jueves, 23 de febrero de 2012

Teruma (Shemot 25:1- 27:19)




Hashem ordenó a Moshé que construyera un Mishcán (Santuario) que simbolizara Su presencia entre el pueblo y que fuera conforme al modelo Divino. Para erigirlo, se pidió a los benei Israel que aportaran voluntariamente metales preciosos, telas, pieles, lana, aceite, especias, incienso y piedras preciosas. El santuario consistía de un Jatzer (patio exterior) que contenía el altar para quemar ofrendas, la jofaina usada por los cohanim (sacerdotes) y el Tabernáculo, que estaba dividido en dos cámaras por una cortina. La cámara exterior fue denominada Kodesh (lugar sagrado), la menorá (candelabro) y el mizbeaj haktóret (altar del incienso). La cámara interior fue llamada Kodesh Hakodashim (Sanctasanctórum). A ella entraba únicamente el Cohén Gadol (Sumo Sacerdote), y sólo en Iom Kipur. Allí estaba el Arón (Arca), el más sagrado de los objetos del santuario. El Arón contenía la dos tablas de piedra en las que estaban grabadas las Leyes. Fue desde el Arón que D-s reveló, por medio de Moshe, Sus mandamientos a los benei Israel. Las instrucciones para fabricar todos los utensilios y construir el edificio para el Mishcán son detalladas minuciosamente.
Lilmod ULelamed

miércoles, 15 de febrero de 2012

Mishpatim (Shemot 21:1- 24:18)




La parashá Mishpatim enumera muchas leyes básicas para la preservación de una existencia civilizada entre los b´nei Israel. El primer grupo de leyes promueve el trato humanitario de los esclavos. Un judío que ha sido vendido como sirviente para restituir el valor de un robo, debe ser puesto en libertad luego de un máximo de seis años de servicio. Si estaba casado cuando se convirtió en enclavo, el amo debe mantener a su esposa judía y a los hijos durante el período de servidumbre, y luego liberarlos al completarse ese período. Sin embargo, si su amo le provee de una esclava (shifjá c´naanit), ella y los niños que tenga de él permanecerán con el amo después de que el esclavo judío es liberado. Si el esclavo se apega tanto a su amo y la familia que insiste en permanecer con ellos luego de que los años de servidumbre hubiesen expirado, hace una declaración a este efecto ante los jueces, y el amo perfora su oreja contra la puerta de la casa con un punzón. Entonces el esclavo permanece como tal hasta el año del iovel (jubileo - al año quincuagésimo).
Un hombre puede vender a su hija como sirvienta hasta que ella tenga doce años de edad. Si no complace al amo, no puede ser vendida como esclava en un país extranjero. En lugar de ello, sus padres pueden redimirla del amo. Si el hijo del amo se casa con ella, debe ser tratada como una judía nacida libre. No se le pueden negar sus derechos maritales si el hombre o su hijo se casan con otra mujer, en cuyo caso ella queda en libertad.
Si un hombre golpea a su esclavo no judío y éste muere,el amo es castigado según lo determinen los jueces. Sin embargo, si el esclavo muere después de uno o dos días, el amo no es castigado pues se supone que no intentaba matarlo. Pero si el amo mutila al esclavo, éste es liberado inmediatamente.
La pena de muerte se impone por los siguientes crímenes: asesinato intencional (cuando uno causa una muerte accidentalmente, puede escapar de los vengativos sobrevivientes de la víctima huyendo a una ciudad de refugio); maldecir al padre o a la madre utilizando el nombre de Hashem; secuestro; prácticas de brujería; práctica de bestialidad, y sacrificios de ídolos.
He aquí las leyes referentes a agravios: si alguien hiere a otro durante una pelea, es considerado responsable por las pérdidas de beneficios de la víctima y por los honorarios médicos. Asimismo debe compensarla por dolor, turbación y herida física. Si mientras está luchando con otro hombre golpea accidentalmente a una mujer y causa su aborto, es responsable y debe pagar por los daños causados. Si el dueño de un animal peligroso no toma las precauciones adecuadas y la bestia mata a un ser humano, debe ser sacrificada y el dueño, castigado. Si un animal mata a un esclavo no judío, el dueño de éste recibe treinta shekalim de plata como compensación.
También debe pagarse compensación por daño a la propiedad. Si un animal muere después de haber caído en un pozo descubierto, el responsable de la negligencia debe pagar a su propietario el valor del animal y deducir el precio de la res muerta. Si el buey de un hombre mata al de otro, el primero es vendido y los propietarios se dividen el producto de ambos bueyes.
Si alguien roba y luego sacrifica o vende un buey, debe pagar el quíntuple de su valor al propietario, en tantoque si roba una oveja sólo debe pagar el cuádruple. Si el ladrón es capturado con el animal en su poder, paga el doble. Un dueño de casa puede alegar homicidio justificado si mata a un ladrón que penetra en su casa durante la noche; sin embargo, es acusado de asesinato si mata a un ladrón durante el día. Si el ladrón es muy pobre y no puede devolver lo robado, es vendido como esclavo.
Cuando un hombre permite a sabiendas que un animal suyo deambule por el campo o el viñedo de otro hombre, y causa algún daño, debe evaluarse las mejores partes de sus campos como base para estimar la compensación. Una pena similar es aplicada al hombre que enciende un fuego y ocasiona, por descuido, el incendio de la propiedad de su vecino.
Si se confía dinero o propiedades al cuidado de un individuo al que no se le paga por ello, y son robados, el propietario debe recibir el doble del valor del objeto faltante. Esta multa es pagada por el ladrón si es capturado, o por el depositario si es capturado, o por el depositario si es hallado culpable de desfalco, o por los testigos que acusen falsamente al depositario de tener el objeto en su poder. El depositario puede absolverse a sí mismo de obligación si hace un juramente de que no es responsable por la pérdida del objeto.
Cuando un animal confiado a un guardián pago muere y es lastimado o robado, el depositario puede también prestar juramento de que no es responsable. Sin embargo, si el animal es robado, el guardián será responsable. Si el animal es maltratado por bestias salvajes, el depositario no es responsable si puede devolver la res. Si alguien toma prestado un animal es responsable por su muerte o herida, a menos que el dueño esté presente en el momento del accidente.
La Torá advierte que un extranjero no debe ser maltratado o insultado en forma alguna, pues los judíos mismos fueron extranjeros en la tierra de Egipto. Igual consideración debe mostrarse a la viuda y al huérfano. De lo contrario, Hashem descargará Su cólera sobre cualquiera que se aproveche de su mala situación.
Los préstamos deben hacerse sin cobrar intereses. Si alguien toma como fianza una prenda que es usada como cobija por la noche, debe devolverla a su propietario antes de la puesta del sol.
La perversión de la justicia puede ser el mayor peligro para la supervivencia de una sociedad civilizada. Puede ser causada por uno de los siguientes motivos: un testigo que levanta falso testimonio en favor de un individuo culpable; un testigo que no sostiene firmemente lo que correcto, sino que sigue a la mayoría en el error; un juez que administra justicia sobre una base parcial, y uno que acepta un soborno que influye en sus decisiones.
Debemos extender nuestra ayuda al prójimo incluso cuando hay rivalidad de por medio. Si ocurre que alguien encuentra un animal pedido por su rival, debe devolvérselo. De igual manera, si alguien encuentra un animal que yace impotente bajo su carga, debe ayudarlo y aliviar su dolor.
Los primeros productos y frutos de la tierra y los viñedos deben ser ofrecidos a D-s, Quien ha provisto al hombre esos presentes. En forma similar, los primogénitos de hombres y animales deben ser consagrados a
D-s.

Otras leyes incluyen la prohibición de comer treifá (la carne de un animal despedazado por bestias en el campo). El séptimo año del ciclo de la shemitá es sabático. Durante su transcurso la tierra no debe ser sembrada ni cosechada, sino permanecer en barbecho. El shabat debe ser observado con una completa abstención de trabajo por parte de todo miembro de la casa, incluyendo los sirvientes y hasta el ganado. Tres veces por año (en Pesaj, Shavuot y Sucot), cada adulto israelita debe hacer un peregrinaje al Templo Sagrado, llevando ofrendas como expresión de gratitud a Hashem. Está prohibido remojar la carne de cabrito en la leche de su madre.
En un mensaje final, los israelitas reciben la promesa de que se obedecen las leyes divinas, el Señor los apoyará en su conquista gradual de Canaán, y su victoria estará asegurada.
Moshé regresó desde las alturas del monte Sinaí y luego de escribir todos los preceptos que le fueran transmitidos por D-s, ofreció sacrificios y leyó el Libro del Pacto al pueblo. Este respondió de inmediato, diciendo: "Todo lo que Hashem ha dicho, nosotros haremos y escucharemos". Por orden del Señor, Moshé, Aharón, Nadav y Avihú, junto con los setenta ancianos, ascendieron al monte, donde presenciaron una visión mística de la Gloria Divina. Después de su descenso, Moshé fue convocado solo para recibir las dos Tablas de la Ley sobre las cuales D-s había inscripto los Diez Mandamientos, a fin de que le fueran enseñados ampliamente al pueblo, mientras que Aharón y Jur quedaron para gobernar en su ausencia. Seguido por Iehoshúa (que permaneció en la parte baja de la montaña), Moshé subió al monte Sinaí, que estaba rodeado por una nube; luego penetró en la bruma de la nube y permaneció allí durante cuarenta días y cuarenta noches.
Lilmod ULelamed

jueves, 9 de febrero de 2012

Itro (Shemot 18:1- 20:23)



Mientras Moshé llevaba a cabo su misión en Egipto, su familia regresó a Midián. Ahora que los b´nei Israel estaban en el desierto, el suegro de Moshé, Itró, llevó a su hija Tzipora y a los hijos de aquél a Refidim. Moshé dio la bienvenida a Itró en forma afectuosa y le contó todo lo que Hashem había hecho por los judíos. Su suegro reconoció totalmente el poder de D-s y Le ofrendó sacrificios. Observando que Moshé estaba sobrecargado de tareas judiciales, Itró le aconsejó que nombrara jueces para ayudarlo y que él se concetrara sólo en los casos más difíciles. Moshé actuó conforme a este sabio consejo e Itró regresó a Midian.
El primer día del tercer mes (Siván) después de su partida de Egipto, los b´nei Israel llegaron al desierto de Sinaí y acamparon frente a la montaña. Moshé se aproximó a ella y oyó la voz del Señor que lo instruía para que recordara al Pueblo cómo El los había liberado de Egipto. Si ellos Le obedecían, se transformarían en "un reino de sacerdotes y una nación santa". Moshé descendió de la montaña y repitió las palabras del Señor a los ancianos y a todo el pueblo. Como una nación unida respondieron todos a una: "Nosotros haremos todo lo que nos ha dicho el Señor". Moshé informó de estas palabras a Hashem y se le comunicó que D-s aparecería en una densa nube y le hablaría delante de toda la congregación de judíos. De esta forma, nunca se dudaría otra vez de Su divina comisión. El pueblo debía prepararse durante tres días para el gran suceso de la aceptación de la Torá. No debían tocar los límites de la montaña so pena de muerte.
Después de que transcurrieron esos tres días, el seis de Siván, se produjeron truenos y relámpagos, y una densa nube descendió sobre la montaña. Se oyó el llamado de la trompeta y Moshé llevó al pueblo hasta el pie de la montaña. El monte Sinaí estaba envuelto en humo y el Señor convocó a Moshe a la cima. Luego le ordenó que advirtiera al pueblo que no debía contemplar la Manifestación Divina y Moshé cumplió la orden.
Después llegó el momento supremo de la historia del mundo. La voz del Señor fue oída por todo hombre, mujer y niño, mientras formulaba las bases de la conducta moral y religiosa de todos los tiempos:
1 - Yo soy el Señor, tu D-s, que te saqué de la tierra de Egipto...
2 - No tendrás otros dioses delante de Mí...
3 - No pronuncies el nombre del Señor, tu D-s , en vano...
4 - Acuérdate del shabat para santificarlo...
5 - Honra a tu padre y a tu madre...
6 - No matarás
7 - No cometerás adulterio
8 - No robarás
9- No levantarás falso testimonio contra tu prójimo
10- No codiciarás la casa de tu prójimo...
Los judíos estaban atemorizados por todo lo que habían presenciado que se alejaron de la montaña y rogaron a Moshé que les hablara en lugar de Hashem,por temor a morir.
Entonces Moshé se acercó a la densa oscuridad y recibió una serie de leyes. Los primeros cuatro preceptos trataban de aspectos importantes del culto divino: la prohibición de la idolatría, la erección de un altar de tierra para ofrendas de sacrificios, más solo donde Hashem ordenara que se lo construyera con roca no tallada ni modelada con instrumentos de hierro, y la ley que establece que el sacerdote debe ascender al altar por una rampa y no por escalones.
Lilmod ULelamed