef cayó sobre el padre, lloró y lo besó. Luego ordenó a los médicos que lo embalsamaran, cosa que hicieron. Los egipcios observaron duelo por Iaacov durante setenta días. Iosef recibió permiso de Faraón y él, sus hermanos y todos los miembros de sus familias, junto con los ancianos de Egipto, pudieron ir a Canaán a inhumar a Iaacov en la Mearat Hamajpelá, como él les había instruido.
A su regreso a Egipto, los hermanos de Iosef, temerosos de que éste tratara de vengarse, buscaron su perdón por las malas acciones pasadas. Sin embargo, Iosef les aseguró que no había en él ánimo de venganza, los calmó y les dijo que apoyaría a ellos y a sus hijos.
Antes de su muerte, Iosef hizo jurar a los hijos de Israel que llevarían sus restos consigo cuando Hashem los condujera de regreso a la Tierra Prometida.
Iosef murió a la edad de ciento diez años y su cuerpo fue embalsamado y colocado en un féretro.

Lilmod ULelamed




 GALEGO


Iaacov chegara á idade de cento corenta e sete anos. Aproximábase o fin dos seus días. Chamou pois, a Iosef e fíxolle prometer que o sepultase en Canaán, o lugar do eterno descanso dos seus pais, e non en Egipto. Tempo despois informóuselle a Iosef que Iaacov estaba doente e foi visitalo cos seus dous fillos, Efraim e Menashé. Iaacov díxolle a Iosef que Efraim e Menashé serían contados entre os seus propios fillos. Cada un deles sería cabeza dun shévet (tribo), do mesmo xeito que os fillos de Iaacov. Iosef achegou aos seus fillos a Iaacov e este bicounos e abrazou.
Iaacov estendeu a man dereita e colocouna sobre a cabeza de Efraim (o máis novo), e a esquerda sobre a cabeza de Menashé. Iosef pensou que era incorrecto que a man dereita do seu pai estivese sobre a cabeza de Efraim; entón levantoulle a man, explicoulle que Menashé era o maior e que en consecuencia, a súa man dereita debía estar sobre a súa cabeza. Iaacov rehusó cambiar a posición, profetizando que Menashé converteríase nunha gran nación, pero que o shévet Efraim seria aínda maior
Iaacov chamou a todos os seus fillos xunto ao seu leito, falou a cada un deles e bendíxoos. Estas famosas bendicións, coñecidas como "Birkat Iaacov" (bendicións de Iaacov), están cheas de profecías sobre o futuro de cada shévet, e de descricións dos atributos e características de cada un deles.
Iaacov ordenou a todos os seus fillos que o sepultasen na Mearat Hamajpelá, que Abraham comproulle a Efrón.
Iaacov terminou de dar as instrucións aos fillos, xuntou os pés na cama e "retornou ao seu pobo".
Iosef caeu sobre o pai, chorou e bicouno. Logo ordenou aos médicos que o embalsamaran, cousa que fixeron. Os egipcios observaron duelo por Iaacov durante setenta días. Iosef recibiu permiso de Faraón e el, os seus irmáns e todos os membros das súas familias, xunto cos anciáns de Egipto, puideron ir a Canaán a inhumar a Iaacov na Mearat Hamajpelá, como el instruír.
Ao seu regreso a Egipto, os irmáns de Iosef, medorentos de que este tratase de vingarse, buscaron o seu perdón polas malas accións pasadas. Con todo, Iosef aseguroulles que non había nel ánimo de vinganza, acougounos e díxolles que apoiaría a eles e aos seus fillos.
Antes da súa morte, Iosef fixo xurar aos fillos de Israel que levarían os seus restos consigo cando Hashem conducíseos de regreso á Terra Prometida.
Iosef morreu á idade de cento dez anos e o seu corpo foi embalsamado e colocado nun féretro.
Lilmod ULelamed

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Vaigash (Genesis 44:18 - 47:27)






Luego que Biniamin fuera acusado de robar la copa de plata de Iosef, Iehudá se aproximó a éste y le formuló una elocuente apelación. Señaló el amor y el afecto especial que su padre Iaacov sentía por el único hijo que le quedaba de su esposa Rajel. El amor era tan intenso que el alma de Biniamin era tan cara a Iaacov como la suya propia. De hecho, continuó Iehudá, cuando Iaacov viera que Biniamin no había regresado con ellos, la decepción le causaría, seguramente, la muerte. Iehudá explicó también que él había garantizado personalmente el retorno seguro de Biniamin, y que el fracaso de este cometido provocaría su pérdida de este mundo y el venidero. En consecuencia, imploró que se le permitiera permanecer en Egipto como esclavo en lugar de Biniamin, y que éste pudiera regresar con los hermanos junto a su padre.
Iosef no pudo continuar conteniendo su fuerte emoción y ordenó que salieran todos los que estaban en la habitación, con excepción de sus hermanos. Una vez que estuvieron solos, comenzó a llorar mientras exclamaba: "Soy Iosef" y enseguida preguntó: "¿Está mi padre realmente vivo, aún?". Sus hermanos no pudieron responderle, pues estaban avergonzados por lo que le habían hecho. Iosef se dio cuenta de esto y les indicó que se acercaran a él, cosa que hicieron. Los consoló y les pidió que no estuvieran tristes por haberlo vendido, pues Hashem lo había enviado allí, efectivamente, para mantenerlos vivos durante los años de hambre. Les indicó que regresaran enseguida a Canáan y le dijeran a su padre que viniera a Egipto con sus hijos y nietos, y todos sus bienes. Ellos vivirían en la tierra de Goshen (la tierra de más fina pastura de Egipto) y Iosef les proveería de suficiente alimento para los años de hambruna que aún restaban.
La noticia del arribo de los hermanos de Iosef llegó al Faraón, quien indicó a Iosef que les dijera que trajeran a Egipto a Iaacov y a toda su familia y pertenencias. Además le ordenó que les encargara llevar carros para transportar a sus esposas e hijos. Iosef le regaló a cada uno de sus hermanos juegos de ropa y a Biniamin cinco de tales juegos y trescientos Selaím (monedas de plata de aquel entonces). También les dio provisiones para el camino.
A su padre le envió diez asnos cargados con lo mejor de la tierra de Egipto y otros diez con todo tipo de alimentos para el viaje.
Los hermanos salieron de Egipto y llegaron a Canaán. Allí le informaron a su padre que Iosef estaba vivo y que gobernaba sobre todo Egipto. El corazón de Iaacov dio un brinco, no les creía. Entonces los hermanos contaron lo que Iosef les había dicho. Iaacov oyó todo esto, vio los carros que Iosef había enviado para él y comprendió que se había convertido realmente en un soberano de Egipto. Exclamó entonces: "Hay aún mucha alegría en mi vida, pues Iosef está vivo. Iré a verlo antes de morir". Iaacov inició su viaje y llegó a Beer Sheva, donde ofrendó sacrificios a Di-s.

Hashem se le apareció en una visión y le dijo que no temiera viajar a Egipto, pues sus descendientes constituirían allí una gran nación. También le prometió que lo acompañaría a Egipto y luego lo llevaría de regreso a Eretz Israel (lo cual significaba que a su muerte sería sepultado en su tierra).
Iaacov fue a Egipto con todos sus hijos y nietos. Eran setenta las personas de la casa de Iaacov que llegaron a aquel país.

Iosef preparó personalmente su carroza y fue al encuentro de su padre. En una escena plena de emoción tuvo lugar, finalmente, la reunión. Iosef se aferró al cuello del padre, llorando continuamente.
Iaacov exclamó: "Si yo muriese inmediatamente después de haberte visto, me sentiría confortado, pues aún estás vivo".
Iosef dijo a sus hermanos y demás familiares que iba a informarle a Faraón de su llegada. Les aconsejó que cuando el rey los llamara y les preguntara cuál era su ocupación, respondieran que eran pastores. De este modo se asegurarían de vivir en Goshen, una buena tierra de pasturas, lejos de los egipcios, porque para éstos todo pastor era una abominación, ya que adoraban a la oveja como a un dios.
Iosef presentó a cinco de sus hermanos a Faraón y ellos siguieron su consejo en su conversación con el soberano, quien finalmente dijo a Iosef que instalara al padre y a los hermanos en la tierra de Goshen. Iosef llevó a su padre ante Faraón y Iaacov le confirió a éste su bendición.
La hambruna había alcanzado una etapa crítica. Iosef recaudó mucho dinero en las tierras de Egipto y Canaán gracias a la venta de alimentos, y lo llevó al tesoro real. En pago por los alimentos Iosef exigía a los egipcios, en primer lugar, su ganado, y luego su tierra. Los israelitas vivieron en Goshen, donde adquirieron propiedades y crecieron en número.

Lilmod ULelamed

EN GALEGO

Logo que Biniamin fose acusado de roubar a copa de prata de Iosef, Iehudá aproximouse a este e formuloulle unha elocuente apelación. Sinalou o amor e o afecto especial que o seu pai Iaacov sentía polo único fillo que lle quedaba da súa esposa Rajel. O amor era tan intenso que a alma de Biniamin era tan cara a Iaacov como a súa propia. De feito, continuou Iehudá, cando Iaacov vise que Biniamin non regresara con eles, a decepción causaríalle, seguramente, a morte. Iehudá explicou tamén que el garantira persoalmente o retorno seguro de Biniamin, e que o fracaso deste labor provocaría a súa perda deste mundo e o vindeiro. En consecuencia, imploró que se lle permitise permanecer en Exipto como escravo en lugar de Biniamin, e que este puidese regresar cos irmáns xunto ao seu pai.
Iosef non puido continuar contendo a súa forte emoción e ordenou que saísen todos os que estaban na habitación, con excepción dos seus irmáns. Unha vez que estiveron sos, comezou a chorar mentres exclamaba: "Son Iosef" e enseguida preguntou: "Está o meu pai realmente vivo, aínda?". Os seus irmáns non puideron responderlle, pois estaban avergoñados polo que lle fixeron. Iosef deuse conta disto e indicoulles que se achegasen a el, cousa que fixeron. Consolounos e pediulles que non estivesen tristes por habelo vendido, pois Hashem enviouno alí, efectivamente, para mantelos vivos durante os anos de fame. Indicoulles que regresasen enseguida a Canáan e dixésenlle ao seu pai que viñese a Exipto cos seus fillos e netos, e todos os seus bens. Eles vivirían na terra de Goshen (a terra de máis fina pastura de Exipto) e Iosef proveríalles de suficiente alimento para os anos de fame negra que aínda restaban.
A noticia do arribo dos irmáns de Iosef chegou ao Faraón, quen indicou a Iosef que lles dixese que trouxesen a Exipto a Iaacov e a toda a súa familia e pertenzas. Ademais ordenoulle que lles encargase levar carros para transportar ás súas esposas e fillos. Iosef regaloulle a cada un dos seus irmáns xogos de roupa e a Biniamin cinco de tales xogos e trescentos Selaím (moedas de prata daquel entón). Tamén lles deu provisións para o camiño.
Ao seu pai envioulle dez asnos cargados co mellor da terra de Exipto e outros dez con todo tipo de alimentos para a viaxe.
Os irmáns saíron de Exipto e chegaron a Canaán. Alí informáronlle ao seu pai que Iosef estaba vivo e que gobernaba sobre todo Exipto. O corazón de Iaacov deu un brinco, non lles cría. Entón os irmáns contaron o que Iosef díxolles. Iaacov oíu todo isto, viu os carros que Iosef enviara para el e comprendeu que se converteu realmente nun soberano de Exipto. Exclamou entón: "Hai aínda moita alegría na miña vida, pois Iosef está vivo. Irei velo antes de morrer". Iaacov iniciou a súa viaxe e chegou a Beer Sheva, onde ofrendó sacrificios a Dei-s.
Hashem aparecéuselle nunha visión e díxolle que non temese viaxar a Exipto, pois os seus descendentes constituirían alí unha gran nación. Tamén lle prometeu que o acompañaría a Exipto e logo levaríao de regreso a Eretz Israel (o cal significaba que á súa morte sería sepultado na súa terra).
Iaacov foi a Exipto con todos os seus fillos e netos. Eran setenta as persoas da casa de Iaacov que chegaron a aquel país.
Iosef preparou persoalmente a súa carroza e foi ao encontro do seu pai. Nunha escena plena de emoción tivo lugar, finalmente, a reunión. Iosef aferrouse ao pescozo do pai, chorando continuamente.
Iaacov exclamou: "Se eu morrese inmediatamente logo de haberche visto, sentiríame confortado, pois aínda estás vivo".
Iosef dixo aos seus irmáns e demais familiares que ía informarlle a Faraón da súa chegada. Aconselloulles que cando o rei chamáseos e preguntáselles cal era a súa ocupación, respondesen que eran pastores. Deste xeito aseguraríanse de vivir en Goshen, unha boa terra de pasturas, lonxe dos exipcios, porque para estes todo pastor era unha abominación, xa que adoraban á ovella como a un deus.
Iosef presentou a cinco dos seus irmáns a Faraón e eles seguiron o seu consello na súa conversación co soberano, quen finalmente dixo a Iosef que instalase ao pai e aos irmáns na terra de Goshen. Iosef levou ao seu pai ante Faraón e Iaacov conferiulle a este a súa bendición.
A fame negra alcanzara unha etapa crítica. Iosef recadou moito diñeiro nas terras de Exipto e Canaán grazas á venda de alimentos, e levouno ao tesouro real. En pago polos alimentos Iosef esixía aos exipcios, en primeiro lugar, o seu gando, e logo a súa terra. Os israelitas viviron en Goshen, onde adquiriron propiedades e creceron en número.


Lilmod ULelamed

martes, 11 de diciembre de 2012

Miketz (Génesis 41:1-44:17)






Dos años después de que el mayordomo principal fuera liberado de prisión, el faraón tuvo dos sueños extraños. En uno vio siete vacas flacas que devoraban siete vacas bien alimentadas y que, no obstante, permanecían débiles. En el otro vio siete espigas vacías tragándose otras siete llenas de granos, las que, sin embargo, permanecían delgadas. El faraón estaba perturbado por estos sueños y no se tranquilizó con ninguna de las interpretaciones ofrecidas por sus consejeros. Fue entonces que el copero recordó la capacidad de Iosef para interpretar sueños y le habló de ese talento al faraón.
Iosef fue llamado inmediatamente a presencia del monarca de Egipto, quien le informó que había tenido unos sueños que nadie había podido interpretar satisfactoriamente, y que había oído que él era capaz de explicarlos. Después de declarar que no era con su propia sabiduría que interpreta los sueños, sino que era D-s quien lo hacía a través de él, Iosef se dispuso a escuchar al faraón para satisfacer su pedido. Explicó que ambos sueños portaban el mismo mensaje de Hashem sobre lo que El estaba a punto de hacer. Las siete vacas bien alimentadas y las siete espigas rebosantes de granos representaban siete años de prosperidad económica para Egipto. Las siete vacas flacas y las siete espigas vacías de granos simbolizaban siete años de grave depresión económica, con una rigurosa hambruna, que seguirían a los años de prosperidad. Los siete años de hambre serían tan asoladores que los buenos anteriores serían olvidados. Más aún, la duplicación de este mensaje a través de dos sueños significaba que el comienzo de la materialización de ambos sueños era inminente.
Iosef aconsejó al faraón que nombrara a una persona sabia para administrar la tierra de Egipto. Los alimentos debían ser almacenados bajo el control del faraón durante los siete años de abundancia para servir de sustento durante los años de escasez. La interpretación y el consejo de Iosef fueron aceptados por el soberano y todos sus servidores. En consecuencia, el faraón eligió inmediatamente al propio Iosef para el cargo mencionado y a la edad de treinta años lo convirtió en virrey de Egipto.
El faraón instaló oficialmente a Iosef en su cargo. Colocó en su dedo el anillo con el sello real, lo vistió con finas ropas de lino, le puso un collar de oro en el cuello, y lo ubicó en la carroza del virrey. le dio como esposa a Osnat bat Potifera, que tuvo más tarde dos hijos: Menashé y Efraim. Iosef comenzó a almacenar alimentos en las ciudades durante los años de abundancia y reunió tal cantidad que los registros perdieron significación y ya no fueron mantenidos.
Los años de abundancia habían concluido; ahora vendrían los de hambre, tal como lo había vaticinado Iosef. Este ordenó abrir todos los depósitos y vendió a los egipcios las provisiones almacenadas. Los países vecinos también sufrían hambre y sus habitantes recurrieron a Iosef para comprar alimentos.
La terrible escasez de Canaán impulsó a Iaakov a enviar a sus hijos a Egipto para comprar provisiones, pero hizo que el menor, Biniamin, se quedara en su hogar,por temor a que sufriera algún daño durante el viaje. Cuando los hijos de Iaakov llegaron, Iosef los reconoció de inmediato. Actuó con ellos como un extraño y no les reveló su identidad. Les habló rudamente y los acusó de ser espías. Ellos negaron la acusación con vehemencia y le dijeron que eran todos hermanos y habían ido sólo a comprar alimentos. Le explicaron a Iosef que pertenecían a una familia de doce hermanos, que uno de ellos había desaparecido y que el más joven se había quedado con su padre. "No, yo tengo razón", dijo Iosef. "Vosotros sois espías. Esta será vuestra prueba: Enviad a uno de vosotros y que traiga, de regreso, a vuestro hermano menor. Solo entonces sabré que estáis diciendo la verdad".
Iosef puso en prisión a todos los hermanos durante tres días. Después los liberó. Les informó, empero, que Shimon permanecería como rehén hasta que ellos retornaran con su hermano menor. Los hermanos se lamentaban ahora del trato que le habían dado a Iosef y atribuían esta terrible angustia al castigo Divino por el pecado que habían cometido. Ellos no sabían que Iosef comprendía su idioma, el hebreo, pues cuando habían conversado con él sus palabras habían sido traducidas al egipcio para que Iosef las "comprendiera". Cuando éste observó las expresiones de lamentación de sus hermanos, se alejó de ellos y lloró.
Luego regresó e hizo encarcelar a Shimón en presencia de ellos. Más tarde ordenó secretamente a sus sirvientes que llenaran con alimentos las vasijas de sus hermanos y que les devolvieran su dinero, poniéndolo dentro de las bolsas de cereales.
Cuando regresaban a su hogar, uno de los hermanos abrió la bolsa y encontró el dinero que había pagado por el alimento. Al no saber que Iosef había ordenado secretamente que se les devolviera el dinero, los hermanos temieron ser acusados de robo. Cuando regresaron a su hogar le relataron a Iaacov todo lo que había ocurrido y a medida que iban vaciando sus bolsas, cada uno de ellos encontraba su dinero entre los granos. Sin embargo, Iaakov se rehusó a permitir que Biniamin los acompañara a Egipto por temor a que le ocurriera una desgracia durante el viaje.
El hambre en Canaán era terrible. El alimento que habían traído de Egipto fue consumido en poco tiempo. Iehudá procuró calmar los temores de su padre ofreciéndole asumir la responsabilidad por la seguridad de Biniamin. Aunque a regañadientes, Iaakov aceptó permitir que su hijo menor fuera con ellos a Egipto.
Cuando los hermanos llegaron a aquel país, fueron escoltados hasta la casa de Iosef. Allí encontraron a Shimón y luego cenaron con Iosef. Este ordenó a su mayordomo que abasteciera a los hermanos de provisiones y que les devolviera nuevamente su dinero. También ordenó que su copa de plata fuera colocada en la bolsa de Biniamin. Los hermanos partieron en viaje de regreso, pero pronto fueron detenidos por el mayordomo de Iosef (enviado por él) , quien los acusó de ingratitud por haber robado la copa de plata de su amo. Ellos protestaron su inocencia y aceptaron que se los revisara. Cuando se encontró la copa en la bolsa de Biniamin, rasgaron sus vestimentas en señal de pesar y regresaron a la ciudad. Iehuda ofreció que él y sus hermanos fueran rehenes, pero Iosef rehusó detener a ninguno, salvo al ladrón. Biniamin, dijo , sería encarcelado, y el resto de los hermanos quedaba en libertad de regresar junto a su padre.
Lilmod ULelamed

GALEGO

Dous anos despois de que o mordomo principal fose liberado de prisión, o faraón tivo dous soños estraños. Nun viu sete vacas fracas que devoraban sete vacas ben alimentadas e que, no entanto, permanecían débiles. No outro viu sete espigas baleiras tragándose outras sete cheas de grans, as que, con todo, permanecían delgadas. O faraón estaba perturbado por estes soños e non se tranquilizou con ningunha das interpretacións ofrecidas polos seus conselleiros. Foi entón que o copeiro recordou a capacidade de Iosef para interpretar soños e faloulle dese talento ao faraón.
Iosef foi chamado inmediatamente a presenza do monarca de Exipto, quen lle informou que tivera uns soños que ninguén puidera interpretar satisfactoriamente, e que oíra que el era capaz de explicalos. Logo de declarar que non era coa súa propia sabedoría que interpreta os soños, senón que era D-s quen o facía a través del, Iosef dispúxose a escoitar ao faraón para satisfacer o seu pedido. Explicou que ambos os soños portaban o mesmo mensaxe de Hashem sobre o que O estaba a piques de facer. As sete vacas ben alimentadas e as sete espigas rebosantes de grans representaban sete anos de prosperidade económica para Exipto. As sete vacas fracas e as sete espigas baleiras de grans simbolizaban sete anos de grave depresión económica, cunha rigorosa fame negra, que seguirían aos anos de prosperidade. Os sete anos de fame serían tan asoladores que os bos anteriores serían esquecidos. Máis aínda, a duplicación desta mensaxe a través de dous soños significaba que o comezo da materialización de ambos os soños era inminente.
Iosef aconsellou ao faraón que nomease a unha persoa sabia para administrar a terra de Exipto. Os alimentos debían ser almacenados baixo o control do faraón durante os sete anos de abundancia para servir de sustento durante os anos de escaseza. A interpretación e o consello de Iosef foron aceptados polo soberano e todos os seus servidores. En consecuencia, o faraón elixiu inmediatamente ao propio Iosef para o cargo mencionado e á idade de trinta anos converteuno en vicerrei de Exipto.
O faraón instalou oficialmente a Iosef no seu cargo. Colocou no seu dedo o anel co selo real, vestiuno con finas roupas de liño, púxolle un colar de ouro no pescozo, e situouno na carroza do vicerrei. deulle como esposa a Osnat bat Potifera, que tivo máis tarde dous fillos: Menashé e Efraim. Iosef comezou a almacenar alimentos nas cidades durante os anos de abundancia e reuniu tal cantidade que os rexistros perderon significación e xa non foron mantidos.
Os anos de abundancia concluíran; agora virían os de fame, tal como vaticinouno Iosef. Este ordenou abrir todos os depósitos e vendeu aos exipcios as provisións almacenadas. Os países veciños tamén sufrían fame e os seus habitantes recorreron a Iosef para comprar alimentos.
A terrible escaseza de Canaán impulsou a Iaakov a enviar aos seus fillos a Exipto para comprar provisións, pero fixo que o menor, Biniamin, quedase no seu fogar,por temor a que sufrise algún dano durante a viaxe. Cando os fillos de Iaakov chegaron, Iosef recoñeceunos de inmediato. Actuou con eles como un estraño e non lles revelou a súa identidade. Faloulles rudamente e acusounos de ser espías. Eles negaron a acusación con vehemencia e dixéronlle que eran todos irmáns e foran só a comprar alimentos. Explicáronlle a Iosef que pertencían a unha familia de doce irmáns, que un deles desaparecera e que o máis novo quedouse co seu pai. "Non, eu teño razón", dixo Iosef. "Vós sodes espías. Esta será a vosa proba: Enviade a un de vós e que traia, de regreso, ao voso irmán menor. Só entón saberei que estades dicindo a verdade".
Iosef puxo en prisión a todos os irmáns durante tres días. Despois liberounos. Informoulles, emporiso, que Shimon permanecería como refén ata que eles retornasen co seu irmán menor. Os irmáns lamentábanse agora do trato que lle deron a Iosef e atribuían esta terrible angustia ao castigo Divino polo pecado que habían labor. Eles non sabían que Iosef comprendía o seu idioma, o hebreo, pois cando conversaran con el as súas palabras foran traducidas ao exipcio para que Iosef comprendéseas". Cando este observou as expresións de lamentación dos seus irmáns, afastouse deles e chorou.
Logo regresou e fixo encarcerar a Shimón en presenza deles. Máis tarde ordenou secretamente aos seus serventes que enchesen con alimentos as vasijas dos seus irmáns e que lles devolvesen o seu diñeiro, póndoo dentro das bolsas de cereais.
Cando regresaban ao seu fogar, un dos irmáns abriu a bolsa e atopou o diñeiro que pagara polo alimento. Ao non saber que Iosef ordenara secretamente que se lles devolvese o diñeiro, os irmáns temeron ser acusados de roubo. Cando regresaron ao seu fogar relatáronlle a Iaacov todo o que ocorrera e a medida que ían baleirando as súas bolsas, cada un deles atopaba o seu diñeiro entre os grans. Con todo, Iaakov se rehusó a permitir que Biniamin acompañáseos a Exipto por temor a que lle ocorrese unha desgraza durante a viaxe.
O fame en Canaán era terrible. O alimento que trouxeran de Exipto foi consumido en pouco tempo. Iehudá procurou acougar os temores do seu pai ofrecéndolle asumir a responsabilidade pola seguridade de Biniamin. Aínda que de mala gana, Iaakov aceptou permitir que o seu fillo menor fóra con eles a Exipto.
Cando os irmáns chegaron a aquel país, foron escoltados ata a casa de Iosef. Alí atoparon a Shimón e logo cearon con Iosef. Este ordenou ao seu mordomo que abastecese aos irmáns de provisións e que lles devolvese novamente o seu diñeiro. Tamén ordenou que a súa copa de prata fose colocada na bolsa de Biniamin. Os irmáns partiron en viaxe de regreso, pero pronto foron detidos polo mordomo de Iosef (enviado por el) , quen os acusou de ingratitud por roubar a copa de prata do seu amo. Eles protestaron a súa inocencia e aceptaron que llos revisase. Cando se atopou a copa na bolsa de Biniamin, rasgaron as súas vestimentas en sinal de pesar e regresaron á cidade. Iehuda ofreceu que el e os seus irmáns fosen reféns, pero Iosef rehusó deter a ningún, salvo ao ladrón. Biniamin, dixo , sería encarcerado, e o resto dos irmáns quedaba en liberdade de regresar xunto ao seu pai.


Lilmod ULelamed

martes, 4 de diciembre de 2012

Vaieshev (Genesis 37:1 - 40:23)





El hijo favorito de Iaakov era Iosef, su ben z´kunim ("hijo de la vejez"). Le hizo confeccionar una túnica de seda de muchos colores como signo de distinción y señorío. Esto despertó los celos de los hermanos de Iosef, al punto que llegaron a odiarlo y a no poder siquiera hablarle en tono amable.
Iosef tuvo dos sueños con el mismo mensaje obvio. El odio de sus hermanos se intensificó cuando conocieron el contenido de esos sueños. En el primero, los manojos de espigas de sus hermanos se inclinaban ante el suyo propio, que estaba en medio de ellos. En el segundo, el sol, la luna y once estrellas (representando el resto de la familia de Iosef) se inclinaban ante él. La deducción era que todos los miembros de la familia de Iosef se subordinarían a él. Iaakov le reprochó haber despertado la enemistad de sus hermanos, aunque él personalmente confiaba en que los sueños se harían realidad.
Cuando los hermanos de Iosef estaban vigilando los rebaños de su padre en Shjem, Iaakov lo envió a observar cómo iban las cosas. Al verlo acercarse, los hermanos decidieron que ésa era su oportunidad de complotar para matarlo, arrojar su cuerpo a un pozo y luego encubrir su acto diciendo que había sido devorado por una bestia salvaje.
Reuven sabía que eso era un crimen. Quería salvar a Iosef pero comprendió que los demás hermanos no entenderían sus palabras. No obstante, logró convencerlos de que no mataran a Iosef sino que lo arrojaran vivo en un pozo cercano. "Que no sean vuestras manos las que lo hieran directamente", arguyó Reuven. El se proponía regresar secretamente, más tarde, después de que sus hermanos lo despojaron de su túnica de seda y lo arrojaron vivo al foso, como había sugerido Reuven.
En ese momento advirtieron que se acercaba una caravana de ismaelitas que transportaban especias a Egipto, y a Iehudá se le ocurrió la idea de vender a Iosef como esclavo en lugar de causar directamente su muerte. Los demás hermanos aceptaron este nuevo plan y vendieron al joven a los viajeros ismaelitas por veinte piezas de plata. Reuven, que estaba lejos cuando esto ocurría, regresó al lugar y para su gran pesar no hallo rastro alguno de Iosef. Los hermanos empaparon su prenda de seda en sangre de cabra (que es parecida a la del ser humano) y la llevaron a Iaakov, quien se convenció de que Iosef había sido devorado por una bestia salvaje y lloró su pérdida por mucho tiempo.
Entretanto, Iosef había sido vendido y vuelto a vender muchas veces. Los ismaelitas lo vendieron a comerciantes medianitas, y éstos a Potifar, un funcionario del faraón, en Egipto.
Iehuda, se había casado con la hija Shua, un comerciante, y tuvieron tres hijos. el primero se casó con una mujer llamada Tamar, pero murió poco después del casamiento. El segundo hijo se casó entonces con ella, pero este segundo esposo también murió poco después. Iehuda temía que su tercer hijo muriera también si desposaba a Tamar, de modo que le pidió a ésta que aguardara en la casa de su padre hasta que su hijo menor tuviera edad para casarse con ella. Iehuda estaba sólo postergando el asunto, pues no tenía intención de hacer que el matrimonio tuviera lugar alguna vez. Enterada a través de una profecía de que los reyes de Israel descenderían de Iehuda, Tamar se disfrazó y lo engaño para poder concebir un hijo suyo. Cuando su gravidez fue descubierta, Iehuda -sin saber que era su propio hijo el que Tamar llevaba en su vientre- la condenó a ser quemada. Pero su nuera pudo probar que el padre del niño que iba a nacer era el propio Iehudá. Cuando ella era llevada a la hoguera, le envió a Iehuda bienes personales, diciendo: "Estoy encinta por el poseedor de estos objetos. Iehuda comprendió enseguida y reconoció que era su hijo. Admitió que ella tenía razón, pues él no le había permitido que se casara con su hijo menor, y le perdonó la vida.
Hashem protegía a Iosef y éste tuvo éxito en todo lo que emprendió. Al darse cuenta de esto, Potifar lo designó intendente de su casa. La esposa de Potifar trató de seducir a Iosef, pero él rechazaba sus diarios asedios. Finalmente, ella se sintió ofendida y reaccionó maliciosamente, acusándolo de molestarla, y logró que Iosef fuera enviado a prisión.
Incluso en la cárcel el Señor estuvo con Iosef, y éste encontró gracia en los ojos del guardián, quien lo puso a cargo de todos los prisioneros. Todo lo que ocurría en la prisión era controlado por Iosef. Mientras permaneció allí se puso en contacto con dos funcionarios reales, el copero y el panadero. Ambos habían ofendido a Paró y estaban en prisión aguardando la sentencia. Una noche, cada uno de ellos tuvo un sueño, que reveló a Iosef, y la interpretación que hizo éste fue que el copero sería perdonado por el faraón, pero que el panadero sería ejecutado. Todo ocurrió tal como Iosef había predicho. Pidió, entonces, al copero que intercediera ante el faraón en su favor, pero el funcionario olvidó el pedido tan pronto como fue liberado de la prisión.
Lilmod ULelamed


EN GALEGO


O fillo favorito de Iaakov era Iosef, o seu ben z´kunim ("fillo da vellez"). Fíxolle confeccionar unha túnica de seda de moitas cores como signo de distinción e señorío. Isto espertou os celos dos irmáns de Iosef, ao momento que chegaron a odialo e a non poder sequera falarlle en ton amable.
Iosef tivo dous soños co mesmo mensaxe obvia. O odio dos seus irmáns intensificouse cando coñeceron o contido deses soños. No primeiro, os feixes de espigas dos seus irmáns inclinábanse ante o seu propio, que estaba no medio deles. No segundo, o sol, a lúa e once estrelas (representando o resto da familia de Iosef) inclinábanse ante el. A dedución era que todos os membros da familia de Iosef subordinaríanse a el. Iaakov reprochoulle espertar a inimizade dos seus irmáns, aínda que el persoalmente confiaba en que os soños faríanse realidade.
Cando os irmáns de Iosef estaban vixiando os rabaños do seu pai en Shjem, Iaakov enviouno a observar como ían as cousas. Ao velo achegarse, os irmáns decidiron que esa era a súa oportunidade de complotar para matalo, arroxar o seu corpo a un pozo e logo encubrir o seu acto dicindo que fora devorado por unha besta salvaxe.
Reuven sabía que iso era un crime. Quería salvar a Iosef pero comprendeu que os demais irmáns non entenderían as súas palabras. No entanto, logrou convencelos de que non matasen a Iosef senón que o arroxasen vivo nun pozo próximo. "Que non sexan as vosas mans as que o firan directamente", argüiu Reuven. O propúñase regresar secretamente, máis tarde, despois de que os seus irmáns desposuírono da súa túnica de seda e arroxárono vivo ao foso, como suxerira Reuven.
Nese momento advertiron que se achegaba unha caravana de ismaelitas que transportaban especias a Exipto, e a Iehudá ocorréuselle a idea de vender a Iosef como escravo en lugar de causar directamente a súa morte. Os demais irmáns aceptaron este novo plan e venderon ao mozo aos viaxeiros ismaelitas por vinte pezas de prata. Reuven, que estaba lonxe cando isto ocorría, regresou ao lugar e para o seu gran pesar non acho rastro algún de Iosef. Os irmáns empaparon a súa peza de seda en sangue de cabra (que é parecida á do ser humano) e levárona a Iaakov, quen se convenceu de que Iosef fora devorado por unha besta salvaxe e chorou a súa perda por moito tempo.
Namentres, Iosef fora vendido e volto vender moitas veces. Os ismaelitas vendérono a comerciantes medianitas, e estes a Potifar, un funcionario do faraón, en Exipto.
Iehuda, casouse coa filla Shua, un comerciante, e tiveron tres fillos. o primeiro casou cunha muller chamada Tamar, pero morreu pouco despois do casamento. O segundo fillo casou entón con ela, pero este segundo esposo tamén morreu pouco despois. Iehuda temía que o seu terceiro fillo morrese tamén se desposaba a Tamar, de modo que lle pediu a esta que agardase na casa do seu pai ata que o seu fillo menor tivese idade para casar con ela. Iehuda estaba só postergando o asunto, pois non tiña intención de facer que o matrimonio tivese lugar algunha vez. Decatada a través dunha profecía de que os reis de Israel descenderían de Iehuda, Tamar disfrazouse e engánoo para poder concibir un fillo seu. Cando a súa gravidez foi descuberta, Iehuda -sen saber que era o seu propio fillo o que Tamar levaba no seu ventre- condenouna a ser queimada. Pero a súa nora puido probar que o pai do neno que ía nacer era o propio Iehudá. Cando ela era levada á fogueira, envioulle a Iehuda bens persoais, dicindo: "Estou encinta polo posuidor destes obxectos. Iehuda comprendeu enseguida e recoñeceu que era o seu fillo. Admitiu que ela tiña razón, pois el non lle permitiu que casase co seu fillo menor, e perdooulle a vida.
Hashem protexía a Iosef e este tivo éxito en todo o que emprendeu. Ao darse conta disto, Potifar designouno intendente da súa casa. A esposa de Potifar tratou de seducir a Iosef, pero el rexeitaba os seus diarios asedios. Finalmente, ela sentiuse ofendida e reaccionou maliciosamente, acusándoo de molestala, e logrou que Iosef fose enviado a prisión.
Ata no cárcere o Señor estivo con Iosef, e este atopou graza nos ollos do gardián, quen o puxo a cargo de todos os prisioneiros. Todo o que ocorría na prisión era controlado por Iosef. Mentres permaneceu alí púxose en contacto con dous funcionarios reais, o copeiro e o panadeiro. Ambos ofenderan a Parou e estaban en prisión agardando a sentenza. Unha noite, cada un deles tivo un soño, que revelou a Iosef, e a interpretación que fixo este foi que o copeiro sería perdoado polo faraón, pero que o panadeiro sería executado. Todo ocorreu tal como Iosef predixera. Pediu, entón, ao copeiro que intercediera ante o faraón no seu favor, pero o funcionario esqueceu o pedido axiña que como foi liberado da prisión.
Lilmod ULelamed

martes, 27 de noviembre de 2012

Vaishlaj (Genesis 32:4 - 36:43)






En el viaje de regreso a su hogar, temiendo por la seguridad de su familia, Iaakov envió mensajeros al hermano con una propuesta conciliatoria, pero ellos volvieron con la noticia de que Eisav se estaba aproximando con cuatrocientos hombres armados. Iaakov temía ahora que Eisav tratara de llevar a cabo su intención de matarlo (ver paraza Toldote). Preparándose para lo peor, dividió a la gente y sus bienes en dos campamentos. De esta forma, si un campamento era atacado, la gente del otro tendría oportunidad de escapar. Iaakov eligió ese momento de gran temor para rogarle a Hashem que lo salvara de las manos de su hermano. También envió a Eisav una cantidad de valiosos regalos, confiando en apaciguarlo.
Iaakov llevó a sus esposas e hijos y los ayudó a cruzar el vado de Iabok. Luego supervisó el paso de todas sus pertenencias. Cuando se disponía a cruzar apareció un individuo que comenzó a luchar con él, y ambos estuvieron forcejeando hasta la madrugada. Este individuo, que según explican Jazal, era, efectivamente, el ángel que representa a Eisav y sus descendientes en el cielo, no pudo vencer a Iaakov, pero consiguió herirlo en un muslo. Iaakov logró sujetarlo y rehusó liberarlo hasta que recibiera de él una bendición. Su deseo le fue concedido: el ángel lo bendijo y le aseguró que de allí en adelante sería conocido por el nombre de Israel. Este cojeaba al alejarse del lugar en que había tenido lugar la lucha. Es por esta razón que hasta hoy en día no comemos el guid hanashé (tendón del muslo) de ningún animal.
Cuando Iaakov vio a Eisav aproximarse junto con sus seguidores ubicó a cada hijo cerca de su respectiva madre. Primero fueron Bilha y Zilpa y sus hijos. Luego, Lea y sus niños y, finalmente, Rajel y Iosef. El propio Iaakov se acercó a Eisav al frente de su familia, inclinándose siete veces durante el camino. Fue entonces cuando ocurrió un milagro. Eisav, al contemplar toda la escena y ver a Iaakov haciéndole reverencia, se sintió muy conmovido, corrió hacia su hermano y lo besó. Los dos comenzaron a llorar: la promesa de D-s sobre la seguridad durante el viaje de regreso se había cumplido.
Iaakov se separó del hermano y llegó a Shjem. Allí compró tierra, alzó su tienda y construyo un altar en agradecimiento al Señor.
El príncipe de Shejem secuestró a Dina y la obligó a vivir con él. Ninguno en Shjem protestó por esta conducta inhumana. Shimón y Leví fueron a la ciudad, rescataron a su hermana y luego castigaron al culpable, a todos los cómplices y a los que habiendo podido ayudar a Dina, no lo hicieron.
Por mandato de D-s, Iaakov regresó a Bet-El, donde construyó de nuevo un altar como expresión de gratitud al Señor, Quien se le apareció y le renovó Su promesa de darle la tierra a él y a sus descendientes. Iaakov vertió luego vino y aceite sobre el altar que había erigido en su viaje a la casa de Laván (ver parashat Vaietzé).
Cuando la familia hubo abandonado Bet-El y estuvo cerca de Bet-Léjem, murió Rajel al dar a luz a Biniamin. Fue sepultada allí y Iaakov erigió un monumento sobre su tumba. Finalmente, Iaakov llegó a Jevrón, donde se reunió con su padre. Itzjak murió a la edad de ciento ochenta años y fue sepultado por sus hijos Eisav y Iaakov.
Eisav se había convertido en un hombre muy rico y no había suficiente tierra en Canaán para sus rebaños y los de Iaakov. En consecuencia, Eisav se reasentó con su familia en el monte Seir, en Edom, una tierra que sus descendientes habitaron por muchos años.

Lilmod ULelamed


EN GALEGO

Na viaxe de regreso ao seu fogar, temendo pola seguridade da súa familia, Iaakov enviou mensaxeiros ao irmán cunha proposta conciliatoria, pero eles volveron coa noticia de que Eisav estábase aproximando con catrocentos homes armados. Iaakov temía agora que Eisav tratase de levar a cabo a súa intención de matalo (ver paraza Toldote). Preparándose para o peor, dividiu á xente e os seus bens en dous campamentos. Desta forma, se un campamento era atacado, a xente do outro tería oportunidade de escapar. Iaakov elixiu ese momento de gran temor para rogarlle a Hashem que o salvase das mans do seu irmán. Tamén enviou a Eisav unha cantidade de valiosos agasallos, confiando en tranquilizalo.

Iaakov levou ás súas esposas e fillos e axudounos a cruzar o vao de Iabok. Logo supervisou o paso de todas as súas pertenzas. Cando se dispuña a cruzar apareceu un individuo que comezou a loitar con el, e ambos estiveron forcejeando ata a madrugada. Este individuo, que segundo explican Jazal, era, efectivamente, o anxo que representa a Eisav e os seus descendentes no ceo, non puido vencer a Iaakov, pero conseguiu ferilo nunha coxa. Iaakov logrou suxeitalo e rehusó liberalo ata que recibise del unha bendición. O seu desexo foille concedido: o anxo bendíxoo e aseguroulle que de alí en diante sería coñecido polo nome de Israel. Este cojeaba ao afastarse do lugar en que tivera lugar a loita. É por esta razón que ata hoxe en día non comemos o guid hanashé (tendón da coxa) de ningún animal.

Cando Iaakov viu a Eisav aproximarse xunto cos seus seguidores situou a cada fillo preto da súa respectiva nai. Primeiro foron Bilha e Zilpa e os seus fillos. Logo, Lea e os seus nenos e, finalmente, Rajel e Iosef. O propio Iaakov achegouse a Eisav á fronte da súa familia, inclinándose sete veces durante o camiño. Foi entón cando ocorreu un milagre. Eisav, ao contemplar toda a escena e ver a Iaakov facéndolle reverencia, sentiuse moi conmovido, correu cara ao seu irmán e bicouno. Os dous comezaron a chorar: a promesa de D-s sobre a seguridade durante a viaxe de regreso cumpriuse.

Iaakov separouse do irmán e chegou a Shjem. Alí comprou terra, alzou a súa tenda e constrúo un altar en agradecemento ao Señor.
 
O príncipe de Shejem secuestrou a Dina e obrigouna a vivir con el. Ningún en Shjem protestou por esta conduta inhumana. Shimón e Leví foron á cidade, rescataron á súa irmá e logo castigaron ao culpable, a todos os cómplices e aos que habendo podido axudar a Dina, non o fixeron.
Por mandato de D-s, Iaakov regresou a Bet-O, onde construíu de novo un altar como expresión de gratitude ao Señor, Quen se lle apareceu e renovoulle A súa promesa de darlle a terra a el e aos seus descendentes. Iaakov vertió logo viño e aceite sobre o altar que erixira na súa viaxe á casa de Laván (ver parashat Vaietzé).

Cando a familia houbo abandonado Bet-O e estivo preto de Bet-Léjem, morreu Rajel ao dar a luz a Biniamin. Foi sepultada alí e Iaakov erixiu un monumento sobre a súa tumba. Finalmente, Iaakov chegou a Jevrón, onde se reuniu co seu pai. Itzjak morreu á idade de cento oitenta anos e foi sepultado polos seus fillos Eisav e Iaakov.

Eisav converteuse nun home moi rico e non había suficiente terra en Canaán para os seus rabaños e os de Iaakov. En consecuencia, Eisav se reasentó coa súa familia no monte Seir, en Edom, unha terra que os seus descendentes habitaron por moitos anos.

Lilmod ULela
med

jueves, 22 de noviembre de 2012

Vaietze (Genesis 28:10 - 32:10)






En su viaje desde Beer Sheva hasta Jarán, Iaakov llegó hasta el monte de Moriá y durmió allí toda la noche. En una visión entre sueños observó ángeles que ascendían y descendían por una escalera apoyada sobre la tierra, cuya parte superior llegaba hasta el cielo. Hashem apareció entonces ante Iaakov y le prometió quela tierra sobre la que estaba descansando le sería entregada a él y a sus descendientes, y que él retornaría a su hogar bajo Su protección. Al despertar, Iaakov ungió y consagró la piedra que había colocado bajo su cabeza como un altar a D-s. Prometió que cuando regresara al hogar de su padre ofrecería al Señor un décimo de todas las posesiones que El le otorgara y que regresaría a rezarLe en el altar recientemente consagrado.
Iaakov llegó a un pozo de agua en un campo situado en los umbrales de Jarán. Observó que tres rebaños de ovejas y sus pastores se habían concentrado alrededor del pozo y estaban sentados, ociosos. Iaakov se acercó a ellos y les preguntó: "¿De dónde son vds.?"
"Somos de Jarán", fue la respuesta
"¿Conocen a Lavan, el ojo de Najor?", continuó Iaakov.
"Lo conocemos. Y allí esta Rajel, su hija, viviendo con las ovejas", señalo uno de los pastores.
"El día es largo aún; no es momento de reunir a las ovejas. ¿Por qué no les dan vds. agua y las llevan a pastorear al campo?", preguntó Iaakov.
"No podemos, hasta que no se reúnan los rebaños y todos los pastores juntos hagamos rodar la piedra de encima del pozo.  Entonces podremos darles agua a las ovejas", explicaron los pastores.

Mientras estaban conversando, Rajel se acercó con las ovejas de su padre. Cuando Iaakov la vio se acercó al pozo, hizo rodar la pesada piedra con una sola mano y le dio de beber a las ovejas de Laván.
Entonces dio a conocer a Rajel su relación familiar. Ella fue presurosa a avisarle al padre la llegada del visitante. Lavan dio la bienvenida a Iaakov, quien estuvo de acuerdo en trabajar para él como pastor durante siete años, para poder casarse con Rajel, de quien se había enamorado. Lavan consintió, pero después que los siete años hubieron transcurrido, engaño a Iaakov sustituyendo a Rajel por Lea bajo el palio nupcial. Su excusa por esta engañosa maniobra fue que Lea era mayor y, en consecuencia, debía casarse primero. Iaakov no tuvo alternativa y aceptó la situación. Poco después se casó también con Rajel, pero bajo la condición de que trabajara otros siete años para Laván.

Hashem vio que Lea no era tan bien querida como Rajel. Por lo tanto, hizo que aquella tuviera hijos, en tanto que Rajel permanecía estéril. Aquella dio a luz a los primeros cuatro hijos de Iaakov: Reuvén, Shimón, Leví y Iehudá. Rajel, al no tener hijos, siguió el ejemplo de la abuela de Iaakov, Sará, y le ofreció a Iaakov su sirvienta Bilha como esposa. Bilha le dio a Iaakov sus dos hijos siguientes, Dan y Naftalí.
Lea observó que había dejado de tener hijos y también le dio a Iaakov su sirvienta Zilpa como esposa. Zilpa concibió a Gad y Asher. La propia Lea dio a luz a dos hijos, Isajar y Zevulún. También fue madre de una hija llamada Dina. Luego Hashem recordó a Rajel, escuchó sus plegarias y dispuso que engendrara a otro hijo, al que llamó Iosef.
Con la ayuda de Hashem, Iaakov se convirtió en un hombre muy rico. Al advertir los celos de los hijos de Laván y la actitud fría de éste, decidió que era tiempo de abandonar el lugar. En ausencia de Laván, Iaakov tomó a  sus esposas, sus hijos y sus rebaños y emprendió viaje rumbo a su hogar. Antes de que salieran, Rajel, sin que Iaakov lo supiera, robó los ídolos del padre. Ella suponía que de esta forma evitaría que practicara la idolatría. Tres días más tarde, Lavan fue informado de la partida de Iaakov, salió a perseguirlo y lo alcanzó en la montañas de guilad. Hashem se apareció ante Laván en la noche durante un sueño, y le advirtió que no tratara de influir sobre Iaakov para que regresara a Jarán. Laván echó en cara a su yerno el haber partido tan precipitadamente y lo acusó de robar los ídolos. Iaakov negó el robo pues ignoraba que Rajel era culpable, y declaró que cualquiera que hubiera robado los ídolos moriría. Lavan comenzó una búsqueda metódica entre todas las pertenencias de Iaakov, pero Rajel los habían escondido bien y la búsqueda de Lavan resultó infructuosa. Entonces Iaakov y Lavan se separaron después de cerrar un acuerdo de paz.
Iaakov y su comitiva continuaron su camino. En su viaje el patriarca encontró ángeles del Señor en un lugar al que denominó Majanaim (grupos).
En esta parasha se menciona el nacimiento de los shvatim (tribus). Ellos son : Reuven, Shimon, Leví, Iehuda, Isajar, Zevulun, Dan, Naftalí, Gad, Asher, y Iosef. El nacimiento de Biniamin es mencionado en la parashat Vaishlaj.

Lilmod ULelamed

EN GALEGO

Na súa viaxe desde Beer Sheva ata Jarán, Iaakov chegou ata o monte de Moriá e durmiu alí toda a noite. Nunha visión entre soños observou anxos que ascendían e descendían por unha escaleira apoiada sobre a terra, cuxa parte superior chegaba ata o ceo. Hashem apareceu entón ante Iaakov e prometeulle quela terra sobre a que estaba descansando seríalle entregada a el e aos seus descendentes, e que el retornaría ao seu fogar baixo A súa protección. Ao espertar, Iaakov ungió e consagrou a pedra que colocara baixo a súa cabeza como un altar a D-s. Prometeu que cando regresase ao fogar do seu pai ofrecería ao Señor un décimo de todas as posesións que O outorgáselle e que regresaría a rezarlle no altar recentemente consagrado.
Iaakov chegou a un pozo de auga nun campo situado nos limiares de Jarán. Observou que tres rabaños de ovellas e os seus pastores concentráronse ao redor do pozo e estaban sentados, ociosos. Iaakov achegouse a eles e preguntoulles: "De onde son vds.?"
"Somos de Jarán", foi a resposta
"Coñecen a Lavan, o ollo de Najor?", continuou Iaakov.
"Coñecémolo. E alí esta Rajel, a súa filla, vivindo coas ovellas", sinalo un dos pastores.
"O día é longo aínda; non é momento de reunir ás ovellas. Por que non lles dan vds. auga e lévanas a pastorear ao campo?", preguntou Iaakov.
"Non podemos, ata que non se reúnan os rabaños e todos os pastores xuntos fagamos rodar a pedra de encima do pozo. Entón poderemos darlles auga ás ovellas", explicaron os pastores.

Mentres estaban conversando, Rajel achegouse coas ovellas do seu pai. Cando Iaakov viuna achegouse ao pozo, fixo rodar a pesada pedra cunha soa man e deulle de beber ás ovellas de Laván.
Entón deu a coñecer a Rajel a súa relación familiar. Ela foi presurosa a avisarlle ao pai a chegada do visitante. Lavan deu a benvida a Iaakov, quen estivo de acordo en traballar para el como pastor durante sete anos, para poder casar con Rajel, de quen se namorou. Lavan consentiu, pero despois que os sete anos houberon transcorrido, engano a Iaakov substituíndo a Rajel por Lea baixo o palio nupcial. A súa escusa por esta enganosa manobra foi que Lea era maior e, en consecuencia, debía casar primeiro. Iaakov non tivo alternativa e aceptou a situación. Pouco despois casou tamén con Rajel, pero baixo a condición de que traballase outros sete anos para Laván.
Hashem viu que Lea non era tan ben querida como Rajel. Polo tanto, fixo que aquela tivese fillos, en tanto que Rajel permanecía estéril. Aquela deu a luz aos primeiros catro fillos de Iaakov: Reuvén, Shimón, Leví e Iehudá. Rajel, ao non ter fillos, seguiu o exemplo da avoa de Iaakov, Sará, e ofreceulle a Iaakov a súa serventa Bilha como esposa. Bilha deulle a Iaakov os seus dous fillos seguintes, Dan e Naftalí.
Lea observou que deixara de ter fillos e tamén lle deu a Iaakov a súa serventa Zilpa como esposa. Zilpa concibiu a Gad e Asher. A propia Lea deu a luz a dous fillos, Isajar e Zevulún. Tamén foi nai dunha filla chamada Dina. Logo Hashem recordou a Rajel, escoitou as súas pregarias e dispuxo que procrease a outro fillo, ao que chamou Iosef.
Coa axuda de Hashem, Iaakov converteuse nun home moi rico. Ao advertir os celos dos fillos de Laván e a actitude fría deste, decidiu que era tempo de abandonar o lugar. En ausencia de Laván, Iaakov tomou ás súas esposas, os seus fillos e os seus rabaños e emprendeu viaxe rumbo ao seu fogar. Antes de que saísen, Rajel, sen que Iaakov soubéseo, roubou os ídolos do pai. Ela supuña que desta forma evitaría que practicase a idolatría. Tres días máis tarde, Lavan foi informado da partida de Iaakov, saíu a perseguilo e alcanzouno na montañas de guilad. Hashem apareceuse ante Laván na noite durante un soño, e advertiulle que non tratase de influír sobre Iaakov para que regresase a Jarán. Laván botou en cara ao seu xenro o partir tan precipitadamente e acusouno de roubar os ídolos. Iaakov negou o roubo pois ignoraba que Rajel era culpable, e declarou que calquera que roubase os ídolos morrería. Lavan comezou unha procura metódica entre todas as pertenzas de Iaakov, pero Rajel escondéronos ben e a procura de Lavan resultou infrutuosa. Entón Iaakov e Lavan separáronse logo de pechar un acordo de paz.
Iaakov e a súa comitiva continuaron o seu camiño. Na súa viaxe o patriarca atopou anxos do Señor nun lugar ao que denominou Majanaim (grupos).
Nesta parasha menciónase o nacemento dos shvatim (tribos). Eles son : Reuven, Shimon, Leví, Iehuda, Isajar, Zevulun, Dan, Naftalí, Gad, Asher, e Iosef. O nacemento de Biniamin é mencionado na parashat Vaishlaj.


Lilmod ULelamed


jueves, 15 de noviembre de 2012

Toldot (Genesis 25:19-28:9)






Durante sus primeros veinte años de casados, Itzjak y Rivká no tuvieron hijos. Rezaron a D-s y El atendió sus oraciones y los bendijo dándoles mellizos. Eisav, el mayor, era un hombre de campo, un cazador. Iaakov, el menor, era un erudito que se pasaba todo el tiempo estudiando la Torá. Cada progenitor tenía su hijo favorito. Itzjak, mostraba afecto por Eisav, en tanto que Rivká, prefería a Iaakov.
Cierto día Eisav volvió a su hogar desde el campo, muy cansado, y advirtió que Iaakov estaba cocinando lentejas rojas. Eisav le dijo a Iaakov: "Dame rápido un poco de ese guiso para comer, pues estoy cansado".
Iaakov respondió: "Véndeme a cambio tus privilegios de primogénito". Iaakov sabía que hasta que Hashem eligiera a Aaron y sus descendientes para servir como la familia sacerdotal, serían los primogénitos quienes oficiarían como sacerdotes ante el Señor. Eisav no era digno de esa tarea de santidad. "¿De qué me sirven los derechos de primogenitura?", razonó Eisav. "Júramelo", dijo el precavido Iaakov, Y así fue. Iaakov le dio a Eisav pan y lentejas a cambio de los derechos de primogenitura, por los cuales éste había mostrado tan poco interés.
Para escapar de las garras del hambre Itzjak se trasladó temporalmente a Guerar. D-s se le apareció y le dijo que mantendría la promesa que le había hecho a su padre Abraham. le aseguró entonces a Izjak que tendría hijos tan numerosos como las estrellas del cielo y que sus descendientes heredarían la tierra de Canaan.
Tomando las mismas precauciones que su padre Abraham, Itzjak le dijo a la gente de Guerar que su esposa Rivka era su hermana. Avimélej, rey de Guerar, descubrió la verdad y ordenó que cualquiera que dañara a Itzjak o su esposa fuera ejecutado. Con la ayuda del Señor, Itzjak pronto se tornó muy próspero. Esto despertó la envidia de la población local y Avimelej le pidió que abandonara la región. Mientras estaba en el valle de Guerrar, Izjak cavó los viejos pozos de agua de su padre. Eventualmente se trasladó a Beer Sheva. Al poco tiempo, fue visitado por Avimelej, quien reconoció que Izjak era una persona santa favorecida por D-s, y ambos acordaron firmar un tratado de paz. Entretanto, Eisav provocó la pena de sus padres al casarse con dos mujeres hititas.
Itzjak había envejecido y perdido la vista, y sintió que había llegado el momento de bendecir a su hijo mayor. En consecuencia, pidió a Eisav que fuera al campo a cazar y que convirtiera la presa en un plato sabroso para él. Luego lo bendeciría. al oír esta conversación, Rivká vistió a Iaakov con ropas de Eisav, cubrió sus manos y su cuello con piel de cabra para que para que pareciera al tacto tan velludo como Eisav, y lo envió a ver a Itzjak y llevarle una sabrosa comida hecha con carne de cabra y pan, que ella había preparado. La voz de Iaakov despertó las sospechas de Itzjak, pero luego se tranquilizó al sentir las manos "velludas" como las de Eisav.
Itzjak, preparado para bendecir a su hijo, le pidió que se acercara. Iaakov así lo hizo y besó a su padre. Itzjak bendijo a su hijo diciendo: "D-s te dé del rocío del cielo y de las grosuras de la tierra, y abundante trigo y vino. Sírvanse pueblos y prostense delante de ti naciones....Los que te maldijeren serán malditos, y benditos los que te bendijeren".
Tan pronto como Iaakvo hubo salido, regresó Eisav y la verdad fue descubierta. Sin embargo, Itzjak no revocó su bendición a Iaakov. En lugar de ello aceptó bendecir también a Eisav y predijo que sus descendientes vivirán por la espada y servirían a los descendientes de Iaakov en la media en que éstos se comportarán correctamente. Pero si los descendientes de Iaakov se desviaran del sendero de la Torá, los de Eisav se liberarían de esta obligación.
Eisav estaba muy perturbado por la artimaña de Iaakov y planeó matarlo ni bien muriera su padre. Para evitar esto, Rivká instruyó a Iaakov a fin de que abandonara su hogar y viviera en la casa de su hermano Lavan, en Jarán. Itzjak le dio un consejo similar y expresó el deseo que de Iaakov eligiera una esposa de entre la familia de su tío. Luego lo bendijo nuevamente para que las  bendiciones de Abraham se cumpliesen en él y sus descendientes, y heredasen la tierra de Canaan.
Después que Iaakov hubo abandonado Beer Sheva, Eisav trató de complacer a sus padres casándose con una hija de Ishmael.
Lilmod ULelamed

EN GALEGO

Durante os seus primeiros vinte anos de casados, Itzjak e Rivká non tiveron fillos. Rezaron a D-s e O atendeu as súas oracións e bendíxoos dándolles mellizos. Eisav, o maior, era un home de campo, un cazador. Iaakov, o menor, era un erudito que se pasaba todo o tempo estudando a Torá. Cada proxenitor tiña o seu fillo favorito. Itzjak, mostraba afecto por Eisav, en tanto que Rivká, prefería a Iaakov.
Certo día Eisav volveu ao seu fogar desde o campo, moi canso, e advertiu que Iaakov estaba cociñando lentellas vermellas. Eisav díxolle a Iaakov: "Dáme rápido un pouco dese guiso para comer, pois estou cansado".
Iaakov respondeu: "Véndeme a cambio os teus privilexios de primoxénito". Iaakov sabía que ata que Hashem elixise a Aaron e os seus descendentes para servir como a familia sacerdotal, serían os primoxénitos quen oficiarían como sacerdotes ante o Señor. Eisav non era digno desa tarefa de santidade. "De que me serven os dereitos de primogenitura?", razoou Eisav. "Xúramo", dixo o precavido Iaakov, E así foi. Iaakov deulle a Eisav pan e lentellas a cambio dos dereitos de primogenitura, polos cales este mostrara tan pouco interese.
Para escapar das garras do fame Itzjak trasladouse temporalmente a Guerar. D-s aparecéuselle e díxolle que mantería a promesa que lle fixo ao seu pai Abraham. aseguroulle entón a Izjak que tería fillos tan numerosos como as estrelas do ceo e que os seus descendentes herdarían a terra de Canaan.
Tomando as mesmas precaucións que o seu pai Abraham, Itzjak díxolle á xente de Guerar que a súa esposa Rivka era a súa irmá. Avimélej, rei de Guerar, descubriu a verdade e ordenou que calquera que danase a Itzjak ou a súa esposa fose executado. Coa axuda do Señor, Itzjak pronto se tornou moi próspero. Isto espertou a envexa da poboación local e Avimelej pediulle que abandonase a rexión. Mentres estaba no val de Guerrar, Izjak cavou os vellos pozos de auga do seu pai. Eventualmente trasladouse a Beer Sheva. Ao pouco tempo, foi visitado por Avimelej, quen recoñeceu que Izjak era unha persoa santa favorecida por D-s, e ambos acordaron asinar un tratado de paz. Namentres, Eisav provocou a pena dos seus pais ao casar con dúas mulleres hititas.
Itzjak envellecera e perdido a vista, e sentiu que chegara o momento de bendicir ao seu fillo maior. En consecuencia, pediu a Eisav que fose ao campo a cazar e que convertese a presa nun prato saboroso para el. Logo bendiríao. ao oír esta conversación, Rivká vestiu a Iaakov con roupas de Eisav, cubriu as súas mans e o seu pescozo con pel de cabra para que para que parecese ao tacto tan velludo como Eisav, e enviouno a ver a Itzjak e levarlle unha saborosa comida feita con carne de cabra e pan, que ela preparara. A voz de Iaakov espertou as sospeitas de Itzjak, pero logo tranquilizouse ao sentir as mans "velludas" como as de Eisav.
Itzjak, preparado para bendicir ao seu fillo, pediulle que se achegase. Iaakov así o fixo e bicou ao seu pai. Itzjak bendixo ao seu fillo dicindo: "D-s déache do rocío do ceo e das grosuras da terra, e abundante trigo e viño. Sírvanse pobos e prostense diante de ti nacións....Os que che maldixeren serán malditos, e benditos os que che bendixeren".
Axiña que como Iaakvo houbo saído, regresou Eisav e a verdade foi descuberta. Con todo, Itzjak non revogou a súa bendición a Iaakov. En lugar diso aceptou bendicir tamén a Eisav e predixo que os seus descendentes vivirán pola espada e servirían aos descendentes de Iaakov na media en que estes se comportarán correctamente. Pero se os descendentes de Iaakov desviásense do carreiro da Torá, os de Eisav liberaríanse desta obrigación.
Eisav estaba moi perturbado pola artimaña de Iaakov e planeou matalo nin ben morrese o seu pai. Para evitar isto, Rivká instruíu a Iaakov a fin de que abandonase o seu fogar e vivise na casa do seu irmán Lavan, en Jarán. Itzjak deulle un consello similar e expresou o desexo que de Iaakov elixise unha esposa de entre a familia do seu tío. Logo bendíxoo novamente para que as bendicións de Abraham cumprísense nel e os seus descendentes, e herdasen a terra de Canaan.
Despois que Iaakov houbo abandonado Beer Sheva, Eisav tratou de compracer aos seus pais casándose cunha filla de Ishmael.
Lilmod ULelamed

jueves, 8 de noviembre de 2012

Jaie Sara (Génesis 23:1-25:18)




Sara murió en Jevrón a la edad de ciento veintisiete años. Abraham, al conocer la mala noticia, volvió rápidamente desde Beer Sheva para guardar duelo y rendirle homenaje. Adquirió el campo y la cueva cercanos de Majpelá a Efrón el hitita, como sepulcro permanente de Sara, y la inhumó allí.
Abraham, ahora ya de edad avanzada, estaba ansioso por casar a su hijo Itzjak. Llamó a su leal sirviente Eliezer y le encargó la importante tarea de hallar una compañera adecuada para su hijo. Abraham insistió en que Eliezer jurara que no elegiría una esposa para Itzjak de entre las hijas de los canaanitas. En lugar de ello, debía regresar a la tierra nativa de Abraham y traer de allí una esposa conveniente para su hijo.
Eliezer tomó diez camellos, los cargó con los mejores presentes de su amo y emprendió viaje a la residencia de los parientes de éste en Aram Naharaim. Llegó hacia la noche y se detuvo junto a un pozo en las afueras de la ciudad. rogó a Hashem que le permitiera hallar a la muchacha apropiada para Itzjak y continuó con su plegaria al Señor para que coronara con éxito el método que iba a aplicar. Pediría agua a una joven que estuviera junto al pozo. Aquella que respondiera: "Bebe, que yo también sacaré agua para tus camellos", sería la elegida por D-s para Itzjak.
Antes de que Eliezer concluyera su plegaria, llegó Rivká al pozo y llenó su cántaro. Eliezer corrió hacia ella y le pidió un sorbo de agua. Rivka le dio de beber y luego sacó rápidamente agua para todos los camellos de Eliezer. Al observar esto, el servidor de Abraham, esperando que sus plegarias hubieran sido escuchadas, le regaló para Rivká un aro de nariz y dos brazaletes, todos de oro. Eliezer se sintió regocijado al descubrir que Rivká era, realmente, la nieta de Najor, hermano de Abraham. Se inclinó y bendijo a Hashem por este acto de bondad para con su amo.
Rivka llevó a Eliezer a su hogar y él contó toda la historia de su viaje. Los familiares estuvieron de acuerdo con esta unión y permitieron a Rivka que viajara a la tierra de Canaán para casarse con Itzjak. Eliezer inundó de regalos a Rivka y su familia. Luego partió llevando a la prometida a Canaán, donde conoció a Itzjak y se casó con él.
Abraham tomó otra esposa, K´tura, que dio a luz más hijos. Les dio hermosos regalos como herencia, pero dejó todo lo que poseía a su hijo favorito, Itzjak. Abraham murió a la edad de ciento setenta y cinco años y fue inhumado por sus hijos Itzjak e Ishmael en la cueva de Majpelá.
Lilmod ULelamed

EN GALEGO
Sara morreu en Jevrón á idade de cento vinte e sete anos. Abraham, ao coñecer a mala noticia, volveu rapidamente desde Beer Sheva para gardar duelo e renderlle homenaxe. Adquiriu o campo e a cova próximos de Majpelá a Efrón o hitita, como sepulcro permanente de Sara, e inhumouna alí.

Abraham, agora xa de idade avanzada, estaba ansioso por casar ao seu fillo Itzjak. Chamou ao seu leal servente Eliezer e encargoulle a importante tarefa de achar unha compañeira adecuada para o seu fillo. Abraham insistiu en que Eliezer xurase que non elixiría unha esposa para Itzjak de entre as fillas dos canaanitas. En lugar diso, debía regresar á terra nativa de Abraham e traer de alí unha esposa conveniente para o seu fillo.

Eliezer tomou dez camelos, cargounos cos mellores presentes do seu amo e emprendeu viaxe á residencia dos parentes deste en Aram Naharaim. Chegou cara á noite e detívose xunto a un pozo nos arredores da cidade. rogou a Hashem que lle permitise achar á rapariga apropiada para Itzjak e continuou coa súa pregaria ao Señor par aque coroase con éxito o método que ía aplicar. Pediría auga a unha moza que estivese xunto ao pozo. Aquela que respondese: "Bebe, que eu tamén sacarei auga para os teus camelos", sería a elixida por D-s para Itzjak.

Antes de que Eliezer concluíse a súa pregaria, chegou Rivká ao pozo e encheu o seu cántaro. Eliezer corrío cara a ela e pediulle un sorbo de auga. Rivka deulle de beber e logo sacou rapidamente auga pra todos os camelos de Eliezer. Ao observar isto, o servidor de Abraham, esperando que as súas pregarias fosen escoitadas, regaloulle ra Rivká un aro de nariz e dous brazaletes, todos de ouro. Eliezer sentiuse regocijado ao descubrir que Rivká era, realmente, a neta de Najor, irmán de Abraham. Inclinouse e bendixo a Hashem por este acto de bondade para co seu amo.

Rivka levou a Eliezer ao seu fogar e el contou toda a historia da súa viaxe. Os familiares estiveron de acordo con esta unión e permitiron a Rivka que viaxase á terra de Canaan para casar con Itzjak. Eliezer alagou de agasallos a Rivka e a súa familia. Logo partiu levando á prometida a Canaan, onde coñeceu a Itzjak e casou con el.

Abraham tomou outra esposa, K´tura, que deu a luz máis fillos. Deulles fermosos agasallos como herdanza, pero deixou todo o que posuía ao seu fillo favorito, Itzjak. Abraham morreu á idade de cento setenta e cinco anos e foi inhumado polos seus fillos Itzjak e Ishmael na cova de Majpelá.


Lilmod ULelamed

viernes, 2 de noviembre de 2012

Vaiera (Genesis 18:1-22:24)






Mientras Abraham estaba sentado a la entrada de su tienda esperando recibir visitantes y poder cumplir así la mitzvá de guemilat jesed, aparecieron tres individuos. Abraham corrió a darles la bienvenida y a agasajarlos en la forma más hospitalaria. Estos "visitantes" eran, en realidad, malajim (ángeles) enviados por Hashem para cumplir misiones especiales en este mundo. Uno de ellos le informó a Abraham que dentro de un año su esposa Sara daría a luz a un niño. Sara, que ya tenía casi noventa años de edad en ese momento, rió para sí al escuchar esta increíble noticia. Fue, entonces, reprendida por D-s por esta leve señal de duda. Ella debía haber creído de todo corazón en la promesa de Hashem. ¿Por qué era tan difícil de creer? ¿Hay acaso, algo que El no pueda hacer? Antes de irse, un segundo malaj cumplió su misión, curando a Abraham el dolor el malestar que le había producido la circuncisión).
Había llegado el momento de que el tercer ángel cumpliera su parte: la destrucción de Sedom y Amorá. Hashem decidió que sería impropio no informar a  Abraham de Su intención de destruir las dos ciudades. Cuando Abraham se enteró de esto, se despertó su rajmanut (misericordia) y se dirigió a D-s con una plegaria en favor de los habitantes de ambas ciudades, argumentando que los hombres justos no deberían ser destruidos junto con los malvados. Obtuvo, entonces, la promesa de Hashem de perdonar a la comunidad entera se si hallaran entre ellos por lo menos diez hombres rectos.
Dos malajim llegaron a Sdom. El primero, el mismo que había curado a Abraham, ya estaba allí para cumplir el resto de su misión y salvar a Lot y su familia. El segundo malaj estaba dispuesto a destruir la ciudad. Los dos malajim, que aún conservaban el aspecto de seres humanos, fueron saludados por Lot e invitados a alojarse en su casa. Cuando se difundió la noticia en la malvada ciudad de Sedom, todos los habitantes se reunieron alrededor de la casa de Lot. Los perversos hombres de la ciudad trataron de molestar a los visitantes y fueron castigados con ceguera por Hashem. Los malajim informaron entonces a Lot que D-s tenía la intención de destruir la ciudad. Lot titubeó ante la necesidad de abandonar Sdom; quería salvar su dinero. Sin perder un instante, los malajim lo tomaron a él, a su esposa y sus dos hijas, y los ubicaron fuera de la ciudad. Les advirtieron que no se dieran vuelta para mirar la destrucción de esa urbe. Ellos serían salvados sólo por el zejut (mérito) de Abraham y en consecuencia, no tenían derecho a observar el castigo de los demás. Se les advirtió, también, que no permanecieran en la planicie que rodeaba las ciudades. Lot rogó que se le permitiera quedarse en una pequeña ciudad, conocida más tarde como Tzóar. Hashem accedió al pedido y Lot y su familia hallaron refugio en ella. Luego Hashem derramó azufre y fuego sobre las ciudades de Sedom, Amorá y la planicie que las rodeaba. Toda el área fue destruida. La esposa de Lot desobedeció la advertencia de los malajaim: se dio vuelta para contemplar la destrucción y, como castigo, fue convertida en una estatua de sal.
Lot temía vivir en Tzóar debido a su proximidad a la destruida ciudad de Sdom. Se trasladó, entonces, a una cueva en el área montañosa cercana. Fue allí que sus hijas dieron a luz a los fundadores de las naciones de Amón y Moav.
Después de esta terrible catástrofe, Abraham viajó al Neguev (el sur de Eretz Israel), a la población de Guerar. Nuevamente tomó la precaución que había adoptado en Egipto, declarando que Sara era su hermana. Ella fue llevada al palacio de Avimélej, rey de Guerar, y toda la familia de éste fue castigada con una enfermedad. D-s se apareció a Avimilej en un sueño, le dijo que había cometido un pecado grave al llevar a Sara a su palacio y le advirtió que moriría si no la devolvía a su esposo. A la mañana siguiente, Avimelej la devolvió a Abraham, junto con valiosos presentes. Abraham oró por Avimelej y D-s curó a éste y a los miembros de su familia de la enfermedad que habían contraído.
Transcurrió un año y Hashem recordó a Sara, tal como había prometido. Ella dio a luz a un niño, al que Abraham llamó Itzjak, y lo hicieron circuncidar a los ocho días, tal como D-s le había ordenado. A medida que su hijo crecía, Sara sentía que Ishmael podía ejercer una influencia perniciosa sobre él, razón por la cual pidió a Abraham que alejara a Hagar e Ishmael. Abraham se sintió apenado por este pedido, pero Hashem se le apareció y le dijo que debía seguir el consejo de Sará. También le prometió que Ishmael sería padre de una gran nación. Abraham le dio a Hagar pan y agua y la alejó de su casa junto con Ishamel. La mujer y su hijo deambularon durante días por el desierto. Cuando parecía que se iban a morir de sed, apareció un malaj de Hashem y mostró milagrosamente a Hagar donde había agua, dándole seguridades acerca del futuro de su hijo. Ishamel creció en el desierto de Parán, donde se casó con una mujer egipcia.
Abraham fue un verdadero servidor de Hashem. En el curso de su vida, d-s lo había sometido a nueve pruebas difíciles para comprobar su lealtad. Abraham siempre había pasado con éxito esas pruebas; su sincera fidelidad y devoción a D-s le había permitido sortear todas las trampas puestas en su camino. Empero, la prueba número diez había sido la más difícil de todas. hashem ordenó a Abraham que tomara su único hijo, al que amaba tanto, el hijo de su vejez, Itzjak y lo ofrendara en sacrificio en una de las montañas de Moriá.
Abraham no titubeó ni por un instante. A la mañana siguiente se levantó temprano, hizo los arreglos necesarios, tomó a su hijo y partió hacia el lugar que le sería revelado por D-s. Al tercer día llegó a la montaña señalada. Abraham construyó el mizbeaj (altar), dispuso la madera y ató las manos y los pies de Itzjak. Luego lo ubicó en el mizbéaj, sobre la madera, y alzó el cuchillo dispuesto a sacrificar a su hijo, cuando repentinamente se oyó la voz celestial de un malaj exclamar "¡Abraham, Abraham!", e indicarle que no tocara ni hiciera daño a Itzjak. Ahora era evidente , a todas luces, que Abraham era verdaderamente temeroso de D-s y no había necesidad de sacrificar a Itzjak. Abraham encontró un carnero cuyo cuernos se habían enredado entre los arbustos, y lo sacrificó en lugar de Itzjak Hashem le prometió que por zejut (mérito) de su gran acción El lo bendeciría, sus hijos serían numerosos y sus descendientes heredarían las ciudades de sus enemigos.
Lilmod ULelamed

EN GALEGO

Mentres Abraham estaba sentado á entrada da súa tenda esperando recibir visitantes e poder cumprir así a mitzvá de guemilat jesed, apareceron tres individuos. Abraham correu a darlles a benvida e a agasallalos na forma máis hospitalaria. Estes "visitantes" eran, en realidade, malajim (anxos) enviados por Hashem para cumprir misións especiais neste mundo. Un deles informoulle a Abraham que dentro dun ano a súa esposa Sara daría a luz a un neno. Sara, que xa tiña case noventa anos de idade nese momento, riu para si ao escoitar esta incrible noticia. Foi, entón, reprendida por D-s por este leve sinal de dúbida. Ela debía crer de todo corazón na promesa de Hashem. Por que era tan difícil de crer? Hai seica, algo que O non poida facer? Antes de irse, un segundo malaj cumpriu a súa misión, curando a Abraham a dor o malestar que lle produciu a circuncisión).
chegara o momento de que o terceiro anxo cumprise o seu parte: a destrución de Sedom e Amorá. Hashem decidiu que sería impropio non informar a Abraham da súa intención de destruír as dúas cidades. Cando Abraham se decatou disto, espertouse o seu rajmanut (misericordia) e dirixiuse a D-s cunha pregaria en favor dos habitantes de ambas as cidades, argumentando que os homes xustos non deberían ser destruídos xunto cos malvados. Obtivo, entón, a promesa de Hashem de perdoar á comunidade enteira se se achasen entre eles polo menos dez homes rectos.
Dous malajim chegaron a Sdom. O primeiro, o mesmo que curara a Abraham, xa estaba alí para cumprir o resto da súa misión e salvar a Lot e a súa familia. O segundo malaj estaba disposto a destruír a cidade. Os dous malajim, que aínda conservaban o aspecto de seres humanos, foron saudados por Lot e invitados a aloxarse na súa casa. Cando se difundiu a noticia na malvada cidade de Sedom, todos os habitantes reuníronse ao redor da casa de Lot. Os perversos homes da cidade trataron de molestar aos visitantes e foron castigados con cegueira por Hashem. Os malajim informaron entón a Lot que D-s tiña a intención de destruír a cidade. Lot titubeó ante a necesidade de abandonar Sdom; quería salvar o seu diñeiro. Sen perder un instante, os malajim tomárono a el, á súa esposa e as súas dúas fillas, e situáronos fóra da cidade. Advertíronlles que non se desen volta para mirar a destrución desa urbe. Eles serían salvados só polo zejut (mérito) de Abraham e en consecuencia, non tiñan dereito a observar o castigo dos demais. Advertíuselles, tamén, que non permanecesen na planicie que rodeaba as cidades. Lot rogou que se lle permitise quedar nunha pequena cidade, coñecida máis tarde como Tzóar. Hashem accedeu ao pedido e Lot e a súa familia acharon refuxio nela. Logo Hashem derramou xofre e lume sobre as cidades de Sedom, Amorá e a planicie que as rodeaba. Toda a área foi destruída. A esposa de Lot desobedeceu a advertencia dos malajaim: deuse volta para contemplar a destrución e, como castigo, foi convertida nunha estatua de sal.
Lot temía vivir en Tzóar debido á súa proximidade á destruída cidade de Sdom. Trasladouse, entón, a unha cova na área montañosa próxima. Foi alí que as súas fillas deron a luz aos fundadores das nacións de Amón e Moav.
Logo desta terrible catástrofe, Abraham viaxou ao Neguev (o sur de Eretz Israel), á poboación de Guerar. Novamente tomou a precaución que adoptara en Exipto, declarando que Sara era a súa irmá. Ela foi levada ao palacio de Avimélej, rei de Guerar, e toda a familia deste foi castigada cunha enfermidade. D-s apareceuse a Avimilej nun soño, díxolle que cometera un pecado grave ao levar a Sara ao seu palacio e advertiulle que morrería se non a devolvía ao seu esposo. Á mañá seguinte, Avimelej devolveuna a Abraham, xunto con valiosos presentes. Abraham oró por Avimelej e D-s curou a este e aos membros da súa familia da enfermidade que contraeran.
Transcorreu un ano e Hashem recordou a Sara, tal como prometera. Ela deu a luz a un neno, ao que Abraham chamou Itzjak, e fixérono circuncidar aos oito días, tal como D-s ordenoulle. A medida que o seu fillo crecía, Sara sentía que Ishmael podía exercer unha influencia perniciosa sobre el, razón pola cal pediu a Abraham que afastase a Hagar e Ishmael. Abraham sentiuse apenado por este pedido, pero Hashem aparecéuselle e díxolle que debía seguir o consello de Sará. Tamén lle prometeu que Ishmael sería pai dunha gran nación. Abraham deulle a Hagar pan e auga e afastouna da súa casa xunto con Ishamel. A muller e o seu fillo deambularon durante días polo deserto. Cando parecía que se ían a morrer de sede, apareceu un malaj de Hashem e mostrou milagrosamente a Hagar onde había auga, dándolle seguridades achega do futuro do seu fillo. Ishamel creceu no deserto de Parán, onde casou cunha muller exipcia.
Abraham foi un verdadeiro servidor de Hashem. No curso da súa vida, d-s someteuno a nove probas difíciles para comprobar a súa lealdade. Abraham sempre pasara con éxito esas probas; a súa sincera fidelidade e devoción a D-s permitiulle sortear todas as trampas postas no seu camiño. Emporiso, próbaa número dez fora a máis difícil de todas. hashem ordenou a Abraham que tomase o seu único fillo, ao que amaba tanto, o fillo da súa vellez, Itzjak e o ofrendara en sacrificio nunha das montañas de Moriá.
Abraham non titubeó nin por un instante. Á mañá seguinte levantouse cedo, fixo os arranxos necesarios, tomou ao seu fillo e partiu cara ao lugar que lle sería revelado por D-s. Ao terceiro día chegou á montaña sinalada. Abraham construíu o mizbeaj (altar), dispuxo a madeira e atou as mans e os pés de Itzjak. Logo situouno no mizbéaj, sobre a madeira, e alzou o coitelo disposto a sacrificar ao seu fillo, cando repentinamente se oíu a voz celestial dun malaj exclamar "¡Abraham, Abraham!", e indicarlle que non tocase nin fixese dano a Itzjak. Agora era evidente , de xeito evidente, que Abraham era verdadeiramente medorento de D-s e non había necesidade de sacrificar a Itzjak. Abraham atopou un carneiro cuxo cornos enredar entre os arbustos, e sacrificouno en lugar de Itzjak Hashem prometeulle que por zejut (mérito) da súa gran acción O o bendiría, os seus fillos serían numerosos e os seus descendentes herdarían as cidades dos seus inimigos.
Lilmod ULelamed